PALABRAS PRELIMINARES DEL AUTOR
Todo el coro
contrarrevolucionario de la democracia burguesa paraguaya entona un siniestro
estribillo: “las reivindicaciones de los epepistas son paparruchas utópicas con
las que se debe acabar”. Los “sabios” profesores, los terratenientes, la
aristocracia financiera, la burguesía comercial, la burguesía industrial, la
clase media, los intelectualillos rentados, los demócratas pequeñoburgueses,
los curas… Hablan de acabar con las
utopías descabelladas de los epepistas, de sus promesas demagógicas. Según ellos, es de todo punto de vista
imposible organizar el Estado y la sociedad de una manera diferente a la
actual.
De acuerdo a sus pedantescas y
aburridas apreciaciones sólo existe la opción de comprometernos todos a
“profundizar”, mejorar la democracia oligárquica – imperial y el capitalismo y
que eso traerá la felicidad y el bienestar a todos los paraguayos. Falso,
Falso, Falso.
La verdad de las cosas es que
el régimen político y social paraguayo
está acabado, agotado y aunque sea pintarrajeado como las esposas de los
oligarcas ya no traerá la felicidad y el bienestar a los paraguayos.
La sociedad y el Estado de la
Plutocracia Paraguaya no pueden ser profundizados, a lo sumo se los podrá
prolongar la agonía a costa de un mayor sufrimiento para el pueblo.
La salida no es la profundización sino la revolución; esta es
urgente, posible, necesaria. Las “paparruchas
utópicas” de los Epepistas son la solución a los males de la República.
CAPITULO
I
LA VERGONZOSA TRAICIÓN DEL SEUDOSOCIALISMO
LUGUISTA AL MOVIMIENTO POPULAR PARAGUAYO
Explicar a las masas populares
lo que deberán hacer para liberarse del yugo opresor es una tarea permanente de
los verdaderos revolucionarios; tratamos
de cumplir con esa tarea pero, no nos sentimos conformes; no hemos hecho lo
suficiente. La salvaje cacería de la
policía, el ejército, la fiscalía, los tribunales del gobierno “socialista” del
aventurero de la mitra ha tratado, por todos los medios, de impedir las
iniciativas culturales del Francismo del siglo XXI.
La historia política
paraguaya registra innumerables persecuciones a grupos revolucionarios. Ninguna
se iguala en crueldades, abusos, arbitrariedades y crímenes a la que llevaron
adelante los últimos gobiernos colorados y la que lleva el actual gobierno de
la A.P.C (Alianza Patriótica para el
cambio) contra los revolucionares paraguayos del siglo XXI agrupados en el
Ejército del Puelbo Paraguayo (E.P.P).
En los gobiernos colorados,
la salvaje represión era obra de una alianza reaccionaria- conservadora. El “gobierno del cambio” ha sumado
a esta alianza a unos curanderos sociales que se hacen llamar socialistas. El
socialismo de la pandilla luguista es, en realidad, un social reformismo
burgués que busca engañar a las masas con algunas limosnas para mantener
intactas, mas aún, perfeccionar la subyugación política y la explotación
económica de las masas populares. A estos fines convergen medidas como:
alianzas contrarrevolucionarias con Colombia, Estados Unidos, Taiwán, Israel…;
aprobación de la ley contra el terrorismo-en gobiernos anteriores, la lucha por
la no promulgación de esta ley ha costado mucha lucha y sangre al movimiento
popular-; reforzamiento de todos aparatos represivos con armamentos, equipos e
instrucción a cargo de criminales colombianos, argentinos, norteamericanos; flexibilización
de las leyes laborales; salvaje privatización, incluyendo hasta los ríos de la
República; todo tipo de privilegios y facilidades a los inversionistas locales
y extranjeros…
La pandilla seudosocialista
Luguista (Carlos Filizola, Miguel López Perito, Camilo Soares, Pepa
Kostianovsky, Rafael Filizola, Belarmino Balbuena, Juan Torales, Desiré Massi,
Constancio Mendoza, José Rodríguez, Augusto Dos Santos, Karina Rodríguez,
Héctor Lacognata, Esperanza Martínez, Hugo Ritcher, Elvio Benítez, Luis Aguayo,
y algunos más) es una tierna gatita sedosa cuando trata con los ricos y una
loba salvaje y sanguinaria cuando trata con el pueblo y con los revolucionarios
epepistas. Los miembros de la pandilla escuchan o ven las siglas E.P.P y empiezan a sufrir una
transformación: sus colmillos y garras empiezan a crecer, sus ojos se vuelven
rojizos y la sed de sangre se les hace incontenible.
La pandilla seudosocialista
Luguista está domesticada por la oligarquía y por el imperio norteamericano.
Practica con gusto la prostitución política (ora se prostituyen con los
liberales, ora se prostituyen con UNACE, ora con los colorados, ora con patria
querida, ora con el partido clerical medieval de los obispos y sacerdotes
católicos…) se empeña con denuedo para hacer el regalo que más agrada a sus
amantes políticos y a sus amos económicos: La cabeza de algún combatiente
revolucionario epepista.
Los seudosocialistas
agrupados en pequeños partidos políticos (P.P.T, PMAS, P.C.P, P.D.P, P.P.S…) y
en organizaciones gremiales oficialistas no son, en ningún modo, socialistas
(algo que nosotros, los Francistas del siglo XXI, siempre hemos sostenido) sino
unos señoritos demócratas pequeñoburgueses con un lenguaje semisocialista.
La pandilla seudosocialista
luguista ha claudicado de manera vergonzosa y humillante ante las primeras
escaramuzas. Hoy pelea del lado de la oligarquía y del imperio, ha desertado
del lado del pueblo; la pandilla se ha vuelto un elemento de la
contrarrevolución.
Los desertores del campo popular
siguen presentándose como socialistas, con el deliberado propósito de confundir
y engañar a las masas difundiendo ideas que se caracterizan por la
tergiversación y adaptación lacayuna del socialismo a la práctica coalicionista
y antipopular que llevan adelante. Tratan de sembrar especial odio contra los revolucionarios epepistas y es por
eso, que nosotros, no podemos circunscribirnos aquí, a una exposición
únicamente positiva de nuestras ideas. Es absolutamente necesaria emprender una
lucha enérgica contra quienes denigran y envilecen el socialismo. La polémica
es inevitable.
Fijémonos en lo que viene
ocurriendo en Paraguay desde el 15 de agosto del 2008: los cargos burocráticos
que antes se adjudicaban preferentemente a los colorados se han convertido en
botín de la Alianza Libero – seudosocialista, de corrompidos dirigentes
gremiales y de no menos corrompidos sacerdotes y obispos católicos que
pretenden emular a Fernando “El sátiro
de San Pedro” Lugo (amigo de Mario Cossio, Álvaro Uribe y George W. Bush).
Los nuevos gobernantes nunca
pensaron en ninguna reforma seria. Los planes reales tenían como meta la
ocupación de los bien remunerados cargos públicos, llevar una vida cómoda,
tranquila y “honorable”; colocarse por encima del pueblo y disfrutar del botín
en las arenosas y cálidas playas de Camboriú o Punta del Este.
El pueblo pobre sigue
esperando hoy- marzo del 2011- el cumplimiento de las promesas; las reformas
simplemente, no han llegado. Los argumentos para tratar de encubrir la traición
a las esperanzas populares han sido de los más variados: que se necesita una
asamblea constituyente, que el tiempo es muy corto, que las leyes no ayudan,
que el parlamento no coopera, que el poder judicial necesita ser reformado,
etc. Si realmente se quería realizar los cambios, todos esos “impedimentos” se
hubiesen llevado por delante con una decidida confrontación de clase. El pueblo
estaba como para eso, pero los pusilánimes espíritus de quienes se habían
puesto al frente se desmoronaron, el poco valor que tenían se evaporó ante los
primeros ataques políticos y propagandísticos de la oligarquía. Los “dirigentes
populares” se pusieron de forma presurosa y vergonzosa al servicio de los ricos
y en contra del pueblo que los encumbró en el poder con el propósito de llevar
adelante las grandes transformaciones que necesita con desesperación.
Pasaron veranos, inviernos,
otoños; llegaron primaveras florecieron las plantas, pero las esperanzas del
pueblo no florecieron, se hicieron añicos, las marchitaron. Los nuevos
burócratas ensalzados a la cumbre del poder
político no esperaron ninguna asamblea constituyente, ni ninguna reforma
judicial para repartirse el botín; para ocupar los jugosos cargos de ministros,
secretarios, asesores, consejeros de binacionales, administradores, etc., etc.,
etc. No se esperó nada.
Tampoco se esperó nada para
montar una verdadera arquitectura de engaño nacional e internacional con el
deliberado fin de engatusar, distraer, confundir y anestesiar al pueblo con
mejores armas aún que en los gobiernos anteriores puesto que en el de la A.P.C participaban unos
seudosocialistas vendidos a los ricos que cumplían magníficamente el papel de
amortiguadores y apaciguadores de la masa popular.
Cuando el engaño no funciona
entra en acción el chanchito Montanaro “socialista”, Rafael Filizola (Ministro
predilecto del sanguinario nuevo tembelo del Paraguay, Fernando Lugo) y con su
policía “socialista” apalea a todas las manifestaciones populares que se
realicen; asesina y tortura a combatientes y simpatizantes del revolucionario
Ejército Del Pueblo Paraguayo; realiza redadas masivas contra el combativo
Movimiento Campesino (traicionado en estos últimos tiempos por malos dirigentes
vendidos al luguismo como Luis Aguayo, Belarmino Balbuena, Odilón Espínola,
Marcial Gómez, Elvio Benítez, José Rodríguez). Estas acciones muestran a
quienes quieren ver, la verdadera naturaleza de la A.P.C y de la colaboración
democrática de las clases promovida por los seudosocialistas. Es en estas
acciones donde se expresa la verdad, y no en la charlatanería hueca de los
Camilo Soares, Sixto Pereira y cía. Miremos sus acciones los “esforzados”
ministros “socialistas” hablan de dar de comer mierda a los ricos y pan a los
pobres, mientras, y aprovechando la distracción que provocan con sus palabras,
Camilo Soares, se roba hasta los coquitos de los pobres; sigue habiendo mierda
para los pobres aunque los falsos socialistas ya solo coman caviar.
El juego en torno a las
combinaciones para lograr gobernabilidad- Léase, hacer lo que a la oligarquía
le conviene y gusta–dentro del jueguito democrático es el de la repartija de
zoquetes (bien remunerados cargos públicos con poco o ningún trabajo). En esto, los parlamentarios “socialistas”
(Sixto Pereira, Carlos Filizola, Aida Robles, Desiré Massi) demuestran su “cintura política” ejecutando alianzas con
Carlos Soler, Calé Galaverna, Tito Saguier, Gustavo Mussi, y demás “héroes” del
cretinismo parlamentario. Un cretinismo que se caracteriza por la incontenible
tendencia a decir la mayor cantidad de tonterías posible en un corto periodo de
tiempo. Ya nadie les quiere escuchar y por este motivo deben acortar sus
aburridas peroratas.
Las nuevas alianzas, las
nuevas combinaciones de gobernabilidad son nada más que manifestaciones de los
acuerdos a que se han llegado en el reparto del botín. En tanto, los reclamos
del pueblo son derivados a burocráticas comisiones, y cuando estas caen en
desconfianza, cuando ya nadie confía en ellas por su inoperancia, simplemente
las cambia de nombre o son conformadas otras nuevas para reiniciar de nuevo el
ciclo del engaño al pueblo.
Las reformas prometidas al
pueblo se aplazaron sine die, pero los seudosocialistas son caraduras y
afirman: ¡No sean impacientes! ¡Ustedes se apuran demasiado!.. y empiezan con
supuestas autocríticas que no son más que otras tantas burlas al pueblo, en sus
siniestras mentes las necesidades del pueblo son oportunidades de
negocios(igualito que los Zucolillo, Vierci, Cartes, Debernardi y cía.); mantener
hambriento al pueblo siempre crea posibilidad de hacerle nuevas promesas de
solución para, una vez conseguido el poder, no volver a cumplirlas.
Es hora de que se acabe la
paciencia de los pobres; al Francismo del siglo XXI se le ha acabado. Se nos ha
acabado la paciencia con quiénes nos ofrecen días felices, soluciones a los
problemas de la gente antes de ser electos y una vez en el poder pisotean y
aplastan a la gente sencilla.
Se nos acabó la paciencia
con los pretendidos estadistas del tipo Fernando Lugo; un “estadista” que bien
ocupado anda, no en los problemas urgentes de los pobres, sino en envolverse en
lujos principescos, atender a sus innumerables prostitutas, garantizar la
sacrosanta propiedad privada de los ricos, rifar los recursos nacionales,
garantizar seguridad a los inversionistas y otras porquerías similares.
Pero cuanto más se alejan
del pueblo los nuevos amos del Paraguay, cuanto más se parecen a los
putrefactos gobiernos colorados, cuánto más repartos de botín se producen entre
los partidos burgueses, y pequeñoburgueses (UNACE, Patria Querida, Liberal,
Colorado, PMAS, Tekojoja, PDP, PPS), con mucha mayor claridad ven las clases
populares que su estado de postración no tiene una salida negociada, moderada,
la única vía de salida es la revolucionaria, la de los Francistas del siglo
XXI.
La solución no está en
volver a la putrefacción colorada. Está en avanzar hacia una revolución
popular; aquí no hay soluciones a medias; o gobiernan los ricos o gobiernan los
pobres; estos deben tomar todo el poder ayudando a los revolucionarios a
desalojar a los reformistas, a los conservadores y a los reaccionarios. El
pueblo pobre debe tener claro que los seudosocialistas del actual gobierno los
han traicionado y que forman una coalición con los partidos políticos de los
ricachones (UNACE, Colorados, Patria Querida, Liberal). Objetivamente es así,
no interesa lo que subjetivamente puedan pensar los seudosocialistas, la verdad
está en lo objetivo. Los partidillos pequeñoburgueses son responsables, junto
con sus aliados, de todos los actos del “Gobierno del
Cambio”, de lo que sucede en los ministerios, en todas las oficinas públicas,
no pueden, como Pilatos, lavarse las manos; las pequeñas contradicciones que tienen
con sus aliados son como esas peleas de pareja que mucho se aman.
Todos los partidos
oligárquicos y sus aliados seudosocialistas están de acuerdo en reforzar la
represión contra el movimiento popular no oficialista, e incluso, oficialista
(cuando este quiere ir más allá de lo permitido por el gobierno) y contra la
vanguardia revolucionaria organizada del pueblo, El EPP. Fortalecer el aparato
represivo es la misión más relevante que ha cumplido el gobierno del aventurero
de la mitra; ¡y se enorgullece de ello!...equipar a sus cascos azules
(policía antidisturbio), como astronautas; triplicar el presupuesto del
ministerio del interior; comprar armas, armas y más armas para defender a los
ricos; he ahí unas tareas que no fueron aplazadas.
¿Qué gana el pueblo
comprometiéndose, a través de unos dirigentes traidores, con un gobierno hostil
a los pobres? Nada; la pequeña burguesía urbana democrática ha convertido a los
trabajadores del campo y la ciudad en unos meros apéndices suyos y los ha arrastrado
detrás de ella a una promiscua alianza con la oligarquía en beneficio exclusivo
de ella. La pequeña burguesía exige a los trabajadores que sus demandas, en
interés de la concordia y de la paz social, sean acalladas y que toda
movilización cese so pena de ser
considerado conspirador epepista, y ser implacablemente perseguidos.
Esta unificación
subordinada de los trabajadores, o más propiamente, de los malos dirigentes
obreros y campesinos, con los políticos de la pequeña burguesía democrática y,
por ende, con los aliados oficiales de estos, los liberal-demócratas, y los
aliados extraoficiales (aliados colorados y unacetistas que por “táctica” no
admiten públicamente) está hecha en exclusivo beneficio de los burgueses, y en
perjuicio del pueblo trabajador.
La clase trabajadora ha
perdido su independencia ante un poder político que le es hostil al haber
seguido el camino señalado por sus malos dirigentes aliados a los pérfidos
agentes políticos de la pequeña burguesía.
Los trabajadores deben
dejar de desorientarse y recuperar su independencia organizativa. No deben
dejarse confundir por las democráticas vulgaridades de los pequeños patronos
que les llenan los iodos con mentiras acerca de que de esa forma ayudarían o le
harían el juego o serian funcionales a los reaccionarios (los pequeños
burgueses a más de ser funcionales son funcionarios de la ultraderecha).Tal
“argumento” se aduce solamente para engañar al pueblo trabajador. Mientras
ellos (los Camilo Soares, Hugo Ritcher y cía.) lanzan acusaciones contra sus
opositores de izquierda acerca de una funcionalidad de estos con la derecha,
van tejiendo cada día más fuertemente su alianza contrarrevolucionaria, anti
popular, y antipatriótica. Son ellos quienes conspiran contra el pueblo, son ellos
quienes pactan con la derecha, son ellos quienes le hacen el juego. Si estos
señoritos quisieran evitar que los partidos oligárquicos tuviesen algún éxito
hubieran simplemente usado su poder con suficiente energía en contra de ellos.
No hubiesen reforzado sus alianzas con ellos si no con el pueblo y con los
revolucionarios.
El movimiento popular
Paraguayo debe dejar de actuar como apéndice de los pequeños patronos; en
ninguna parte del mundo, los pequeñoburgueses seudosocialistas han sido capaces
de dirigir la lucha del pueblo por las grandes transformaciones que requiere.
Solo una alianza de los obreros y campesinos pobres con los revolucionarios
socialistas profesionales (en Paraguay, los únicos son los Francistas del siglo
XXI) que excluya a los partidos oligárquicos y someta a los partidos
pequeñoburgueses a una acción subordinada podrá llevar adelante un programa de
transformaciones favorables al pueblo.
La pequeña burguesía no
puede liderar porque siempre mantendrá una actitud de espera, de irresolución,
de vacilación e inactividad.
En la actualidad, el pueblo
trabajador debe rechazar todas las contemporizaciones y sedantes burgueses,
deben ser conscientes de sus intereses de clase y no acompañar a los
pequeñoburgueses en sus alianzas con cuentas facciones políticas oligárquicas
existen; ¡Que se tiren ellos al fango de las componendas! Los trabajadores
obreros y campesinos no deben apartarse de su línea de independencia ante el
gobierno oligárquico de Fernando “sátiro” Lugo. No deben ser confundidos por la
hipocresía de los pequeñoburgueses seudosocialista; deben buscar construir su
propio poder revolucionario.
¿Representa un avance para
el movimiento popular el hecho de que unos traidores al socialismo entren a
formar parte de un gobierno de coalición con fuerzas retardatarias).?
El seudosocialismo Luguista
ha repetido hasta el cansancio la hueca frase de que la coalición anti popular
que lleva adelante representa un “gran avance para la lucha popular”; esto es
un prejuicio que no resiste un análisis racional.
Un juicio que se atenga a
los hechos verá necesariamente que tal coalición solo representa un avance para
los bolsillos, las cuentas bancarias de los seudosocialistas coalicionistas; al
abultar sus patrimonios, los pequeñoburgueses coligados a la gran oligarquía
ven mucho más cercano el cumplimiento de su sueño más preciado: convertirse en
miembros del club de los oligarcas.
Mientras ellos se llenan
los bolsillos aspiran a corromper a todo el movimiento popular, quieren
tranquilidad para que ellos y sus amos oligárquicos engrosen cada día más sus
fortunas. Buscan adormecer todo espíritu de lucha sobornando a los dirigentes
populares.
Lo que para los
seudosocialistas, sin duda, representa un gran avance es, para el movimiento
popular un terrible retroceso; los seudosocialistas se han apropiado
inescrupulosamente de toda una larga
lucha del movimiento popular paraguayo y la han rematado por unos platos de
caviar para ellos, en tanto, los platos de lentejas siguen llenando la mesa de
los pobres aunque en muchas ya ni siquiera eso hay.
La ampliación de la
cantidad de votos de algunos partiditos pequeñoburgueses sobre la base de
sobornos y corrupción no representa ningún avance para el pueblo trabajador.
Paso a otro punto tan
cacareado por los seudosocialistas y desmentido por la realidad: el de la
defensa de la soberanía nacional.
¿Representa un avance en la
defensa de la soberanía nacional la política llevada adelante por el gobierno
anti popular, contrarrevolucionario y antipatriótico de los seudosocialista y
sus aliados?
Si a la patria se la
defendiese entregándola aún más a los vampiros imperialistas, el “gobierno del
cambio” representaría un gran avance.
Quien no cierre
deliberadamente los ojos se dará cuenta de inmediato que la dominación
imperialista norteamericana sobre nuestra patria se ha profundizado con el
gobierno socialista claudicante.
Los socialclaudicantes han hecho un
“descubrimiento” que subvertirá la conciencia de los pueblos (es bueno
avisarles de paso que tal “descubrimiento” ya fue hecho por otros cobardes,
mucho antes que ellos y que en todos los casos fueron despreciados por sus
contemporáneos y aún más por las generaciones posteriores); el “descubrimiento
“es este: toda resistencia a un imperio poderoso es inútil, está condenado al
fracaso, y es mejor el sometimiento voluntario, dócil y sin lucha.
Los socialclaudicante nos acusan a
nosotros, los revolucionarios Francistas, antiimperialistas, patriotas y
populares de provocar, según ellos, la intervención imperialista; ¡como si el
imperio no hubiera clavado sus garras hace mucho tiempo en Paraguay!...el
dominio imperialista y la intervención norteamericana en los asuntos internos
Paraguayos han existido mucho antes de nuestra irrupción revolucionaria y son
los “compañeros” socialclaudicantes
quienes piden socorro al imperio, quienes “provocan” su intervención, ¿Por qué no
resolvemos el problema paraguayo entre paraguayos?; ¿Por qué van a pedir
socorro a los yankees?...
Para nadie es un secreto que en el
combate a la insurgencia revolucionaria paraguaya participan, dirigiendo los
operativos, asesores militares yankees
e instructores colombianos.
Los gobiernos de ambos países (Colombia y
Estados Unidos) cooperan con equipos, armamentos, tecnologías (basta recordar
los ruegos del ministro del interior paraguayo a la embajadora norteamericana y
a la DEA para que cooperen en la instalación de equipos de escuchas telefónicas
para pinchar los teléfonos de los epepistas) en la lucha contra el Ejército del
Pueblo Paraguayo. Los socialclaudicantes no solo piden, les exigen ayuda…
Nosotros no les tememos a los cerdos imperialistas. No dejaremos de
luchar a causa de que unos cobardes seudosocialistas temen conflictuarse con
los yankees.
Si vivieran en tiempos de Espartaco, los
profetas de la sumisión le dirían al jefe de los esclavos sublevados: ¡No
luches!, pues nosotros les tenemos miedo a los romanos y si tú luchas
provocarás una reacción… Imagino lo que Espartaco hubiera pensado de esa clase
de cobardes.
Si vivieran en tiempos de Leónidas y sus
300 hoplitas, los profetas del sometimiento dirían al jefe espartano: ¡No vayas
al desfiladero de las termopilas! ¡No luches!, seamos esclavos de Jerjes pues
su imperio es muy poderoso y no podrás vencerlo…Imagino lo que Leónidas hubiera
contestado a los proponentes de tal
conducta…
Acompañemos un poco más a los profetas de
la sumisión en su recorrido por la historia…Si se presentaran ante Eleazar y
sus compañeros en la fortaleza de Masada, los profetas de la sumisión les
dirían: ¡Entréguense!, los romanos son muy crueles y nos castigarán a nosotros
a causa de la resistencia de ustedes. Imagino la respuesta del líder judío:
Nuestro juramento es otro, no seremos esclavo de los romanos…Es más, vivo no
tendrán a ninguno de nosotros.
Bueno, seamos más modernos, si se
presentaran ante el Che Guevara le diría más o menos esto: No podrás ganar con
tu pequeño ejército loco, renuncia a la lucha…Che y sus valientes guerrilleros
de Bolivia les restriegan en el hocico: Se debe luchar contra el imperialismo
donde quiera que se esté; eso cura cualquier desgarradura.
Nuestros predicadores de la sumisión se
miran unos a otros, han salido muy mal en todos los tiempos, en todos los
lugares, en todas las culturas. Pero quieren insistir, quieren probar con uno
local.
Viajemos imaginariamente con ellos. Se
acercan al cuartel general del Mariscal López en San Fernando, los acompaña el
diplomático norteamericano Charles A.Washburn y le dicen: ¡Claudiquemos!,
entreguémonos al enemigo; los brasileños son muy poderosos y crueles, ¡Dejemos
de luchar! el Mariscal López no habló, no respondió. Ordenó un consejo de
guerra y sólo tenemos que leer la historia para saber lo que hizo con los
profetas de la sumisión.
Dejemos a los profetas de la sumisión por
el momento; avancemos. La penetración imperialista facilitada y pedida por los
seudosocialistas coligados a la oligarquía no solo se profundiza en lo que
algunos estrategas imperiales llaman “Poder duro”, también es espantoso la
profundización de los mecanismos y formas de penetración del “Poder Blando”
(formas no militares de dominación imperial que se complementan con el “Poder
Duro”). No puede hablarse de soberanía cuando las instituciones estatales
(fiscalía, policía, Fuerzas Armadas, Aduanas, DINAC, Poder Judicial…) están
sometidas al Plan Umbral, USAID, etc. Prácticamente todo el aparato estatal
paraguayo esta bajo dominio directo Yankee.
Los fondos para el logro del dominio
imperial no solo son utilizados para someter al aparato estatal y a sus
funcionarios, son también herramientas para la subordinación de instituciones
de la sociedad civil al dominio imperial; entre esas instituciones son
particularmente activas las ONGS(Organismos no gubernamentales). A través de
estas, el imperio influye directa o indirectamente sobre muchas organizaciones
gremiales (financiamiento directo o formación); la mayoría de los
intelectualillos de ONGS que son contratados por varias organizaciones
gremiales campesinas y obreras para sus cursos de formación, en realidad son
difusores de la ideología imperial.
Muchos de los detractores del EPP que se
presentan como “amigos del pueblo” son formadores o formados en este tipo de
cursos de fomento de ideas esclavizadoras. Con este presupuesto se entiende
mucho mejor el porqué se oponen a nuestra lucha. No es extraño que echen pestes
en contra del EPP, puesto que somos enemigos irreconciliables de sus amos.
El tema da para más pero nuestro objetivo
no es desarrollarlo aquí de manera extensa sino argumentar contra la falacia del supuesto
antiimperialismo seudosocialista. Creo que con lo anteriormente expuesto queda
demostrado que lo que realmente avanza con el gobierno de la alianza
contrarrevolucionaria, anti popular y antipatriótica es la creciente pérdida de
soberanía.
La vergonzosa traición del luguismo al
pueblo no es casual, los reformistas demócratas pequeñoburgueses no pueden, por
su posición social e ideológica, ser la vanguardia de los oprimidos en su lucha
por la liberación, repetimos que solo los trabajadores con ideología
revolucionaria y los revolucionarios socialistas profesionales pueden cumplir esa
misión. En cualquier parte del mundo, los reformistas constituyen la
retaguardia de los demócratas burgueses
y no la vanguardia de los oprimidos. En Paraguay los socialreformistas
burgueses del luguismo cumplen el ignominioso papel de repartidores de limosnas
burguesas para corromper a los pobres a través de las instituciones sociales
del estado; anestesian al pueblo con sedantes burgueses para que los agentes políticos de los
partidos oligárquicos y los gendarmes económicos del neoliberalismo, con Borda
en la cabeza, los vacune implacablemente.
Los gendarmes económicos del FMI se
ufanan del crecimiento económico paraguayo, esto es una prueba más de la
naturaleza reaccionaria del gobierno; el crecimiento económico capitalista es
perverso, lleva a una mayor concentración de la riqueza en poquísimas manos y a
un mayor despojo a millones de seres humanos. Tal crecimiento no es para los
pobres.
Hablo como remate a este capítulo de un
tema permanente del luguismo. Cada tanto, los asesores luguista salen con el
cuento de que le harán un golpe de estado a Lugo; esto es un simple cuento con
el que se busca engañar a las masas y atraer los noticieros internacionales haciendo
aparecer al presidente como víctima de una posible conjura por su ”compromiso
con los pobres”. La realidad es otra, los ricos paraguayos y sus amos
imperialistas están tan contentos con el “Obispo iluminador” que cualquiera que
propusiera hacerle un golpe sería echado
a patadas; aman a Lugo, es el mejor amigo de ellos. Tanto lo aman los ricos que
ante cualquier estornudo del sinvergüenza sus aviones están listos para
trasladarlo a las mejores clínicas del mundo y sus chequeras disponibles para el pago de los más costosos
tratamientos.
CAPITULO II
UNA
PROPUESTA REVOLUCIONARIA
1) ¿Qué
nos proponemos?
Venimos luchando, desde hace años, tanto por
una revolución política y socioeconómica como por una revolución intelectual y
moral en Paraguay. Nos proponemos realizar cambios revolucionarios en nuestra
nación. Nuestro objetivo es construir para el pueblo paraguayo una sociedad
nueva, fresca, moderna con un régimen político revolucionario; dotar a nuestra
nación de una nueva política y una nueva forma de organización económica así
como de mujeres y hombres renovados, con ideas revolucionarias y conductas alejadas
del individualismo liberal. Deseamos conquistar para la patria la soberanía
política y la independencia económica; acabar con el oprobio y la humillación
de los hijos de Francia y los López.
El viejo Paraguay está caduco, se
mantiene en pie porque los revolucionarios no lo estamos empujando con la
suficiente fuerza como para derribarlo y enterrarlo .La envejecida y mañosa
oligarquía Paraguaya sigue
sosteniendo el viejo y caduco
orden social a costa de un creciente
sufrimiento para el pueblo. Cuanto más nos demoremos en derribarlo más sufrimiento tendrán los
pobres. La gangrena social llamada oligarquía (coalición de ricachones
dominantes) constituye tejido muerto del
cuerpo social que si no se lo extirpa seguirá envenenando con sus toxinas todo
el cuerpo. La economía, la política, la cultura, la moral, todo el edificio
social e intelectual construido por la oligarquía está en descomposición, la
clase dominante paraguaya está en crisis y se resiste a ser enterrada.
Prolongar el dominio de esta es prolongar la agonía de toda la sociedad
paraguaya, el sufrimiento del pueblo. La oligarquía ya no tiene energía y
tienen que adquirirla chupando la sangre de los robustos trabajadores, cuanto
más envejecida y decadente se vuelve, su
forma vampirezca adquiere contorna mas definidos. Carece de iniciativa, no
tiene fé en sí misma. Sus miembros son unos viejos malditos, que afectados de
demencia senil, viven desconfiando del pueblo, sin ojos, sin oídos, sin dientes
viven rumiando sus mefistofélicos planes
de desequilibrados en la búsqueda de dirigir y seguir utilizando la
poderosa energía de un pueblo vigoroso en provecho propio.
Nos proponemos desmantelar las
instituciones políticas oligárquicas; sus absurdas leyes legitimadoras de
opresión y explotación; su elitista sociedad que excluye a millones de
paraguayos; su miserable régimen económico, donde unos pocos lo tienen todo y
la mayoría tiene la nada, donde la riqueza de unos pocos surge sobre el
empobrecimiento de millones; acabar con el régimen en que la cultura se hace
patrimonio de los ricos y la ignorancia se hace señor de las mentes de los
pobres; nos proponemos, en fin, acabar con las costumbres y normas sociales que
sólo favorezcan a los poderosos.
La historia de la humanidad nos demuestra
que ninguna clase dominante ha renunciado a esa condición por bondad, todas
tuvieron que ser desalojadas por la fuerza de las clases revolucionarias. La
oligarquía paraguaya opone y opondrá desesperada, cruel, criminal y despiadada
resistencia, está acostumbrada a hacer correr ríos de sangre popular para
defender sus inicuos intereses. Para ella, la vida de los pobres no vale nada,
sus vacas le son más importantes; tal vez esto sea así porque, de hecho, actúan
como bestias; se llevan bien entre parientes.
Los revolucionarios epepistas debemos ser
enérgicos al llevar adelante nuestras determinaciones, firmes en nuestras
posiciones, dotados de una intrepidez sin límites y de abnegación a toda
prueba; la tarea de desmantelamiento del viejo Paraguay y de construcción del
nuevo exige las cualidades ante dichas.
Comúnmente escuchamos que todos somos
responsables de la situación actual del Paraguay. Eso no es así, la
responsabilidad es de la clase dominante; los subyugados sólo seremos
responsables en la medida en que nos demoremos en desalojarla de su posición.
Seremos responsables por omisión, por no hacer lo que debemos, no por acción.
Los revolucionarios epepistas consideramos
indigno ocultar nuestras ideas y propósitos proclamamos abiertamente que
nuestros objetivos solo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo
el orden social existente. Que las clases dominantes tiemblen ante una
revolución proletaria. Los trabajadores no tienen nada que perder en ella más
que sus cadenas. Tienen en cambio, un mundo que ganar.
2) NUESTROS SUEÑOS
Algunos dicen que
somos unos soñadores, unos idealistas, unos revolucionarios románticos a nosotros esas apreciaciones, puntos de
vistas no nos desaniman, nos dan más
energía. Hay que soñar les decimos, consideramos que nuestros sueños no
son nada más que anticipaciones del futuro.
“Hay disparidades y disparidades –
escribía Pìsareu a propósito de la
existente entre los sueños y la realidad-. Mis sueños pueden adelantarse al
curso natural de los acontecimientos o bien desviarse hacia donde el curso
natural de los acontecimientos no puede
llegar jamás.
En el primer caso, los sueños no producen
ningún daño, incluso pueden sostener y reforzar las energías del
trabajador...En sueños de esta índole no hay nada que deforme o paralice la
fuerza de trabajo. Todo lo contrario. Si el hombre estuviese privado por
completo de la capacidad de soñar así, si no pudiese adelantarse alguna que
otra vez y contemplar con su imaginación el cuadro enteramente acabado de la
obra que empieza a perfilarse por su mano, no podría figurarme de ningún modo
qué móviles lo obligarían a emprender y
llevar a cabo bastas y penosas empresas en el terreno de las artes, de las
ciencias y de la vida práctica…La disparidad entre los sueños y la realidad no
produce daño alguno, siempre que el soñador crea seriamente en su sueño, se
fije atentamente en la vida, compare sus observaciones con sus castillos en el
aire y, en general, trabaje a conciencia porque se cumplan sus fantasías.
Cuando existe algún contacto entre los sueños y la vida, todo va bien” (1)
La contrarrevolución se ha lanzado a una
campaña de muerte contra nuestros sueños, busca convertirlos en pesadillas,
ahogarlos en sangre. Si nuestros sueños fuesen una fantasía no hubieran
preocupado a nadie, nuestros “castillos en el aire” preocupan, son la pesadilla
de los oligarcas porque ellos son la solución, la receta para acabar con la
maldición del Paraguay.
Me preguntarán: ¿Qué los motiva? ¿Por qué
luchan?
Pasamos penurias y sufrimientos de todo
tipo: el hambre, la sed, la soledad de los montes, la fatiga, las enfermedades,
las heridas, la picazón de los mosquitos, de las hormigas, el estar alejados de
las personas amadas…
La grandeza y la justeza de nuestra causa
nos motiva y sostiene; los fines que perseguimos confortan nuestros ánimos y
nos ayuda a soportar el sacrificio que trae consigo la lucha revolucionaria:
las horrorosas cárceles oligárquicas, las terribles torturas, los tratos
crueles, inhumanos, degradantes y hasta la muerte; la muerte heroica como las
de nuestros queridos comandantes Simón y Aníbal, como la de otros compañeros
que de esta forma han dado testimonio de nuestro compromiso con el pueblo hasta
el fin. La coherencia acompaña a nuestros combatientes, así como pensamos
actuamos, nuestras palabras expresan nuestras creencias pero, además, estas se
ven en nuestras vidas. Y si nuestras vidas nos quitan, estamos dispuestos a
entregarla por la causa revolucionaria. Si llega la hora definitiva, bienvenida sea, siempre habrá
corazones generosos que ocupen el lugar que dejamos. Nuestra decisión es
irrevocable.
Nos une un gran respeto y cariño entre
nosotros y un gran amor a los pobres, a los olvidados, a los excluidos. La
lucha por un Paraguay revolucionario, justo, nuevo, humano, solidario; alejarlo
del egoísmo, de la hipocresía, la falsedad, el cinismo de sus actuales
dirigentes nos motiva. Nos gusta luchar contra los enemigos de la revolución.
Los enemigos de la revolución, esas
serpientes venenosas de saco y corbata o de cuello mao; esos adoradores del
dinero y de los ricos, esos agentes de Satanás, son las personas más
autoritarias, hipócritas y sedientas de poder que el suelo paraguayo ha visto
crecer. Los enemigos de nuestros sueños son los más incoherentes del mundo, sus
creencias profesadas son pisoteadas a cada rato por sus actos.
Los Francistas del siglo XXI defendemos
la gran causa del pueblo y de la nación; los enemigos de la revolución defienden la causa de un minúsculo grupo de ricachones codiciosos
que explotan y empobrecen a millones de paraguayos.
El grupo de “hombres realistas” (no
soñadores) ha aumentado su número con la incorporación, en estos últimos
tiempos, de la seudoizquierda Luguista a sus filas. La “izquierda pragmática”,
cuchillo y tenedor en manos participa en los pantagruélicos banquetes de
celebraciones de los éxitos de la oligarquía; arriaron sus banderas, trocaron
su dignidad por verdes dólares. Los
soñadores seguimos en lucha, no pensamos arriar nuestras banderas, las
alzaremos cada día más alto para que hagamos llegar a nuestra patria al destino
que se merece y que se le ha sido arrebatado en el pasado. El Francismo del
siglo XXI volverá a conquistar la independencia, “librar al Paraguay de tan
gravosa servidumbre, pues de otra suerte con todo su título de república
soberana e independiente, no será bien considerada, sino a manera de una
república de guanás, con cuyas substancias y sudor engordan otros”. (2)
Los soñadores tomamos sobre nuestros
hombros la responsabilidad de librar a la patria de tan gravosa servidumbre impuéstale por el
imperio y sus lacayos locales;
continuamos con la idea del Dr. Francia de que la substancia y el sudor
del pueblo paraguayo no deben engordar a los explotadores; nos cimentamos en
nuestra historia para no olvidar lo que somos, para mantener nuestra identidad
con un ejercicio permanente de la memoria. En esta lucha titánica muchos de
nosotros, tal vez, como Moisés, sólo podrán ver desde lejos la tierra
prometida, el yvy marave´y (la tierra sin mal) de los guaraníes pero esa
perspectiva no nos hará extrañar las cebollas de Egipto, ya hemos iniciado el
camino de la libertad y lo seguiremos hasta conquistarla.
Los hombres realistas del Luguismo están muy enojados con nosotros porque les
aguamos la fiesta. Según ellos el “obispo de los pobres “ha subido al monte
Sinaí para recibir leyes y transmitirlas al pueblo, su tropel de bribones encabezado
por el rey de los bufones (Miguel López Perito).Dicen que fueron testigos,
afirman, que la primera ley que recibió, escrita en un papel con barras y
estrellas, fue esta: asesinar a todos los soñadores porque son demasiado buenos
para este mundo y estarán mejor en el cielo.
Los hombres realistas, los guardianes de
las tradiciones del capitalismo (los señores intelectualillos, la minoría
insignificante de capitalistas, los plumíferos de la prensa burguesa, el tropel
de bribones de la seudoizquierda luguista, los haraganes, los dirigentes
obreros profundamente corrompidos por el capitalismo, las monjas y los curas)
aman tanto a los ricos que cualquier pretensión de desalojarlos del poder les
parece una alucinación, una locura, un desvarió.
Parece que no entienden, o no quieren
entender que nosotros, los hombres soñadores somos revolucionarios y que eso
significa, en pocas palabras, que no somos como ellos. Ellos se conforman con
lo que existe, rechazan las modificaciones, nosotros, en cambio, reclamamos y
trabajamos para que se modifique lo existente, rechazamos el culto a ello y la
actitud de resignación.
Ustedes,” hombres realistas” son
conservadores, no ven más allá de sus narices; nosotros, los soñadores, somos
revolucionarios, miramos el futuro. Esa es la “pequeña” diferencia. Buscar
crear una nueva forma de organización social, posible, y que ya es una realidad
en algunas partes no es ninguna locura. Planificarlo, no es ninguna
alucinación; es usar una de las cualidades más hermosas del ser humano: la
capacidad de crear.
Ustedes, hombres realistas, no tienen
ideales; están llenos de rutina e inercia, viven paralizados, se conforman con
ser un receptor pasivo de la realidad circundante.
Nosotros, por suerte, soñamos.
CAPITULO III
RESPECTO A LA
VIOLENCIA REVOLUCIONARIA
…Soñamos pero no somos ilusos.
1)
La violencia revolucionaria
…De que la violencia desempeña en la historia
otro papel (además del de agente del mal), un papel revolucionario; de que,
según la expresión de Marx, es la partera de toda vieja sociedad que lleva en
sus entrañas otra nueva; de que la violencia es el instrumento con la ayuda del
cual el movimiento social se abre camino y rompe las formas políticas muertas y
fosilizadas, de todo eso no dice nada el
señor Dûhring. Sólo entre suspiros y
gemidos admite la posibilidad de que para derrumbar el sistema de explotación
sea necesaria acaso la violencia, desgraciadamente, afirma, pues el empleo de
la misma, según él, desmoraliza a quien
hace uso de ella. ¡Y esto se dice, a pesar del gran avance moral e intelectual,
resultante de toda revolución victoriosa!... (3)
Los politiqueros
burgueses –entre ellos nuestros seudosocialistas luguistas- se llenan la
boca acerca de que están en contra de
toda violencia, esto, sobre todo, cuando asesinan a los campesinos, apalean a
los obreros, descuartizan a los revolucionarios, le hacen mierda a los sin techos; cuanto más
violentos son, más admirador de Mahatma Gandhi
se declaran , más hipócritas resultan.
Hay dos tipos de violencia política y
social: una contrarrevolucionaria, antipopular e injusta, otra revolucionaria,
popular y justa. Nosotros, como socialistas,
queremos eliminar toda violencia, toda
coacción, toda subordinación de unos hombres a otros. Pero solo hay un medio
para lograrlo esa meta, oponer la violencia revolucionaria a la violencia
contrarrevolucionaria; oponer la
violencia de las clases oprimidas a la violencia de las clases opresoras,
vencer a estas. Toda violencia que busque la liberación de los oprimidos es
justa, y si vamos al campo moral, es buena;
toda violencia que busque mantener la opresión y la explotación es
injusta y mala; toda violencia
revolucionaria es justa, aunque sea ilegal para las leyes contra
revolucionarias; toda violencia contrarrevolucionaria es injusta aunque sea
legal de acuerdo a las leyes burguesas. Nosotros apoyamos la violencia justa y
nos oponemos a la injusta. Planteamos, no una lucha atenuada contra los
opresores, sino una lucha radical y
violenta. Así como la oligarquía y su aparato político hace uso
intensivo de la violencia contra el pueblo, nosotros, los revolucionarios
epepistas decimos: ¿Por qué el pueblo pobre no deberá hacer uso de la violencia
y de las armas contra los oligarcas y contra su burocracia de dominación
política?
Siempre hablamos claro, no nos
escondemos detrás de frases mentirosas como lo hacen los políticos de la
oligarquía, unos demagogos que solo buscan engañar a las masas.
El pacifismo, el no uso de la violencia
y el desarme de los explotados y oprimidos es el primer mandamiento de los
opresores y explotadores. En cambio, el
primer mandamiento de quienes buscamos
seria y sinceramente la liberación de las masas populares acogotadas por la
miseria y la violencia antipopular es el armamento generalizado del pueblo
oprimido y explotado.
Hablar de cambios profundos, de medidas
favorables a los pobres, de amor al pueblo, de defensa de sus intereses, etc. Y
no plantear el punto central del asunto- como lo hacen los seudosocialistas es
ser un mero embaucador y estafador. El punto central del asunto es este:
¿Dotaremos a las clases oprimidas de las herramientas necesarias para
conquistar y mantener su liberación? Herramientas vulgarmente conocidas como
armas. Nosotros nos planteamos dar al pueblo capacidad de decisión y elección
así como poder para hacer cumplir sus decisiones; ¿Y qué más poder que la punta
de los fusiles?
¡Que planteen los “maestros en cuestiones sociales” y los demócratas pequeñoburgueses que
pretenden darnos consejos, como entienden ellos su amor al pueblo y la defensa
de sus intereses! Aunque tampoco hace falta, lo sabemos, lo vemos cada día: sueldos
de 50 a 70 millones de guaraníes; mansiones fastuosas; vacaciones en las
cálidas playas del Caribe, de Brasil o de Uruguay; reparto de sinecura a
alcahuetes y amantes, lujosos automóviles blindados (está claro que con la
indignación que provocan en el pueblo necesitan andar blindados y con docenas
de matones)…
¡No nos den consejos!; no los queremos
cuando provienen de gente como vosotros;
si esto no estuviese dirigido a personas decentes les diríamos donde meterse
sus consejos…
Otros que se creen maestros en cuestiones
sociales en Paraguay son los curas; repiten en sus homilías politiqueras de que
la violencia sólo engendra violencia; esta es una verdad a medias, es solo
aplicable a la violencia contrarrevolucionaria y no, como los hacen los
profetas de la oligarquía, a la violencia revolucionaria. Si la violencia contrarrevolucionaria no
existiese, no habría necesidad de violencia revolucionaria. La violencia
injusta engendra la violencia justa y esta trae consigo, engendra un gran
avance intelectual, moral y material; es la herramienta para crear una nueva
sociedad en donde toda violencia se termine, donde la explotación y la
dominación de unos hombres sobre otros sea solo un mal recuerdo, una pesadilla
horrorosa que ya no atormentará la vida de los seres humanos.
Algunos seudodirigentes populares del
tipo Odilón Espínola, Marcial Gómez, Belarmino Balbuena y Cía. Se han
especializado en adoptar posturas favorables a los opresores, según estos, el uso de la violencia deslegitima la lucha
popular; están más preocupados de la opinión de los terroristas de los medios
de comunicación que de plantear una lucha seria. Deben aprender que lo que
envilece a un hombre o a una organización y lo hace censurable a los ojos de
los demás no es defender sus ideales, sus intereses justos, sus derechos
conculcados con la violencia y las armas si fueran necesarias sino lo
contrario, lo censurable y repudiable son aquellos hombres que sabiendo la
justeza de su causa no la defienden con
el filo del machete, es más, quienes no actúan de esa manera no son verdaderos
hombres, son unos inútiles y deberían
cruzar sobre sus pechos huecos sus brazos impotentes y pedir perdón al pueblo
que dice defender. Las causas justas no se deslegitiman por el uso de la
violencia para defenderlas o hacerlas triunfar. La violencia repudiable es la
contrarrevolucionaria, antipopular e injusta; la que se utiliza para defender
estructuras sociales que sólo favorecen a una minoría. La violencia
revolucionaria, popular, justa; la usada por una buena causa no hace
despreciable a quien la utiliza, excepto ante los ojos contra quienes se
aplica, pero eso a nosotros los revolucionarios epepistas no nos interesa, no
buscamos el aprecio de los ricachones y sus lacayos. Nos sentimos muy bien
jugándonos el pellejo por las bellas y justas causas del pueblo. Que los
seudodirigentes populares sigan preocupados por conseguir la aprobación de la
oligarquía y de sus sicarios propagandísticos de las radios, los diarios y la
televisión; nosotros seguiremos nuestro camino. No buscamos la aprobación de
esos granujas.
El Ejército del Pueblo Paraguayo es
revolucionario, popular, justo y existe desde hace poco tiempo. La violencia de
los terratenientes, de los ricos contra las comunidades campesinas en
particular y contra todo el pueblo en general es de hace bastante tiempo.
Algunos insensatos malintencionados quieren hacer entender, que esta se inicia
como respuesta al accionar revolucionario; presentan la realidad de manera
invertida. El Ejército del Pueblo Paraguayo surge como respuesta a la violencia
contra el pueblo pobre, como medio de autodefensa de algunas comunidades
campesinas de los departamentos más pobres del país ante los permanentes
asesinatos de campesinos pobres ejecutados por los matones de estancia y por
los efectivos policiales que, hablando con más propiedad, son una sola y misma
cosa.
La miseria y el olvido ha llevado a parte
del movimiento popular paraguayo a hacerse escuchar, a lanzar sus gritos
ayudados por sus viejas herramientas de caza, se ha cansado de presentar sus
pedidos a las oficinas públicas de los burócratas para que nunca sean
atendidos, la larga lucha social y política pacíficas no han hecho más que
perfeccionar las burlas y los pretextos de los burócratas y aumentar el
resentimiento en nuestros corazones; nos hemos visto obligados a tomar las
armas para defender nuestras vidas, nuestras ideas, nuestra dignidad.
El Ejército del Pueblo Paraguayo es la
parte del movimiento popular paraguayo que se ha cansado de mendigar migajas a
los miserables oligarcas, la parte legalista, mendicante del movimiento popular
paraguayo pretende erigirse como única representante del pueblo, en especial en
los foros internacionales, en realidad es un grupo en franca decadencia como
consecuencia de su compromiso con un gobierno anti popular como el de Lugo.
En Paraguay solo existe recuerdo y
atención para una minoría insignificante de ricos; la muerte y el dolor se han
hecho compañeros de aquellas comunidades que han velado la cuna del EPP y de
muchas otras del campo y de los barrios pobres de las ciudades. Los padres del
Ejercito del Pueblo Paraguayo, los pobres y los olvidados no teniendo más nada
que comer se han tragado la paciencia a fin de que puedan seguir manteniendo
vivas sus esperanzas.
Los propagandistas y analistas
oligárquicos han empezado a dar sus explicaciones acerca de las causas de su
surgimiento según sus sesudas “explicaciones”
un grupo de delincuentes se ha aprovechado de la ausencia del estado;
como siempre, la mala fé, el irracionalismo y los prejuicios sustituyen al
análisis racional y sereno. Cualquiera que se fije sin anteojeras a la realidad
social paraguaya verá que el estado siempre estuvo presente en las zonas de
influencia del Ejército del Pueblo Paraguayo: para reprimir a los ocupantes de
tierra siempre ha estado, para estafar a los pobladores en épocas electorales
siempre ha estado, para asesinar a los campesinos en defensa de las estancias y
los sojales de los terratenientes siempre estuvieron y están. No es la ausencia
del estado la que ha posibilitado el
surgimiento de la insurgencia
revolucionaria sino su presencia y su avasallamiento de los derechos de
la gente pobre. La insurgencia Paraguaya del siglo XXI surge sobre condiciones
objetivas definitivamente injustas y sobre la base del desarrollo ideológico de
una joven dirigencia popular revolucionaria (lo de joven es relativo, pues
somos veteranos que aún siendo niños hemos luchado contra la dictadura de
Alfredo Stroesner).
Quiero recordar aquí que la oligarquía
paraguaya debe ser una de las más criminales de América Latina y su prensa, una
de las abyecta. Pongo aquí algunos ejemplos de la política oligárquica en
relación al EPP, del nivel de la prensa y su “objetividad”. Va para quienes
dicen que no se justifica nuestro uso de la violencia. Y se ponen a rendir
pleitesía a la violencia reaccionaria.
Editorial de la nación donde
dice que el EPP es una serpiente que se debe aplastar
Así de pacifico son
los oligarcas paraguayos.
2) LUCHA DE LOS
OPRIMIDOS CONTRA LOS OPRESORES
“Hombres libres y
esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una
palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha
constante, veladas unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la
transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las
clases beligerantes. “(4)
Según los
interesados ideólogos burgueses, en Paraguay, no existe tal lucha, que Paraguay
es una nación monolítica donde los esclavos modernos aman a los oligarcas.
Nadie en su sano juicio puede poner en duda el hecho cierto de que los
oprimidos paraguayos tienen un resentimiento pasivo y una agresividad contenida
hacia las clases dominantes, la lucha constante
está un poco velada nada más, las chispas revolucionarias irán encendiendo la
hoguera donde se cocinarán los demonios oligárquicos. La sociedad paraguaya se
halla divida en clases, y esta división no es natural sino impuesta por las
clases dominantes que viven como parásitos a expensas del trabajo ajeno, las
sanguijuelas se aprovechan de manera continuada de los trabajadores.
“La historia de todas las sociedades
(también la paraguaya) que han existido hasta nuestros días es la historia de
las luchas de clases”. (5)
Tal lucha puede
revestir la forma política o la forma armada, no siendo esta última más que “la
mera continuación de la política por otros medios”, es decir, por medios
violentos. (6)
Hemos explicado anteriormente, que una
larga lucha política antecedió a la conformación del Ejército del Pueblo
Paraguayo como herramienta de lucha por la liberación al servicio del pueblo,
entendimos que la lucha de las clases oprimidas y explotadas no será una
verdadera lucha de clases sino se propone como meta su transformación en clases
dominantes y que, como demuestra la historia de las revoluciones triunfantes,
no podrán dominar a sus enemigos sin un ejército revolucionario; nosotros no pensamos
hacer la revolución sin la toma del poder.
Los intereses más esenciales y decisivos
de las clases oprimidas solo podrán ser
satisfechas por medio de transformaciones políticas radicales, y las
transformaciones políticas radicales no
se lograrán prendiendo vela a los santos.
Nuestro propósito, con la creación del
Ejército del Pueblo Paraguayo fue y sigue siendo el de dotar a los
revolucionarios paraguayos del instrumento idóneo de lucha capaz de unificarlo
y de elevar el desarrollo de la conciencia revolucionaria en las masas.
Perseguimos los mismos fines que el
pueblo necesita y persigue: romper el yugo imperialista para reconquistar la
soberanía nacional y derribar el poder
de la oligarquía para que podamos dar tierra a los campesinos e
indígenas, techo digno a quienes no lo tienen, trabajo a los desocupados,
comida a quienes pasan hambre…Resolver radicalmente las dos contradicciones
fundamentales de la sociedad paraguaya- contradicción entre la patria y el
imperialismo y contradicción entre el pueblo y la oligarquía-.La resolución de
estas. Abrirá el camino, para que por medio de una revolución permanente
lleguemos al socialismo.
No estamos de acuerdo con los
seudosocialistas que hoy forman parte del gobierno de Fernando Lugo, estos,
“han sustituido la lucha de clases por sueños sobre la armonía de las clases”.
Rechazamos a quienes “Imaginan la transformación socialista de un modo soñador,
no como el derrocamiento de la dominación de la clase explotadora, sino como la
sumisión pacífica de la minoría a la mayoría, que habría adquirido conciencia
de sumisión. Esta utopía pequeño burguesa, que va inseparablemente unida al
reconocimiento de un estado situado por encima de las clases, a conducido en la
práctica a la traición contra los intereses de la clase trabajadora”… (7) Como lo viene demostrando la experiencia de la
participación “socialista” en el gobierno de la APC (Alianza Patriótica para el
Cambio); una historia de traición, engaño, estafa.
El Ejército del Pueblo Paraguayo se
educa en las avanzadas teorías del socialismo científico elaboradas por sus
creadores, en los aportes revolucionarios de Lenin, en la frescura
revolucionaria del Che Guevara y en la tradición histórica revolucionaria del
pueblo paraguayo que tuvo su pináculo, en el pasado, en la teoría y práctica
del mayor revolucionario latinoamericano de la primera mitad del siglo XIX, el
Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, un verdadero precursor práctico del
socialismo revolucionario con las limitaciones propias de la época de inicio
del siglo XIX.
Se educa con la responsabilidad de
ocupar el puesto de vanguardia revolucionaria capaz de dirigir al pueblo a la
toma del poder. Nos sentimos capaces de organizar y dirigir la lucha
revolucionaria; nuestro consecuente compromiso con el pueblo nadie lo puede
poner en duda. En ardua lucha que ha costado y cuesta el sacrificio y la sangre
de heroicos militantes venimos dando fe de la veracidad de nuestras palabras.
Nuestros mejores camaradas, nuestros héroes, hoy son maestros, dirigentes y
jefes en la lucha de los explotados, de los subyugados en la intención de
construir su vida social sin oligarquía y sin dominio imperial.
Por el contrario, el oportunismo hoy
gobernante educa hoy en sus filas a los “representantes populares “mejor
pagados, viven en burbujas apartadas de las masas, se pasan la buena vida bajo
el capitalismo. La incoherencia anima los actos del oportunimo, han renunciado
al papel de jefes revolucionarios del pueblo en lucha contra la oligarquía y el
imperio. Enseñan absurdas y ridículas teorías conciliatorias.
Los pobres no podrán liberarse de su
condición de parias sino no rompen el poder político de los ricos:
“Si te fijas en el último capítulo de Mi 18
Brumario, verás que expongo como próxima tentativa de la revolución francesa,
no hacer pasar de unas manos a otras la máquina burocrática-militar, como se
venía haciendo hasta ahora sino romperla, y esta es justamente la condición previa
de toda verdadera revolución popular en el continente”.
(8)
El oportunismo
gobernante, en un juego de astucia, ignorancia e hipocresía presenta el paso de
unas manos a otras (la alternancia) de la máquina burocrática-militar-policial
como algo histórico para el movimiento
popular. Gógol, en su novela, las almas muertas denomina a su personaje
Nozdriu, prototipo del terrateniente estafador, como hombre “histórico”, no
porque sus actos tuvieran trascendencia sino porque donde se iba se producían “históricos” escándalos. De este tipo es lo
“histórico “del oportunismo, algunos querrán poner en lugar de Nozdriu a
Fernando y la novela de Gógol tendrá más escándalos históricos. Sería nada mas reemplazar el terrateniente estafador por el
obispo estafador.
Lo verdaderamente histórico para el
movimiento popular será romper la máquina burocrática-militar-policial de la
oligarquía paraguaya y sustituirla por el estado revolucionario de los obreros
y campesinos; esa es la condición previa de toda verdadera revolución popular
¡Eso si sería algo histórico!
3)
ALGUNOS ARGUMENTOS.
“Mis argumentos en favor de mis ideas son
estas- dijo el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia depositando dos armas sobre
la mesa presidencial del congreso de julio de 1810-: una está destinada contra
Fernando VII y la otra contra Buenos Aires.”(9)
Al igual que el Dr.
Francia, los Francistas del siglo XXI no
carecemos ni de ideas, ni de argumentos. Las buenas ideas no triunfan por si
solas, necesitan de la ayuda de los “argumentos”. Nuestros “argumentos“ de hoy
día están destinados al imperialismo Norteamericano y a sus lacayos locales:
las fuerzas reaccionarias, conservadoras y socialreformistas.
“En último término, las grandes cuestiones
de la libertad política y de la lucha de clases las resuelve únicamente la
fuerza, y nosotros debemos preocuparnos de la preparación y organización de
esta fuerza y de su empleo activo, no solo defensivo, sino también ofensivo.”(10)
No es común que las
cuestiones en materia de transformación política y social se planteen de esta
manera. Nuestras palabras y nuestros métodos riñen con el tradicional discurso
sensiblero y con las formas de actuación aceptables y deseables por la
oligarquía defendidos por quienes acostumbran hablar en nombre del pueblo. La
larga época de predominio de la reacción política ha familiarizado a gran parte
del movimiento popular a considerar la lucha solo desde el punto defensivo y
nosotros, los Francistas del siglo XXI, somos ofensivos, no acostumbramos
responder a los ataques con actitudes y conductas defensivas sino con contra
ataques.
La familiarización con formas defensivas
de lucha ha formado toda una escuela de victimización del movimiento popular,
de recibir golpes y no dar, sólo se ha acostumbrado a una búsqueda de
compasión, se han formado estructuras organizativas, formas de actuación,
slogans y paradigmas mentales absolutamente defensivos.
Las ridículas, descabelladas y
malintencionadas críticas de nuestros detractores reformistas son productos del
apoderamiento de sus espíritus de formas defensivas de actividad, de permanente
victimización.
El espíritu defensivo y la victimización
permanente traen consigo, de manera casi natural, un apasionamiento por las
formas pacíficas y legales de lucha y a
considerar como inaceptable y erróneo cualquier pretensión de utilización o
utilización de formas de lucha contrarias a las declaradas válidas. Se erigen
los gurúes de la izquierda reformista que dicen solemnemente tener la verdad en
su bolsillo y que todos los que no piensan como él están equivocados, demasiado
atrevimiento no tiene menos que
repugnarnos a los revolucionarios. La subjetiva “verdad” de los reformistas no son más que productos
de sus espíritus impotentes.
Nuestros reformistas locales rechazan el
espíritu guerrero de nuestros ancestros guaraníes y el de los grandes
defensores de la patria independiente (1814-1870).En lugar de ser usado como
cimiento, para enfrentar con mayores posibilidades de éxito los desafíos
actuales, es olímpicamente rechazado.
Para que podamos dar un salto
cualitativo, los revolucionarios paraguayos debemos enraizarnos fuertemente en
lo mejor de nuestro pasado, redescubrir nuestra identidad enterrada por una
cobarde oligarquía. Solo así podremos ayudar al pueblo a destruir el servilismo
que ha penetrado en la conciencia nacional como consecuencia de la continua
humillación de los poderosos. Abandonemos los razonamientos turbios, anodinos,
impotentes, propios de la estrechez mental de quienes ponen sus destinos en
manos de otros y no los toma en propias
manos. Somos heredero de Francia y de Solano López; ¡con qué nos van a
amenazar!, ¡con qué nos podrán intimidar!..., pues, ¡con nada!
No luchamos con las actitudes y los
métodos de los impotentes sino con pensamientos y acciones que nos han enseñado
el creador de nuestra patria (Francia) y el más sublime y feroz defensor patrio
(Solano López).
… “Por la
experiencia de cuatro años de lucha sé que nunca la fuerza numérica y los recursos
se han impuesto a la abnegación y el valor del soldado paraguayo, que se bate
con la resolución del ciudadano honrado y del hombre cristiano, y que se abre
una amplia tumba en su patria, antes que verla humillada”.(11)
El pueblo paraguayo no es un tierno
corderito, se alimenta con ideas más nutritivas que la sopa boba intelectual
que le ofrecen los seudosocialistas. Los predicadores de la sumisión, deben
aprender que nosotros, al igual que Solano López, nos batimos, con abnegación y
valor y pensamos que es preferible abrir una ancha tumba en la patria, antes
que seguir viéndola humillada.
El espíritu sumiso es una debilidad y
sólo alienta a los opresores a buscar llegar siempre más lejos. La actitud
combativa, y aún más, la colisión violenta contra los opresores, es la forma en
que se encenderán de nuevo, en el pecho de todo el pueblo paraguayo, las brasas
ardientes de la libertad. Quien aspire a ser revolucionario, quien aspire a
convertir el “muero con mi patria” de Solano López en un “resucito con mi
patria” no puede andar sembrando espíritu de sumisión en el cerebro de los
hijos del más grande héroe americano “Solano López no tiene su igual ni en
Bolívar, ni en San Martín, ni en los más bellos tipos de constancia indomable y
grande que presenta la historia de América”.
El pueblo paraguayo ha sido protagonista
de épicas y gloriosas batallas en las que ha demostrado lo que vale; los
Francistas del siglo XXI nos ponemos a la altura de esa historia, tenemos claro
que “Un revolucionario blandengue, vacilante en los problemas teóricos y de estrechos horizontes, que justifica su
inercia con la espontaneidad del movimiento de masas y se asemeja más a un
secretario gremial que a un tribuno popular, carente de un plan amplio y audaz
que imponga respeto incluso a sus
adversarios, inexperto e inhábil en su arte (la lucha contra la policía
política), ¡no es , con perdón sea dicho, un revolucionario sino un mísero
artesano!”(12)
El apasionamiento pacifista
y la actitud victimista promovida por falsos profetas socialistas están
acompañados además, por un relajamiento en el uso del intelecto, la impotencia
también alcanza al intelecto.
“Sin teoría revolucionaria
tampoco puede haber movimiento revolucionario” (13);
el movimiento revolucionario que hoy recorre el Paraguay es producto de la evolución del pensamiento revolucionario
de jóvenes comprometidos con las masas populares; el movimiento avanza y la conciencia debe seguirlo y aún más,
adelantarse a él.
…Sobre todos los jefes deberán
instruirse cada vez más en todas las cuestiones teóricas, desembarazarse cada
vez más de la influencia de la fraseología tradicional, propia de la vieja
concepción del mundo, y tener siempre presente que el socialismo, desde que se
ha hecho ciencia, exige que se le trate como tal, es decir, que se lo estudie.
La conciencia así lograda y cada vez más lúcida, debe ser difundida entre las
masas populares con celo cada vez mayor, y se debe cimentar cada vez más
fuertemente la organización, así como la de los sindicatos”… (14)
El desarrollo de la
conciencia socialista revolucionaria del pueblo es la base que puede
asegurarnos el triunfo, su conciencia revolucionaria lo conducirá a la acción
revolucionaria.
Ningún problema social o
político se solucionará por el solo hecho de que hayamos tomado conciencia de
ello, pues es algo que está fuera de la mente, algo objetivo. La conciencia nos
ayudará a elaborar una solución, pero aún no basta con eso, debemos, con la
acción revolucionaria destruir las formas caducas de organización social y
política y construir las nuevas formas elaboradas de manera absolutamente
consciente, anticipadas en la mente.
Nuestra misión de
combatientes de vanguardia nos exige una altísima conciencia revolucionaria,
nos exige abandonar todo sentimiento de impotencia en la lucha por hacer
realidad, por concretar nuestros ideales.
La cerrazón intelectual de
los defensores del viejo Paraguay (entre quienes se encuentran la seudoizquierda
luguista) hace que promuevan ideas absurdas, fantasiosas, oscurantistas. Atizan
los prejuicios de la gente ante que su juicio.
Los Francistas del siglo XXI
debemos combatir con energía el ignorantismo, el misticismo, el irracionalismo,
el sentimentalismo pietista, en general, la búsqueda de soluciones mágicas y
fantasiosas a los males que mucho distan
de ser fantasiosos.
4) REFUTACIONES
Todo tipo de banalidades han difundidos los enemigos del Ejército del
Pueblo Paraguayo; nos atacan con la rabia más salvaje, y con el odio más
furioso, con la campaña más desenfrenadas de calumnias y mentiras. En esta
ignominiosa misión se toman de las manos y compiten tanto los reaccionarios
(Colorados, Unacetistas, Patria Queridistas), los liberales; el reformismo
seudosocialista luguista como así también algunos renegados, traidores y
cobardes. La competencia entre estas serpientes ponzoñosas es acerca de quién
escupe más veneno sobre el E.P.P. Como tienen todo el tiempo del mundo, pues
son unos haraganes, viven quejándose, desesperándose, discutiendo, buscando
alivio a sus almas atormentadas en homilías estériles de curas reaccionarios o
en el alcohol de las tabernas, bares y Pubs. Estos mequetrefes tienen el ánimo
turbado. Les invitamos a que serenen sus espíritus y traten de dar ideas
positivas al pueblo paraguayo.
Comencemos refutando algunas
opiniones de los seudodirigentes de la izquierda luguista y de los renegados.
Empecemos por el liquidacionista Omar Martínez, uno de los Mario Monjes paraguayo, este, ha capitulado
vergonzosamente, se ha vuelto pesimista y perdió la fe en el futuro de la
revolución paraguaya. Hoy día, se dedica a criticar desde su posición de
renegado a sus, negados por él mismo, ex compañeros. No le ha sido suficiente
liquidar al Partido Patria Libre; hoy, como individuo solitario, se dedica a
hacerse autobombo y tratar de impedir el crecimiento de la única organización
revolucionaria del Paraguay, el Ejército
del Pueblo Paraguayo.
Uno de los “notables argumentos” de Omar
Martínez contra el E.P.P es el de aventurerismo militar.
Al rebatir este “notable argumento”
empezamos citando la frase de un heroico comandante guerrillero: “me dirán
aventurero, y yo les diré: lo soy; ´sólo que de un tipo diferente, soy de los
que se juegan el pellejo para demostrar sus verdades” (15).
El aventurero es aquel que un día no muy
lejano hablaba de hacer la lucha armada y que ante las primeras dificultades
vino a presentarse ante la “justicia”
oligárquica con el ridículo pretexto propagandístico de que así evitaría
persecución a otros compañeros, buscando más bien, presentar la cobardía como un acto heroico y
generoso. Eso es ser aventurero. La norma de los verdaderos revolucionarios no
es presentarse, es decir, rendirse ante sus enemigos. El pretexto alegado no
sirve, si la norma fuese que los revolucionarios tengan que presentarse ante
sus enemigos porque de lo contrario perseguirán a otros, ningún revolucionario
de la historia hubiese luchado. En todos los tiempos y en todos los lugares
donde hubo lucha, los enemigos de la revolución siempre han ejecutado, en su
infinita cobardía, persecución contra los más indefensos y no por esto, los
revolucionarios se han entregado. La persecución no es culpa de los
revolucionarios (como muchos, incluido Osmar Martínez, quieren hacer creer aquí
en Paraguay) sino de quienes ejecutan esos abominables actos de tortura,
encarcelamiento, muerte de indefensos campesinos u otros miembros de la
población civil. Los guerrilleros colombianos no se presentan a las autoridades
porque estos descuarticen con motosierras a la población civil; los
guerrilleros vietnamitas no se presentaban ante los invasores norteamericanos
como respuesta a sus bombardeos con
Napalm sobre poblaciones civiles; así también, los guerrilleros paraguayos no
vendrán a presentarse a la “ justicia paraguaya” porque Sandra Quiñonez y Rafael Filizzola hagan redadas masivas y
encarcelen y torturen a indefensos campesinos y la culpa no es de quienes
luchan. Como dijo Pedro Pablo Caballero en Piribebuy, cuando le intimaron
rendición las fuerzas de ocupación: “estoy aquí para pelear, y si es necesario
para morir, pero no para rendirme”. (16). Somos
de quienes exponemos nuestros pellejos y no estamos para rendirnos; nuestra
decisión no es una moda pasajera (como lo fue en el pasado para Osmar Martínez)
sino el fruto de profundas convicciones y esas, se ven en nuestras vidas. Todos
los jefes del E.P.P tienen entre 10 a 20 años de trayectoria revolucionaria y
esta no la hemos comprado en los supermercados.
A nosotros no nos desanima la posibilidad
de una larga lucha, a los revolucionarios no nos asusta un trabajo largo,
nuestra estrategia y nuestra organización están orientadas hacia una labor muy
larga, no pensamos liquidar nuestra organización ante las primeras
dificultades. Solo gente como Osmar Martínez, que quiere hacerse pasar por
revolucionario pero que no es, puede apesadumbrarse ante las dificultades y
olvidar que el objetivo del socialismo es el de transformar de raíz las
condiciones de vida de, no solo el Paraguay, sino de toda la humanidad, por lo
que es imperdonable que un revolucionario socialista se asuste ante la
perspectiva larga de su tarea.
Nuestra tarea recién empieza y ya hemos
hecho mucho por el pueblo, mucho más que cualquier otra organización popular;
si hoy el gobierno y hasta los ultrareaccionarios de la A.R.P no recurren con
facilidad al simple asesinato de los pobres en lucha, es por el temor a las
represalias del E.P.P; si hoy llevan “ayuda social” a los pobres de algunos
lugares- “casualmente”, en las zonas de influencia del E.P.P- es porque le
temen como a la muerte, al crecimiento del E.P.P y pretenden contrarrestarlo
con forzada “generosidad”. El pueblo es mucho más respetado luego del
surgimiento de su ejército.
Pensamos hacer mucho más, pues somos
nada más que la avanzadilla, la punta de vanguardia del movimiento popular
paraguayo; el pueblo en lucha cuenta en nosotros con su vanguardia
revolucionaria; no queremos estar en la retaguardia de la lucha popular, no por
aventura sino porque sentimos un profundo compromiso con el pueblo, nos agrada
servirles.
Otro “notable argumento” del Mario
Monjes Paraguayo contra el E.P.P es que, según él, somos extemporáneos.
Por supuesto que para los demócratas
burgueses y pequeñoburgueses (Osmar Martínez entre ellos) no estamos de moda
los revolucionarios armados, somos unos dinosaurios. Esto no es nuevo, todos
los contrarrevolucionarios de la historia han dicho de sus enemigos
revolucionarios lo mismo; todos los seudorrevolucionarios han dicho siempre:
“No es el momento”. Para las clases dominantes y para los seudoluchadores nunca
es buen momento para luchar; siempre son extemporáneos quienes buscan seria y
sinceramente exterminarlos. ¡Cómo se nos ocurre a los Epepistas luchar con las
armas en la mano en pleno siglo XXI!
La moda es declararse ex guerrillero,
usar eso como propaganda para atraer votos populares y una vez en el poder
hacer lo contrario de los ideales revolucionarios de los guerrilleros que
lucharon contra las dictaduras no para instaurar la democracia burguesa sino para instaurar democracias populares
revolucionarias y profundos cambios socio – económicos en favor del pueblo. Los
ex guerrilleros que hoy abren sus brazos al capital norteamericano y declaran:
¡Vengan hermanos inversionistas, los estamos esperando con los brazos
abiertos!, traicionan la memoria de los guerrilleros muertos.
Los guerrilleros paraguayos del siglo
XXI no luchan por mantener la democracia burguesa, buscamos destruirla. Muchos
que han luchado contra la dictadura hoy se han convertido en burócratas tan
inhumanos como los esbirros dictatoriales. Muchos juzgan a los guerrilleros del
siglo XXI con los paradigmas de los 70, eso es un error, el mundo evoluciona, y
los guerrilleros también
Indiquemos aquí que los “argumentos” de
Osmar Martínez coinciden “casualmente” con los del presidente Fernando traidor Lugo quien en reiteradas
oportunidades ha declarado que la lucha armada no tiene cabida en Paraguay, que
es extemporánea y ha dado la orden a su policía “socialista” de exterminar a
los guerrilleros.
Pasemos a los argumentos de un grupo que
por la función social que cumplen deberían mantener cierta objetividad. Nos
referimos al SPP (Sindicato de periodistas del Paraguay), en los últimos tiempos
este sindicato ha actuado como el SPL (Sindicato de periodistas Luguista).Los
grandes jefes de este sindicato afirman que el EPP es una fantasía, algo
fantasmagórico.
¡Estos sí que están desquiciados!; negar
la realidad, no querer saber nada acerca de ella es propia de los sicóticos.
Estos constituyen un grupo de verdaderos lunáticos
Nos atacan sin motivo alguno, nunca los hemos agraviado,
reaccionan contra nosotros sólo por el amor que sienten hacia el sumosacerdote
de la seudoizquierda y hacia sus patrones oligárquicos, se molestan por el amor
que sienten hacia ellos.
Los jefes del SPL deberían estar bajo
tratamiento siquiátrico. Respondemos al SPL parafraseando un conocido
manifiesto:
Un fantasma recorre
el Paraguay: El fantasma del Ejercito del Pueblo Paraguayo; todas las fuerzas
del viejo Paraguay y sus aliados internacionales se han unido en santa cruzada
para acosar a ese fantasma: el Presidente de la República y la Embajadora
norteamericana; Rafael Filizola y Chuki Santos, el sindicato de periodistas del
Paraguay y la Asociación Rural del Paraguay; la tierna podredumbre de la
izquierda luguista junto a Carlos Soler,
Lino Oviedo, Calé Galaverna y Alfredo Jaegli.
Los colorados acusan a Lugo de ser del EPP, los seudosocialistas
a los colorados de estar confabulados con el EPP; ¿Quién no ha sido acusado por sus adversarios de
tener vínculos con el EPP? Con esto es evidente que el” fantasmagórico EPP” es una organización revolucionaria
reconocida. ¡Y el SPP se empeña en negar su existencia!
Bueno, por último decimos: si los
dirigentes del SPP fueran racionales podríamos perder más tiempo y ocupar más
espacios en rebatir sus “argumentos”, pero estamos muy ocupados en una guerra
como para gastar energías combatiendo las ideas fantasiosas de personas que
confunden su deseo con la realidad. El SPP desea que el EPP no exista, eso los
lleva a negar su existencia.
Pasamos a otro enemigo encarnizado del
Ejército del Pueblo Paraguayo, el Chanchito Montanaro “Socialista” Rafael
Filizola; este nefasto personaje busca confundir al pueblo con sus atolondradas
mentiras acerca de la insurgencia paraguaya; una de sus mentiras predilectas es
esta: “El EPP es una variedad del crimen organizado”: Que las clases dominantes
y sus asesinos profesionales como chanchito Filizola digan que los
revolucionarios, que los esclavos sublevados son bandoleros, criminales
comunes, crimen organizado, etc. No es nuevo, desde los tiempos de Espartaco
vienen repitiendo esas tácticas.
¿Dónde están las mansiones, los autos
lujosos, las cuentas bancarias, la buena vida de los epepistas miserable
Chanchito Filizola? Los criminales organizados son liberados a cada rato por
vuestros tribunales, viven en mansiones principescas, participan con ustedes en
acontecimientos sociales…
Nosotros en cambio, sufrimos el
ensañamiento de vuestros tribunales, la tortura, la violación de todas las
garantías, nuestra espartana vida se desarrolla en la pobreza… Nuestras metas
son sociales y políticas y en nuestras filas
nadie busca enriquecerse ni explotar a nadie.
La realidad de las cosas es que Chanchito Montanaro Filizola dirige la mayor
organización del crimen organizado en Paraguay: La policía nacional.
Veamos a otro personaje, el ayudante de
chanchito Filizola, su viceministro Carmelo “Narciso” Caballero; un señorito
que a cada frase que habla sobre el EPP agrega “grupo
Delincuencial”; Narciso Caballero tiene muy
pocas luces, cuentan que anda más preocupado de su cabellera que de su hueco cerebro.
¿Qué quiere decir Narciso Cabellera con sus dos palabras favoritas?; ¿Qué
violamos las leyes oligárquicas? pues sí, las violamos. O tal vez quiera decir
que tales violaciones no tienen contenido político, y con esto, Narciso
demuestra que sus años de universidad no le han recortado sus orejas de burro
pues el delito político no se configura por su forma sino por los móviles que
impulsan a quienes violan las leyes. Razonando como Narciso se llegaría a la
conclusión de que cualquier acción violatoria de leyes que vayan en contra de funcionarios del Estado sería, por sí mismas, delito político,
pues si se entendiese únicamente como delito político aquel que va contra el estado es inevitable la conclusión
anterior.
Los obispos católicos no se quedan atrás
en la cruzada que emprenden las fuerzas reaccionarias contra los Francistas del
siglo XXI, compiten unos cuantos pero sólo citaré a dos: el ultrareaccionario
Claudio Giménez y el ultraluguista
Melanio Medina.
Claudio Giménez afirma con el mismo tono
de los seccionaleros stronistas de la
voz del coloradismo que hay personas que personas que pretenden introducir
ideologías extrañas al ser nacional, para é, las ideas del creador de la nación
paraguaya independiente, del Dr. Francia son extrañas al ser nacional .Debemos
sospechar que Claudio Giménez identifica el ser nacional con las ideas colonialistas traídas por los
colonizadores españoles acompañados por obispos similares a Giménez que
bendecían sus atrocidades.
Me pregunto: ¿Quién tiene ideas extrañas
al ser nacional? ¿Usted, Sr.obispo Giménez? Me temo que sí, sus ideas
imperialistas no constituyen el ser
nacional sino, más bien, el no ser, que debieron ser destruidas para que
el Paraguay sea independiente, y hoy, usted se empeña en revivirlas.
El Francismo del siglo XXI habla
guaraní, come mandioca, escucha polca y guarania, le encanta la historia patria y es anti imperialista
rabioso. Y este es el punto central del
asunto, creerse un defensor del ser nacional y no ser antiimperialista es ser un
embaucador como lo es, sin duda, Claudio Giménez.
Mario Melanio Medina afirma que el EPP no existe. Este sí que es un argumento que nos deja
totalmente aniquilados… obispo ma he´i (ya un obispo lo dice).No hay peor ciego
que aquel que no quiere ver, y el obispo Medina evidentemente no quiere ver.
Prefiere ser como los ídolos rechazados por el padre de los creyentes, Abraham,
que tenían ojos y no veían y tenían oídos y no escuchaban. Melanio Medina
prefiere seguir rindiendo culto a su becerro de oro particular: la represa de
Jasyretá. Por suerte nuestra existencia no depende de la bendición del obispo
Luguista Melanio Medina.
Otro personaje que se siente agraviado
sin que nosotros nunca lo hayamos ofendido – su sentimiento de agravio es por
lo visto, en nombre de la oligarquía, al cual sí agraviamos – es un dirigente
del partido comunista paraguayo-que dicho sea de paso, no tiene nada de
comunista y sí mucho de liberal burgués
– de nombre Amado Najeeb; personaje que para convertirse en dirigente de la
juventud comunista tuvo que expulsar a todos los jóvenes comunistas, quedándose tan sólo, como
Robinson Crusoe como solitario líder nada más de sí mismo. Nos interesa citar a
este muchacho no porque tenga importancia lo que afirma o hace sino porque es
un ejemplo de cómo no debe ser un
comunista. Como Júpiter se enoja y lanza rayos contra el Ejército del Pueblo
Paraguayo; el pobre se enoja justamente porque no tiene razón, simplemente por
agradar a los oligarcas y sus esbirros.
Volvamos la vista hacia alguien que
desde su dorado refugio en las playas Brasileñas se dedica a lanzar comunicados
contra el EPP; otro Mario Mongues paraguayo; Juan Arrón .Se ha especializado en
denostar a sus compañeros buscando, por esa vía, ganarse el perdón de la
oligarquía. El renegado Arrón ha desertado cobardemente ante las primeras
escaramuzas contra los contrarrevolucionarios, se zambulló bajo las sotanas del
obispo Lugo, bucaron la ruta más rápida hacia la frontera Brasileña, abandonó a
todos sus compañeros y de haber tenido posibilidad se hubiese ido como
refugiado a la estación espacial internacional…
Las opiniones de los renegados carecen de
validez.
A nosotros nos
interesan los compañeros en lucha, sus opiniones, sus creencias. A ellos les
decimos parafraseando a aquel escritor griego:
Declaremos la guerra a la oligarquía y al
imperio norteamericano sin siquiera decírselos; no más ideas de negociación ni
debates. No perdamos más tiempo discutiendo o acusándonos entre nosotros;
dirijamos cada gramo de nuestra energía contra los enemigos. Seamos tan
inventivos e inspirados como lo fueron en Curupayty nuestros ancestros, quienes
derrotaron a un ejército imperialista mucho mayor. Quememos nuestros
carretones, vivamos de la tierra, actuemos rápido. No nos rindamos ni olvidemos
los peligros que nos rodean un solo segundo. Es ellos o nosotros, vida o
muerte, el bien o el mal. A quien trate de confundirnos con arteras palabras o
vagas ideas de pacificación declarémoslo demasiado estúpido y cobarde para
estar de nuestro lado y echémoslo. Que los imperialistas y los
oligarcas nos vuelvan despiadados Que una sola idea nos consuma: las ansias de
victoria sobre los enemigas del pueblo y de la patria.
Sólo la experiencia histórica dará una
respuesta definitiva e irrevocable a nuestros críticos; nosotros seguiremos
nuestro camino, no cambiaremos nuestras posiciones, no bailamos al ritmo que
quieren imponernos nuestros críticos.
“Marchamos en grupo compacto, tomados con
fuerza de las manos, por un camino abrupto e intrincado. Estamos rodeados de
enemigos por todas partes y tenemos que marchar casi siempre bajo su fuego. Nos
hemos unido en virtud de una decisión adoptado, con toda libertad, precisamente
para luchar contra los enemigos y no caer, dando un transpies, en el pantano contiguo, cuyos moradores nos
reprochan desde el primer momento el habernos separado en un grupo
independiente y elegido el camino de la lucha y no el de la conciliación. Y de
pronto algunos entre nosotros comienzan a gritar: ¡Vamos al pantano! Y cuando
se intenta avergonzarlos, replican: ¡que gente tan atrasada sois! ¡Cómo no os
avergonzáis de negarnos la libertad de invitaros a seguir un camino mejor! ¡ah, sí, señores, libres sois no solo de
invitarnos, sino de ir a donde mejor os plazca, incluso al pantano; hasta
consideramos que vuestro verdadero puesto está precisamente en él, y nos
sentimos dispuestos a prestaros toda la colaboración que esté a nuestro alcance
para trasladaros allí a ¡vosotros! ¡pero en tal caso soltad nuestras manos, no
os agarréis a nosotros, ni ensucies la gran palabra libertad, porque nosotros
también somos libres para ir a donde nos
parezca, libres para luchar no sólo contra el pantano, sino incluso contra los
que se desvían hacia él!
CAPITULO IV
LA
REVOLUCION DEL PENSAMIENTO
1)
PENSAR COMO REVOLUCIONARIO
Si nos planteamos llevar adelante una
revolución política y social se hace necesario revolucionar el pensamiento en
su forma y en su contenido. Veremos algunas cosas en este capítulo, de partida
es bueno tener presente que nada es imposible para aquel que de verdad se
propone llegar a algo; no digas no puedo…
Es
muy común escuchar en boca de los profesores liberales, de los agentes
propagandísticos de la oligarquía que el socialismo revolucionado es anticuado;
nada más alejado de la realidad; es la ideología liberal la que está anticuada,
el socialismo es algo nuevo, moderno, fresco.
El
espíritu de las leyes de Montesquieu, donde se da los fundamentos de la
separación de poderes, vio la luz en 1748; las cartas sobre la tolerancia de John
Locke, en 1689; la investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, de Adam Smith,
en 1776. El contrato social, de Juan
Jacobo Rousseau, en 1762. El acta fundacional del moderno socialismo científico
es el muy conocido manifestó, de Karl Marx y Federico Engels, publicado por vez
primera en 1848. El nacimiento del socialismo moderno es muy posterior a las
obras que sistematizan el liberalismo político y económico y el individualismo
filosófico. Esta ubicación en el tiempo ya nos demuestra quienes son los
verdaderos anticuados.
Pero el socialismo científico moderno no
sólo surge posterior al liberalismo ideológico, también lo supera, lo que en términos dialécticos
quiere decir es más evolucionado, ocupa un nivel más alto en la evolución del
pensamiento. El socialismo moderno se eleva por sobre los hombros de la
economía política clásica inglesa, de la filosofía clásica alemana y de la
ilustración francesa; elabora soluciones mejor concebidas para las
contradicciones de la sociedad capitalista; soluciones radicales.
Es muy probable que los fieros defensores
del capitalismo en Paraguay pongan como referente fundacional de sus ideas la obra de Adolf Hitler, Mein Kampf (mi lucha), de 1923. Y con esto no habrían más
que probar cuán verdad es lo que estoy
diciendo acerca del carácter anticuado de sus ideas, puesto que no hay forma de
sostener que el nazismo representa un progreso para la humanidad.
El pensamiento socialista es algo vivo,
robusto, tiene en sus filas a pensadores de la talla del Che Guevara con ideas
no sólo para el presente sino también para el futuro.
La cultura socialista revolucionaria
paraguaya debe luchar firmemente contra todas las ideas esclavizadoras opuestas
a la resistencia, a la lucha, a la liberación, a la evolución por vía
revolucionaria de la sociedad paraguaya;
debe destruir las ideas reaccionarias, estas impiden que los obreros y los
campesinos paraguayos levanten la cabeza; los revolucionarios debemos ayudarlos
propagando activamente las ideas revolucionarias, pues, “La conciencia
socialista moderna sólo puede surgir de profundos conocimientos científicos. En
efecto, la ciencia económica contemporánea es premisa de la producción
socialista en el mismo grado que, pongamos por caso, la técnica moderna; y el
proletariado, por mucho que lo desee, no puede crear ni la una ni la otra; la
ciencia no es del proletariado, sino de la
intelectualidad burguesa: es del cerebro de algunos miembros de este
sector de donde ha surgido el socialismo moderno, y han sido ellos quienes lo
han transmitido a los proletarios destacados por su desarrollo
intelectual, los cuales lo introducen
luego en la lucha de clases del proletariado, y no algo que ha surgido
espontáneamente dentro de ella.”(18)
Los Francistas del siglo XXI debemos
desarrollar los gérmenes socialistas del Francismo primigenio, esto lo
lograremos revistiendo las verdades universales del pensamiento socialista
revolucionario con formas nacionalizadas, paraguayisandola. Es necesario que nos apropiemos de la excelente cultura
popular paraguaya; para que esta sea el
ropaje de la cultura revolucionaria debemos rescatarla de la vieja y podrida
clase dominante que la utiliza en contra del pueblo. Debemos enraizarnos en lo
mejor de nuestro pasado para así
construir, sobre bases firmes, el porvenir de la patria liberada.
Popularizar los conocimientos
revolucionarios no significa vulgarizarlos, significa buscar la forma de
hacerlos comprensibles a la masa popular. Gran parte de los socialistas paraguayos han sido incapaces de lograrlo, creo, sobre
todo, por causa de que han tenido que vivir mucho tiempo alejados de su tierra
y han formado sus conocimientos sobre el terreno de otras realidades.
La cultura Francista del siglo XXI busca
ser una poderosa arma revolucionaria para las grandes masas populares
paraguayas. Busca prepararlas ideológicamente para la revolución. La revolución del pensamiento precede a
la revolución política y social. Pensar como revolucionario hace actuar como revolucionario.
No debemos olvidar que “sin teoría revolucionaria, tampoco puede haber movimiento revolucionaria”. (19)
No existe ninguna duda de que en la
actualidad debemos ampliar la difusión de la ideología socialista revolucionaria
(combatir el “socialismo” insípido, dulzarrón de los partidillos “socialistas”
gobernantes) y poner mucha más energía en el estudio de la historia
revolucionaria del Paraguay; si no procedemos de esta manera, seremos incapaces
de llevar adelante la gran revolución Francistas del siglo XXI.
“Cuando se hablan de ideas que
revolucionan toda una sociedad, se expresa solamente el hecho de que en el seno
de la vieja sociedad se han formado los elementos de una nueva, y la disolución
de las viejas ideas marcha a la par con la disolución de las antiguas
condiciones de vida.
En el ocaso del mundo antiguo las viejas
religiones fueron vencidas por la religión cristiana. Cuando en el siglo XVIII
las ideas cristianas fueron vencidas por las ideas de la ilustración, la
sociedad feudal libraba una lucha a muerte contra la burguesía, entonces
revolucionaria. Las ideas de libertad religiosa y de libertad de conciencia no
hicieron más que reflejar el reinado de la libre concurrencia en el dominio de
la conciencia”. (20)
Hoy día, en Paraguay, las ideas del
Francismo del siglo XXI libran una lucha
a muerte contra las ideas de los imperialistas, de los restos medievales
promovidas por curas y terratenientes, de los burgueses y de los reformistas
pequeñoburgueses.
Esta lucha de ideas es el reflejo de la
lucha a muerte de la moribunda sociedad oligárquica semicolonial paraguaya contra la naciente sociedad
paraguaya independiente de los obreros y campesinos. En el seno de la vieja
sociedad ya se han formado los elementos de una nueva y lucha por nacer.
El Francismo del siglo XXI es científico,
está en contra de todo misticismo y superstición. Llegar a la verdad objetiva
es su meta y la busca en los hechos.
Combate la inconsecuencia, la incoherencia por medio de la unidad entre teoría
y práctica. Hace concordar lo que se dice con lo que se hace.
El fin del Francismo del siglo XXI es
servir a las masas. Disolver las viejas ideas contrarrevolucionarias,
imperialistas, esclavizadoras es la meta de los trabajadores revolucionarios de
la cultura; estos no nadan entre dos aguas, siempre tienen compromiso con los
desposeídos.
2)
DE LO QUE SE TRATA ES DE TRANSFORMAR LA SOCIEDAD PARAGUAYA.
“Los filósofos no
han hecho más que interpretar de
diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.”(21)
La actividad
transformadora de los hombres, no ya de los filósofos, se percibe con mucha
claridad en la relación que establecen con la naturaleza. Aquí, los hombres,
con su actividad productiva, transforman la naturaleza, la adaptan a sus
necesidades. Nadie en su sano juicio puede negar esta actividad transformadora.
Más aún, aquí es bueno decir, los seres humanos se constituyen como tales, se
separan de los demás animales a partir de la utilización de herramientas para
sus tareas de transformación. La prehistoria de la humanidad comienza con la
invención y el desarrollo de la industria de la piedra tallada.
Pero, he aquí, que en el campo de la vida
social y política se pretende, en interés de las clases dominantes, negar toda transformación.
Los ideólogos imperiales proclaman el fin
de la historia y se promueve una interpretación conservadora de la política y
la sociedad, se afirma que la democracia liberal burguesa es eterna y que la
sociedad capitalista subsistirá per saécula saeculórum.
Nada más alejado de la realidad; las
tonterías burguesas seudocientíficas son concepciones interesadas que buscan
preservar su dominación de clase:
“La concepción interesada de la historia
que os ha hecho- erigir en leyes eternas de la naturaleza y de la razón las relaciones
sociales dimanadas de vuestro transitorio modo de producción y de propiedad-
relaciones históricas que surgen y desaparecen en el curso de la producción-,
la compartís con todas las clases dominantes hoy desaparecidas. Lo que concebís
para la propiedad antigua, lo que concebís para la propiedad feudal, no os
atrevéis a admitirlo para la propiedad burguesa.”(22)
Veamos dos aspectos de la vida social que
por todos los medios se pretende hacerlas ver como inmutables: la propiedad
privada de los medio de producción y de
cambio de los ricos oligarcas y el aparato político democrático burgués. Se
busca sacralizar y mantener intacto la maquinaria política oligárquica y su
propiedad privada.
El liberalismo ideológico y su aparato
político estatal se han instalado en Paraguay a partir de 1870. Los liberales
ideológicos (para no confundir con el partido liberal) no han llegado al poder en Paraguay por sus propios medios y a
través de una lucha contra otras fuerzas, no, han llegado al poder como sirvientes
de las fuerzas de ocupación que destrozaron la república en la guerra de la
triple alianza. Así se han apoderado del poder político. Tuvieron que
confabularse con tropas extranjeras matando a todo el pueblo paraguayo para que
se convirtieran en líderes de una nación que los rechazaba. No devinieron al
poder como revolucionarios que eliminaban el poder de la nobleza, el clero, y
la monarquía sino como reaccionarios sepultaban una república independiente más
avanzada que sus toscas ideas liberal- burguesas.
El liberalismo paraguayo es un
anacronismo aún antes de nacer. El prototipo de las revoluciones
liberal-burguesas (la revolución francesa de 1789) muestra a una burguesía
liberal aliada con el pueblo y en lucha contra la monarquía, contra la nobleza
y contra la iglesia dominante. Aquí, la rapiña
liberal no revoluciona nada, apaga, mata la revolución en alianza con la
monarquía brasileña, con la nobleza esclavista y con supersticiosos curas. El
poder político no cae en manos de los liberales como producto de la evolución
natural de la sociedad paraguaya, no surge de la necesidad histórica y, como
consecuencia de esto debe recurrir a métodos de mantenimiento en el poder que
liberales un poco consecuentes rechazarían. El nacimiento marca la evolución
posterior del liberalismo ideológico paraguayo, no libera, oprime, y uno de los
aspectos en que se ve es en la veneración supersticiosa del Estado y la
autoridad que promueven.
Durante la república independiente
(gobierno de Francia y de los López) el pueblo paraguayo sentía al Estado y a
las autoridades como institución y personas cercanas, amigas. No era el temor
lo que le hacía obedecer, respetar sino esa conciencia de que sus autoridades
no lo traicionarían. La destrucción de la república independiente significó la
destrucción de la base objetiva de ese sentimiento pero no la destrucción del
sentimiento, de la idea que había creado.
Las nuevas autoridades (posterior a
1870), el nuevo Estado ya no eran amigos del pueblo pero este siguió respetándolos
como respetaban a las autoridades y al Estado destruido. Las nuevas autoridades
ya no estaban como tales para hacer cumplir la voluntad del pueblo pero este
siguió pensando con las ideas creadas por las condiciones anteriores. Hubo un
brusco y violento cambio de la realidad, las autoridades dejaron de ser
servidores públicos para convertirse en amos pero el pueblo pobre siguió
pensando con el reflejo de la realidad anterior. Los astutos nuevos gobernantes
se dan cuenta de esta situación pero, por supuesto, no iban a destruir algo que
tanto les convenía; antes bien, se aprovechan de ello, lo reforzaron con
hábiles engaños que aún hoy día perduran. Aquí se origina una veneración
supersticiosa del Estado y de todo lo que con él se relaciona, veneración
supersticiosa bendecida por litros de agua bendita de los curas y que fue
arraigando cada día más en las conciencias. La gente se acostumbró y acostumbra
desde niño a pensar que quienes se encargan de los asuntos públicos merecen la
veneración supersticiosa cualquiera sea su conducta.
Se le hace creer al pueblo que la
función pública no puede ejercerse de otra manera más que con funcionarios con
sueldos exorbitantes y, según los amos políticos, así no se corromperán- esto
ya es una corrupción que se basa en una falacia; cuanto más dinero se les dé a
quienes se encargan de la función pública, más querrán. Fomentar la ambición,
la avaricia no adelanta en nada.
Los actuales gobernantes, y a partir de
1870 en adelante, ya no son amigos del pueblo, no son mandatarios del pueblo
sino sólo de la plutocracia, de la clase rica de la sociedad. No merecen ser
venerados ni respetados por el pobres; deben ser desalojados del poder… “Cuando
el Gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para este el más
sagrado de los derechos y el más imperioso de los deberes”…
Pasemos al otro punto; para los
adinerados no existe ley más sagrada que la de la propiedad privada de sus
riquezas; en defensa de la propiedad privada capitalista se asesina, se mutila,
se tortura, se cometen todo tipo de atrocidades.
El Francismo del siglo XXI propone, como
veremos con más detalles más adelante, la nacionalización de la mayor parte de
los medios de producción y de cambio; la propiedad privada capitalista no es
eterna, surgió históricamente y llega el tiempo en que se hace urgente
eliminarla.
“Os horrorizáis de que queramos abolir la
propiedad privada. Pero en vuestra, sociedad actual la propiedad privada está
abolida para las nueve décimas partes de sus miembros. Precisamente porque no
existe para esas nueve décimas (90 %) partes existe para vosotros. No
reprocháis, pues, el querer abolir una forma de propiedad que no puede existir
sino a condición de que la inmensa mayoría de la sociedad sea privada de
propiedad.”(23)
Nos proponemos convertir la propiedad de
los terratenientes y de los grandes empresarios en propiedad social; las
chillones quejas de los sacralizadores de la propiedad privada de los ricos no
guían la conducta de los Francistas del siglo XXI, de lo que se trata es de
transformar el Paraguay.
3)
LA CONCEPCIÓN MATERIALISTA DE LA HISTORIA
“No es la
conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser
social es lo que determina su conciencia.”(24)
¡Qué Bramidos sobre determinismo económico
ha provocado esta tesis! ¡Que bufidos sobre o es conocimiento de la libertad
humana ha arrancado de boca de los
fanáticos liberales! Con todo eso no demuestran más que su ignorancia y mala fe
pues no comprenden que “El desarrollo político, jurídico, filosófico,
religioso, literario, artístico, etc.; descansa en el desarrollo económico.
Pero todos ellos repercuten también los unos sobre los otros y sobre su base
económica .No es que la situación económica sea la causa, lo único activo, y
todo lo demás, efectos puramente
pasivos. Hay un juego de acciones y reacciones, sobre la base de la necesidad
económica, que se impone siempre en última instancia.”(25)
… ”Con esto se
halla relacionado también el necio modo de ver de los ideólogos: como negamos
un desarrollo histórico independiente (empleando la palabra histórico como
síntesis de político, jurídico, filosófico, teológico, en una palabra, de todos
los campos que pertenecen a la sociedad, y no sólo a la naturaleza) a las
distintas esferas ideológicas, que desempeñan un papel en la historia, les
negamos también todo efecto histórico. Este modo de ver se basa en una
representación vulgar antidialéctica, de la causa y efecto, de acciones y
reacciones. Que un factor histórico una
vez alumbrado por otros hechos, que son en última instancia hechos
económicos , repercute a su vez sobre lo que lo rodea e incluso sobre sus
propias causas, es cosa que olvidan, a veces muy intencionadamente, esos
caballeros…”(26)
La concepción materialista de la historia
tiene, para las ciencias sociales, la misma trascendencia que tiene la teoría de la evolución, de
Charles Darwin, para las ciencias naturales. Antes de aquella, las ciencias
sociales eran un maremágnum de subjetivismos; un caos, una organización
arbitraria, a gusto de cada escuela o historiador, de los diversos temas. La
teoría materialista pone a las ciencias sociales sobre bases objetivas.
Encuentra el hilo de Ariadna capaz de guiar
a los estudiosos de las cuestiones sociales por el camino del conocimiento
objetivo.
Los partidarios de la seudociencia
buguesa siguen sembrando la confusión y el caos en la cabeza del pueblo ayudado
por poderosos medios de difusión. Se ha hecho un lugar común y ha adquirido la
fuerza de un prejuicio la opinión interesada de
los Gustavo Volpe, Tito Nuñez, Héctor Cristaldo y cía., de que no es
posible organizar de otra manera, diferente al actual, la producción de los
bienes y su distribución ¡Hay que trabajar! Afirman; ¿Qué es lo que vamos a
distribuir, mas pobreza?, preguntan.
Afirman que sin ellos, y los de su
clase, se acabará todo trabajo y la sociedad se hundirá en el marasmo. Juran,
muy sueltos de lengua, que los “sacrificados” oligarcas son tales, en interés
del pueblo.
A los ricos les encanta afirmar que
ellos son imprescindibles, que sin ellos todo se desmoronará, que la anarquía
se apodera de toda la nación si ellos dejasen de dar trabajos a la gente, en
otras palabras, si dejasen de explotar y oprimir.
Los “argumentos” de los oligarcas son
ridículos, no soportan el más mínimo análisis racional, veamos: si tanto les
interesa la suerte del pueblo, podrían, perfectamente, trabajar por un sueldo
al servicio de este; renunciar a sus inmensas propiedades, ponerlas bajo
propiedad del Estado, renunciar al poder político, continuar como
administradores de sus antiguas empresas pero que las ganancias producidas en
lugar de ir a parar a sus bolsillos particulares sean utilizadas en beneficio
de toda la sociedad; ¿Para qué quieren acaparar todo? Nosotros los Francistas
del siglo XXI sabemos que no renunciarán; que no les interesa la suerte del
pueblo. También sabemos que habría mucho
más trabajo si organizásemos la producción no en interés de unos pocos
ricachones angurrientos sino en interés de la mayoría; si los oligarca no se
apropiasen de todos los medios de producción se tendría la posibilidad de que
todos colaboren en la producción de la riqueza social.
Las relaciones sociales de producción
manejada por los Vierci, Riquelme, Zucolillo, Tito Nuñez, Wasmosy y cía. Son, en realidad, un obstáculo para la
elevación permanente de la producción y para orientar esta en beneficio del
pueblo. El crecimiento económico capitalista crea más pobreza y es bastante
parecido al mito de Sisifo – aquel rey legendario de Corinto, célebre por sus
crímenes que fue condenado a permanecer en los infiernos y a empujar una roca
hasta la cima de una montaña, que siempre volvía a caer antes de llevar
arriba-, sube uno o dos años para volver a caer el o los siguientes años.
No es la escasez de la producción, como
quieren hacer entender los ricachones egoístas, la que impide que los productos
alcance a más paraguayos, no, es el interés individualista y despótico de un
minúsculo grupo de individuos avaros
que acaparan la producción social y la distribuye de acuerdo a las
ganancias que las producirá; allí está la causa.
Tomemos el ejemplo de la producción
cárnica. Los trabajadores paraguayos producen carne en abundancia y sin embargo
el consumirla se ha hecho privilegio de pocos, esto es así porque a los ricos
propietarios les conviene – mucho más venderla al extranjero y no les importa
un comino las necesidades de la gente son tan sádicos que hasta quieren que el
pueblo se alegre por sus “logros”, que actúe como masoquistas y se sienta feliz
por las ganancias de unos miserables.
En cuanto a que todos
debemos trabajar nosotros, los Francistas del siglo XXI, estamos
absolutamente de acuerdo; por eso pensamos acabar con el régimen que permite
que los ricachones vivan de la explotación sobre otros seres humanos sin
trabajar, pensamos establecer un régimen en que la obligación de trabajar será
para todos, incluido a los ricos desposeídos de sus riquezas; el que no
trabaje, pues, no come…
Nosotros no pensamos establecer una
sociedad de haraganes, como astutamente nos difaman los amos del Paraguay, por
el contrario, queremos abrir las compuertas para que todo el mundo, en
condiciones de trabajar, lo pueda hacer. Acabaremos con la mendicidad de esta
manera, dando oportunidad de trabajo a todos, y no solo oportunidad,
obligación. La mendicidad surge como producto natural de la sociedad
capitalista paraguaya a causa de que la oligarquía es incapaz, como clase
dominante, de hacer trabajar a todos los que pueden hacerlo. Ya no es capaz de
seguir desempeñando el papel de clase dominante.No es capaz de seguir dominando
porque no es capaz de asegurar a sus esclavos la existencia. La sociedad
paraguaya ya no puede vivir bajo la dominación oligárquica, la existencia de la
oligarquía es incompatible con la de la sociedad, ella es la enemiga de la
sociedad paraguaya. Desbarranca al Paraguay hacia una sociedad de mendigos, de
desempleados, de gente que para mantenerse deben estar esperando unas míseras
monedas del programa de transferencias condicionadas. La culpa de todo lo
tienen los oligarcas, son la clase dominante; deben ser desterrados de esa
posición.
La crisis en Paraguay es a consecuencia
de que las instituciones, las ideas, las relaciones sociales ya no están en
sintonía con el grado de desarrollo de las fuerzas productivas; estas exigen
nuevas relaciones sociales; requieren una revolución.
Las clases dominantes y su actual
gobierno proponen y llevan adelante una mayor liberalización de la economía
eliminando las conquistas que han conseguido los trabajadores a costa de mucha
sangre y lucha. Esto está llevando a un crecimiento macroeconómico coyuntural.
Se potencia la producción enfocada al mercado exterior, se busca expandir el
crédito, se produce cierto dinamismo comercial, como consecuencia de la mayor
acumulación de dinero en manos de los ricos que les posibilita mayores
posibilidades de gasto en productos suntuarios, y un fomento del consumimos de
unos cuantos privilegiados; todo para beneficio de unos pocos. Pero estas
medidas liberalizadoras también están incubando crisis de proporciones
apocalípticas como ya han ocurrido en otros países de Latinoamérica y de otras
partes del mundo. Además, al crecimiento económico neoliberal subyace el
aumento de la cantidad de pobres; sus condiciones de vida tienden a empeorar.
La solución no está en liberalizar aún
más la economía para dar un poco de aire a la moribunda oligarquía a costa de
enormes sacrificios y pérdidas para los pobres. La conquista de nuevos mercados
y la explotación más intensa de los trabajadores para dar un crecimiento
económico a los ricos sólo prepara crisis más extensa y más violentas.
La solución está en socializar los medios
de producción y de cambio fundamentales; esto traerá un desarrollo,
estable y permanente favorables a las grandes masas.
Pero, lo anterior no será posible
sin una revolución política, y la tarea
es esa. Con la dominación política como herramienta, iremos arrancando
gradualmente a la oligarquía los medios de producción y de cambio; los
transferiremos a toda la sociedad. Aquí sólo diré esto, más adelante tocaré con
amplitud el contenido de la revolución política y social.
4)
LOS PONCHO JURU (Se hace difícil una traducción literal, el desarrollo
del tema dará la comprensión).
“Puesto que ni
hablar se puede de una ideología independiente, elaborada por las propias masas
obreras en el curso mismo de su movimiento el problema se plantea solamente
así: ideología burguesa o ideología socialista. No hay término medio (pues la
humanidad no ha elaborado ninguna “tercera” ideología, además, en general, en
la sociedad desgarrada por las contradicciones de clase nunca puede existir una
ideología al margen de las clases ni por encima de las clases). Por eso, todo
lo que sea rebajar la ideología socialista, todo lo que sea separarse de ella
significa fortalecer la ideología burguesa.”(27)
Los reformistas proponen hacer un híbrido
entre capitalismo y socialismo. El mulo es un híbrido resultante del cruce del
asno y yegua o bien entre caballo y
burra; es estéril, no puede reproducirse, lo mismo que los productos de la cabeza
de quienes buscan hibridar el socialismo con el capitalismo. Esta hibridación
ideológica da como resultado unos seres gelatinosos acomodados a los
intereses capitalistas y estériles en
cuanto a los resultados beneficiosos para el pueblo.
Los mulos políticos del Paraguay-mulos de
la oligarquía-, los seudosocialistas del gobierno, están llenos de mañas para
lograr rebajar la ideología socialista. Estos no son los caballos de Troya(los
Aqueos utilizaron en la antigüedad durante la guerra de Troya, la treta del
caballo de madera ideado por el astuto Ulises para introducirse detrás de las
bien defendidas murallas troyanas; es la historia del famoso caballo de Troya),
son los mulos de Troya introducidas al interior de las masas trabajadoras para
separarlas de cualquier ideología revolucionaria y fortalecer de manera
solapada la ideología burguesa contrarrevolucionaria.
El jefe político de los mulos de la
oligarquía, Fernando “sátiro de San
Pedro” Lugo, alardea orondamente de su condición de “Poncho
Juru” y de su pensamiento ecléctico. El eclecticismo y la falta de principios
van de la mano. El jefe de los eclécticos está despojado de toda teoría
íntegra, coherente y meditada y se deja llevar por la corriente dominante del
presente despreocupándose del futuro; sus cachorros no son menos, son
igualitos. La actitud de acomodarse a las circunstancias para conseguir fines
individuales o de un pequeño grupo de cortesanos es muy propia de los “poncho
juru” paraguayos.
“Este olvido en que se deja las grandes,
las fundamentales consideraciones en aras de los intereses momentáneos del día,
esto de perseguir éxitos pasajeros y de luchar por ellos sin fijarse en las
consecuencias ulteriores, esto de sacrificar el porvenir del movimiento por su
presente, podrá hacerse por motivos “honrados”, pero es y seguirá siendo
oportunismo, y el oportunismo “honrado”
es quizás el más peligroso de todos”…
El viejo Engels pinta de cuerpo entero a
nuestros oportunistas del siglo XXI, con la diferencia de que estos son unos
deshonrados.
La verdad de las cosas es que existe una
oposición de principios entre el liberalismo (la ideología burguesa) y el
socialismo (ideología proletaria), los “socialistas pragmáticos” no son más que
unos traidores, agentes del liberalismo al interior del socialismo. Personas
realmente convencidas de las ideas socialistas no buscan hibridarlas con las
ideas capitalistas, buscan eliminar estas y sustituirlas por aquellas; eliminar
además, no sólo las ideas, sino la misma sociedad capitalista, limpiar el
Paraguay con el torrente impetuoso del socialismo paraguayisado, el Francismo
del siglo XXI; librar al Paraguay de la esclavitud capitalista, de los
innumerables horrores, bestialidades, absurdos e infamias de la explotación
capitalista. No será través de una
transacción con los opresores que podrá lograrse tan elevados propósitos.
Los pocho juru (reformistas criollos)
niegan todo programa revolucionario, desprecian la táctica revolucionaria, se
dedican a aliarse con los reaccionarios de Patria Querida o UNACE; buscan
apartar al pueblo de todo movimiento revolucionario.
“Otra forma de socialismo, menos
sistemática (hay que decir aquí que este se vuelto muy sistemático en
comparación al tiempo en que fue escrito esto, pero los rasgos esenciales no
han cambiado) pero más práctica, intenta apartar a los trabajadores de todo
movimiento revolucionario demostrándoles
que no es tal o cual cambio político el que podrá beneficiarles, sino solamente
una transformación de las condiciones materiales de vida, de las relaciones
económicas. Pero, por transformaciones de las condiciones materiales de vida,
este socialismo no entiende, en modo alguno, la abolición de las relaciones de
producción burguesas- lo que no es posible más que por vía revolucionaria -,
sino únicamente reformas administrativas realizadas sobre la base de las mismas
relaciones burguesas, y que, por tanto no afectan a las relaciones entre el
capital y el trabajo asalariado, sirviendo únicamente, en el mejor de los casos,
para reducirle a la burguesía los gastos que requiere su dominio y para
simplificarle la administración de su Estado”. (29)
Cualquier
observador medianamente reflexivo, aún sin que haya seguido sin
continuidad los acontecimientos en Paraguay hubiera presentido, o mejor,
entendido que los “poncho juru” encaminaban al pueblo hacia un mayor
sometimiento al capital. Todos sus discursos, todas sus instituciones llevan el
complemento “para el desarrollo”, y el
desarrollo, en boca de Borda y cìa. Significa mayor dominio del capital, mayor
sometimiento al FMI (Fondo Monetario Internacional). Los acuerdos de los
gobiernos anteriores con el F.M.I han sido ratificados en su totalidad sin
tener en cuenta para nada los intereses del pueblo.
Los poncho juru buscan afanosamente
estabilidad macroeconómica favorable a los ricachones, aseguran el pago de las
deudas a los aristócratas del capital financiera transnacional aunque los pobres tengan que comer tierra. Llevan adelante una
reforma del sector público, que es igual a un mayor sometimiento de las
instituciones estatales locales a lo que digan los amos de afuera. Buscan
engordar las reservas del Banco Central a fin de que los banqueros se cubran
las espaldas. Reparten unas migajas como ayuda social. El Estado abre todas las
puertas al capital nacional o extranjero para que exprima a los trabajadores
por un lado, y por otro lado ofrece cierta ayuda social a fin de que los
seudosocialistas aparezcan como personas preocupadas por la suerte de los pobres.
Lo que en realidad hacen a través de la
tan promocionada transferencia condicionada (limosna del F.M.I) es ayudar a
mantener vivo a los agonizantes a fin de ayudar aún más a los capitalistas
manteniendo un numeroso número de desocupados que presionan a que los salarios
sean bajos y dándoles un poco de dinero tienen la posibilidad de consumir para
que los capitalistas ganen más vendiendo más productos. Ya no bastan con la
“ayuda social” que de manera tan promocionada hacen los ricos – a estos les
encanta aparecer ante las camaradas donando limosnas a un pueblo en arapos –
también el Estado se dedica a repartirlas.
Lo que se desarrolla aceleradamente es la
pobreza.
Ya antes de que aúnan efectivamente el
gobierno los “poncho juru” empezaron a desplazar la ubicación de la de sus
ponchos bien a la derecha; sus engreídos ladridos de triunfo no encubrían más
quela impotencia pusilánime; la traición se hacía cuerpo en sus acuerdos para
formar gobiernos, sus felicitaciones mutuas eran a la vez deseos de que ocurran
algún milagro, pues carecían de un programa de gobierno coherente. Las promesas
de reaparición de Jesucristo de la mano del “profeta” Lugo para que el “reino
de Dios” se haga realidad chocaban con la dura realidad; y la debilidad, como
siempre, fue a refugiarse aún más en la religión, apariciones en misa,
bendiciones de obispos, chamanes, monges, brujos, indios tupi, etc. Buscaban
animar a los héroes del “poncho jurusismo” estos se esforzaban por refutar su
incapacidad mientras sus pedidos de comprensión llenaban el aire. Se reunían en
sus sagrados recintos y esperaban un milagro: que sus enemigos no se
reanimasen; su victoria “histórica” del 20 de abril no los había eliminado pero
la “lucha” de ellos ya había terminado. La reacción e sus adversarios no demoró
y los héroes del “poncho jurusismo” se guardaron sus promesas caza votos y
empezaron con las pragmáticas transacciones. Sus ánimos poco exigentes se
apagaron, todo se oscureció, se vino la noche; los conjuros del “Obispo
iluminador” ya no surtían el mismo efecto, sus hijos empezaron a aparecer, sus
crimínenos contra el pueblo y los revolucionarios eran reiterativos, no eran
una casualidad.
La certeza de que el aventurero la Mitra ha abusado de toda la nación se hizo
patente, hoy día casi nadie duda. El profeta no era más que un vulgar payesero
que no podrá exorcizar a la república del “infortunio que se ha enamorado de
ella”.
Así son los reformistas, así son los
híbridos, así son los mulos políticos de la oligarquía…así son los poncho juru.
Siempre han sido así, en todas partes, aunque sus partidarios no quieran
admitirlos.
5.) LA CULTURA DEMOCRÁTICA BURGUESA
Cultura democrática
es el nombre que adopta en Paraguay, en los últimos tiempos, la cultura
burguesa. Tal cultura es el reflejo ideológico de la democracia burguesa
liberal (régimen político) y el capitalismo
(régimen económico). La cultura democrática es la sopa boba que sirven
en las universidades, las escuelas, los colegios, los jardines de infante, la
prensa escrita, radial, televisiva, los teatros, peñas…
Los promotores de esta cultura afirman que
quieren fomentar la creatividad pero el primer compromiso que exigen es no
salirse de los rígidos marcos que imponen. Es una cultura conservadora en
constante connivencia con la cultura imperialista y permanente transacción con los residuos
feudales de los curas.
La enseñanza (reforma educativa) y la
prensa libre son sus principales vehículos de difusión. Se pretende imponer
como doctrina única, como un cuerpo de ideas que, según sus promotores, estaría
por encima de las clases. ¡Paparruchas burguesas! ¡Donde se ha visto que en una
sociedad de clase pueda existir cultura neutra! ¡ Tan democráticos son sus
promotores que quieren imponerla como doctrina única!; ¿no se dan cuenta acaso
que eso contradice el principio mismo de la democracia? ¿Qué la imposición de
la cultura democrática como doctrina única es un cruel despotismo?
La cultura democrática no son más que las
ideas de las clases dominantes pues, “las ideas dominantes en cualquier época
no han sido nunca más que las ideas de las clases dominantes.” (30)
¿De
qué cultura democrática se puede hablar–por ejemplo-cuando lo
contrarrevolucionarios pueden por todos, los medios, afirmar que hay que exterminar a los epepistas y a estos se les sella la boca?
A los “democráticos voceros” de esta
cultura les encanta hablar de tolerancia, por supuesto, a los ricos y a sus
lacayos les convienen que los pobres sean tolerantes con ellos. A los ricos les
viene muy bien que los pobres se desarmen ideológicamente y llenen sus cabezas con las democráticas
banalidades, mientras, las clases dominantes se aseguran ganancias, lujos,
poder, explotación.
La democrática cultura busca meter hasta
por los poros de los paraguayos la mezquina teoría de que el buen ciudadano es
aquel que respeta a rajatablas las leyes democráticas aún cuando estas les signifiquen el despojo y la muerte.
Las democráticas leyes no son más que la
expresión de la voluntad de la clase dominante y las pruebas que confirman esta
afirmación las tenemos diariamente; la ley no es nada para los ricos, ellos no
están sometidos a las leyes, muy por el contrario, someten a las leyes, a los
encargados de crearlas y de hacerlas cumplir.
A los oprimidos no le queda otra cosa
por hacer: Destruir en sus conciencias y en la realidad su sometimiento,
elevarse como clase dominante por medio de una revolución, transformar su
voluntad en leyes, y allí sí, obedecer y hacer obedecer, con la fuerza
revolucionaria armada de todo el pueblo, sus leyes.
Exigir –como lo hacen los
seudosocialistas y demás lacayos oligárquicos- el cumplimiento estricto de las
leyes oligárquicas en cualquier circunstancia con aquello de que la ley es la
ley es ser un miserable defensor del orden impuesto por la clase dominante, un
triste defensor de la explotación y opresión oligárquica.
Lo que Paraguay necesita no es adoptar
la cultura burguesa, la cultura de los propietarios; tal como se busca hacer
con la reforma educativa, no, ese no es el camino. Lo que Paraguay necesita es
una revolución cultural, una sustitución de la cultura de los explotadores por
la cultura de los oprimidos. El Francismo del siglo XXI, esa es la cultura que
nos asegurará la libertad, una cultura revolucionaria que promoverá la
revolución política y social.
La cultura democrática no es más que una
versión enmascarada de la cultura autoritaria, de la cultura stronista, y
ambas, son expresiones de las ideas de una misma clase dominante, dos caras de
una misma moneda.
5)
CULTURA IMPERIALISTA
Existe en Paraguay una fuerte presencia de la
cultura imperialista, que es el reflejo de la dominación imperialista en los
terrenos político y económico; muchos “connacionales” consideran su presencia
como algo natural y la fomentan sin el más mínimo pudor, con descaro.
Corresponde a esta categoría las ideas filosóficas, religiosas, artísticas,
políticas que contengan, que enseñen
conductas de esclavización nacional. Es lo que se ha dado en llamar “el
pensamiento único”, es decir “el sometimiento único” es decir, el sometimiento
de todos los pueblos a lo que traigan los norteamericanos.
La
cultura imperialista forma una alianza con la cultura burguesa (democrática) y
con los restos de la cultura feudal que
domestican a los curas fundamentalmente. Esta alianza cultural reaccionaria
sirve a los intereses políticos y económicos de los imperialistas, de la
burguesía y de los terratenientes.
La cultura revolucionaria, del Francismo
del siglo XXI, libra una lucha a muerte con esta alianza reaccionaria.
Los propugnadores de la subordinación del país a los Estados
Unidos predican la tesis de que el modelo norteamericano es digno de imitar
porque este significa el progreso en el aspecto técnico, cultural, económico,
literario, deportivo costumbres, medicina, alimentación.
Lo que no dicen estos sabiondos es que el
progreso norteamericano, aún en lo que tiene de positivo, se ha hecho sobre la
base de la explotación imperialista de casi todo el planeta y que, si queremos seguir tal modelo
tendríamos que convertirnos en explotadores imperialistas universales, lo cual,
asumiendo que estemos dispuestos a hacerlo, es, en realidad algo imposible.
La cultura de la alianza reaccionaria
domina los medios masivos de comunicación.
Los propulsores de la cultura imperial
enloquecen por el cine norteamericano. Con solo conocer ciertos aspectos de la cultura yankee ya desprecian todo lo nacional. Se
extasían con los premios Oscars y su modelo
de ser humano, al igual que los Nazis, es el rubio de ojos azules. Presumen de su desconocimiento
del guaraní y les encanta decir
frasecitas en inglés. Se mueren por las horrorosas hamburguesas Mc Donals y les sabe horrible un suculento
bori bori o un apetitoso chicharo trensado. Sus hijos llevan nombres
anglosajones y sus mascotas no se quedan atrás. No conocen los nombres de los
músicos nacionales pero se saben hasta la fecha de nacimiento de los músicos
yankees…
Creemos que estos amantes de la cultura
imperial harían mucho bien si fuesen a vivir a los Estados Unidos; así
descansamos de estos mercenarios malinchistas.
El Francismo del siglo XXI los rechaza,
pero entendámonos bien, no se trata de un rechazo absoluto de toda cultura
extranjera; debemos asimilar sin perder nuestra identidad, todo lo que hoy nos
pueda ser útil. No obstante, debemos tratar todo lo extranjero como lo hacemos
con los alimentos: observarlos detenidamente, limpiarlos, masticarlos bien y
luego lo sometemos a un proceso de transformación por las secreciones del
estómago y los intestinos; los descomponemos en sustancias nutritivas
asimilables y provechosas, y en desechos, que son eliminados. Solamente así
podremos sacar provecho de culturas extranjeras.
Engullirnos la cultura extranjera,
asimilarlas sin crítica es un craso error. La imitación mecánica de lo
extranjero; la consideración errónea de
que por el solo hecho de ser extranjero será bueno, nos llevará a mayores
sufrimientos.
Nuestra riqueza cultural no debe ser
algo prestado de otros o que sirva a los intereses extranjeros. Debemos tomar
de la cultura de otros países una cantidad inmensa de materia prima para
nutrir, acrecentar nuestra propia cultura. El camino no es liquidar nuestra
cultura ni subordinarla a la
norteamericana (como quieren los adoradores de los gringos), el camino está en
nutrir la nuestra, la paraguaya, con la materia prima que nos provee la cultura
universal.
6)
LAS SUPERVIVENCIAS REACCIONARIAS DE LA CULTURA FEUDAL
Los curas y los terratenientes van muy unidos
de la mano en la promoción y defensa de retazos
culturales retrógrados.
La
iglesia católica es la guardiana de las tradiciones ultrareaccionarias de un
tenebroso pasado. En Paraguay, esta defensora de las ideas feudales se
considera “la reserva moral de la nación”, más acertadamente debería
autodenominarse “la reserva reaccionaria de la nación”. Los obispos y curas
católicos, no contentos con haber bendecido, sacralizado la esclavitud y la
servidumbre en el pasado, hoy día sacralizan la esclavitud asalariada a cambio
de una parte de las ganancias que los terratenientes y los burgueses acumulan a
manos llenas desangrando a los trabajadores.
Los obispos paraguayos no se
contentaron, como vulgarmente se dice, con la parte del botín que le
entregaban, querían más, y para conseguir su objetivo ayudaron a uno de los
suyos , al crápula, libidinoso, depravado e inmoral Fernando Lugo a convertirse
en presidente de la república.
Al ver que los políticos burgueses
estaban muy desprestigiados ante los ojos del pueblo. Enviaron al “obispo
iluminador” a la política. Lanzaron a uno de los cachorros del papa nazi a
cubrir la espalda de los políticos en decadencia con la esperanza de que su
licenciosa vida no fuera descubierta.
Los cachorros del imperio ideológico
reaccionario (la iglesia católica) siempre han intervenido como apaciguadores
de la lucha popular paraguaya, siempre han actuado como canal alternativo para que el pueblo no se
desbordase hacia una lucha revolucionaria.
En el horizonte se vislumbra amenazante
la figura del Ejército del Pueblo Paraguayo; la vieja sociedad, en nombre de la
propiedad, la religión y el orden se alza en una cruzada contrarrevolucionaria
encabezado por el aventurero de la mitra.
Sus socios pontífices de la religión, la
propiedad y el orden derraman litros de
agua bendita sobre los defensores de la propiedad oligárquica y sus armas.
Intentan exorcizar el cuerpo social de la maldición epeppista, la niebla cae
sobre la república, los cuerpos revolucionarios acribillados son empaquetados
en negras bolsas, las cárceles se llenan de presos políticos bajo los cargos
más absurdos, los niños son muertos en el destierro, los ranchos de los
campesinos son quemados, las bocas de los revolucionarios son selladas, sus
lápices son rotos, sus escritos destruidos…todo en nombre de la religión, la
propiedad, el orden. Se demuestra una vez más la verdadera naturaleza de la
“reserva moral de la nación”
Las enseñanzas del clericalismo
reaccionario proponen la sumisión servil de los pobres a los ricos y para
reforzarlas aún más, afirman que esa es la voluntad de dios.
Entre los siglos XII y XIII se
desarrollo por distintas regiones de Europa un movimiento religioso cristiano-
los Albigenses-, cuyos miembros se caracterizaban por la extremada sencillez de
sus costumbres y propugnaban un retorno a la pureza de los primeros tiempos del
cristianismo. El vaticano ordenó su exterminio, fueron declarados herejes;
¡cómo se atrevían a proponer pureza a los corrompidos miembros del clero
católico! El Abad de Cister, Arnan Amal Ric, delegado del papa es esta cruzada,
al ser consultado sobre el medio de distinguir
a los herejes de los que no lo eran respondió: matadlos a todos que,
dios reconocerá a los suyos…
Hoy, los curas católicos siguen con la misma
“cultura” del horripilante pasado del clero católico. “la reserva moral de la
nación” quiere predicar moralidad y tiene entre sus filas a un Livieres Bank o
a un, “con permiso”, obispo Lugo. Es imperativo que si la pretensión de los
curas es seguir hablando de moralidad, dejar de ser inmorales y lleven una vida austera, recta,
sencilla.
El Francismo del siglo XXI debe combatir
las ideas oscurantistas de las diversas sectas y religiones y no permitir que
unos incoherentes digan lo que quieran (como los curas católicos). Sin aceptar
ninguna crítica. Quienes pretenden regir las conductas de los demás, deberán
vivir lo que predican.
El Francismo del siglo XXI es
revolucionario y socialista, lucha por la eliminación de las desigualdades
sociales y deberá luchar contra los
obispos y curas que sacralizan la desigualdad y los privilegios de unos cuantos
ricachones. La milenaria cultura de opresión y esclavitud del clero católico no
traerá la liberación del Paraguay, esto ya lo sabía el Dr. Francia que llego a
afirmar que” si el papa viniera al Paraguay él sólo lo haría su capellán”
El clero católico paraguayo predecía la
intolerancia y el odio contra los Francistas del siglo XXI, y esto, aunque se
llenen la boca con las palabras amor y
tolerancia.
CAPITULO V
CONTENIDO
ANTIIMPERIALISTA DE LA REVOLUCION FRANCISTA DEL SIGLO XXI
Muchos son quienes
pregonan que debemos enterrar el pasado; nosotros no lo creemos así, enterrar
el pasado significaría perder nuestras raíces, nuestra identidad. Enterrar el
pasado es también, enterrar el porvenir.
“Los hombres hacen su historia, pero no lo
hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino
bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y
les han sido legadas por el pasado.
La tradición de todas las generaciones
muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos” (31)
Nuestra historia
nacional tiene un rico contenido antiimperialista, aprendamos de ello.Nuestro
propósito en este capítulo, no es estudiar la historia paraguaya en su
totalidad , más bien,a partir de acontecimientos históricos visualizaremos las
actitudes que tuvieron los grandes defensores de la patria ante agresiones
imperialistas . También veremos las actitudes que por contrario, han facilitado
y acompañado las agresiones imperialistas y se han prestado como títeres de los
agresores a actuar contra su propia patria.
1)
EL PROGRAMA POLÍTICO DE LOS PARTIDARIOS DE LA ABSOLUTA INDEPENDENCIA.
“Esta asamblea no perderá su tiempo
debatiendo si el cobarde padre o el apocado hijo es rey de España. Cada uno de
ellos ha abdicado dos veces. Los dos han demostrado su débil espíritu y desleal
corazón. Mas sea o no el rey de Esapana el uno o el otro.
¿Qué nos importa a nosotros? Ninguna de
ellos es ya rey de Paraguay. El Paraguay no es patrimonio de España, ni
provincia de Buenos Aires. El Paraguay es independiente y es república. La
única cuestión que debe discutirse en esta asamblea y decidirlo por mayoría de
votos es como debemos defender y mantener nuestra independencia contra España,
contra Lima, contra Buenos Aires y contra el Brasil; como debemos mantener la
paz interna; como debemos mantener la
pública prosperidad y el bienestar de todos los habitantes del Paraguay”(32)
Las ideas avanzadas del Dr. José Gaspar
Francia citadas precedentemente fueron expuestas valientemente en el congreso
de vecinos de julio de 1810. Los planteamientos radicales expuestos por el
líder revolucionario – padre del Francismo del siglo XXI. Escandalizaron a los
reaccionarios y conservadores pero expresaban el sentimiento del pueblo llano.
Este patriótico discurso, es también, un
tiro directo al corazón de quienes defienden la idea de una supuesta tendencia
al conservadurismo del paraguayo; esto prueba que no es así, pues siguieron, la
mayoría de los paraguayos, las ideas Francistas. El pueblo paraguayo, incluso
antes del logro efectivo de la independencia, ya había elaborado un completo
programa político revolucionario de absoluta independencia y profundas
transformaciones socio-económicas favorables a las grandes masas populares. La
república paraguaya independiente no se origina ni en el sentimiento, ni en el
pensamiento y la acción de fuerzas antipopulares conservadoras; se origina en
el sentimiento, idea y acción de fuerzas populares, revolucionarias; es obra de
los revolucionarios, nace de padres rebeldes e insurrectos. El pueblo paraguayo
tiene genes revolucionarios y el más extraordinario revolucionario
latinoamericano de la primera mitad del siglo XIX, Gaspar Rodríguez de Francia,
fue paraguayo…Ni Bolivar, ni San Martín, ni Sucre, ni Artigas, ni ninguna otra
de las grandes figuras latinoamericanas de comienzos del siglo XIX, ninguno de
los que adelantaron la revolución, pudieron darnos con su actitud política una
guía para nuestro presente. Tal vez encontraríamos algunas similitudes en el
grupo de hombres que, con Mariano Moreno, participó en mayo de 1810 en el proceso
revolucionario de Buenos Aires; o en figuras calumniadas por la mala historia,
como Jose Gaspar Rodríguez de Francia, a quién el mismo José Martí - llevado errónamente por los juicios – ya
hechos sobre su figua – no supo ver en realidad como lo que era, como una
representación Jacobina, revolucionaria, en el sur americano. Por ello nos
habló erróneamente – también los grandes tienen sus errores de apreciación
inevitables – de “el Paraguay lúgubre de Francia”, sin darse cuenta de quienes
habían creado la leyenda del Paraguay “lúgubre” de Francia eran los mismos que
hablaban de la Francia lúgubre de Robes Pierre y de los Jacobinos. “ (33)
La actitud política que guía en el
presente a los montañeses Jacobinos socialistas – Francistas revolucionarios
paraguayos del siglo XXI –, es la misma actitud que animaba al padre de nuestra
patria, buscamos: reconquistar nuestra independencia de las garras del
imperialismo, independencia que nos ha sido arrebatada mediante una guerra de
exterminio; destruir el poder político de la oligarquía, su democracia de
vertedero; instalar el poder político de los obreros, los campesinos y de todos
lo oprimidos; iniciar la liquidación del régimen capitalista con el propósito
de lograr “la pública prosperidad y el bienestar de todos los habitantes del
Paraguay”.
Los Francistas del siglo XXI estamos
decididos a lograr tales propósitos.
Los anifrancistas, entre los cuales se
destacan los adoradores del estilo americano de vida, traicionan la memoria de
los héroes de nuestra patria. Todos los verdaderos paraguayos estamos
compelidos por nuestra historia a destruir la dominación del imperialismo
norteamericano. El verdadero paraguayo no acepta, tiene un odio venenoso y
destructivo, a quienes oprimen nuestra nación desde fuera y a quienes lo
permiten desde dentro.
La Gironda socialista paraguaya (la seudoizquierda
luguista) es, a pesar de lo que puedan decir, antifrancista práctica pues, con
su actitud vacilante, sigue la senda de las componendas con todas las fuerzas
oscuras de la reacción de la oligarquía paraguaya.
La oligarquía no puede seguir rigiendo
los destinos de nuestra patria, ni por si misma, ni a travez de la Gironda
socialista. La pernisiosa coalición de ricachones es inepta, incompetente,
corrupta, traicionera y traidora; no defiende los grandes intereses de la
nación, sino sus mesquinos y egoístas negocios.
La avara, deshonesta y pérfida
plutocracia que se ha adueñado del poder político poniéndose al servicio, no de
la libertad y la independencia patria
sino cumpliendo el ignominioso papel de mercenarios al servicio de los
ejecutores del mayor genocidio americano de los tiempos modernos – la guerra
del Paraguay del 1865 – 1870-.
Los grandes magnates de hoy son los
descendientes de aquellos traidores de la patria, de aquellos judas que lo han
ayudado a que nuestro país se convierta en una semicolonia. Las 20 familias
oligárquicas odian y desprecian al pueblo paraguayo.
Es por eso que los gobiernos oligárquicos
y pro oliarquicos no pueden defender los intereses nacionales; son débiles por
no representar al pueblo, y tienen una tendencia innata a la conciliación con
los enemigos de la patria. Apenas ven la bandera norteamericana, brasileña o,
aún la argentina empieza a sentir miedo, les tiembla el pulso y se les doblan
las rodillas hasta tocar el suelo.
La plutocracia paraguaya y sus siervos
rentados – entre quienes figuran los seudosocialistas del “gobierno del cambio”
que no cambia nada – sufren un mal tan perjudicial para la nación, como la
abyección, el sometimiento, la debilidad y la cobardia; es el raquitismo
intelectual. Sus miembros, en una aplastante mayoría son tavy con plata
(ignorantes con dinero).
Pero carecer de ideas sería sólo una
desgracia a medias si la plutocracia y sus lacayos tuviesen corazón; mas estos,
tampoco tienen corazón, y esto ya es una desgracia completa, una ruina total.
La envidia, el egoísmo, la soberbia, la vanidad han carcomidos sus corazones.
Sus ojos solo se iluminan con el tintineo de las monedas.
No será posible restablecer la soberanía
nacional bajo el liderazgo de la oligarquía. Ella representa el principal
obstáculo para el logro de este fin tan necesario, es el estorbo mayor a la
liberación nacional y popular. Con la oligarquía en el poder seguiremos
esclavos del imperio con todo lo que eso implica: desempleo, inseguridad,
atraso, ignorancia, muerte. El exterminio del poder político de la plutocracia
mezquina y el logro de la libeación nacional nos traerá trabajo, salud,
educación, bienestar, progreso…
Las clases populares paraguayas han
demostrado al mundo entero lo que valen y son capaces de hacer; la república
revolucionaria y popular (1811 – 1870) es la demostración más contundente de la
altísima capacidad del pueblo paraguayo. Sin la oligarquía y contra ella, en
tan sólo medio siglo ha convertido a la más atrasada de las colonias españolas
del plata en la más avanzada de las repúblicas latinas de América.
La oligarquía, en cambio, en 140 años de
gobierno, 1870 en adelante, nos hunde cada día más en la miseria, la
ignorancia, el atraso, el hambre y la muerte. Ha convertido nuestro país en el
más atrasado de sudamérica y en el más corrupto del mundo.
El tema del Paraguay independiente fue
este: “Independencia o muerte”; el de la república oligárquica semicolonial es
este: “sometimiento o muerte”, ¡muerte a los patriotas! ¡Muerte a los
antiimperialistas! ¡Muerte a los epepistas!.
Todas las fuerzas imperialistas del
mundo son enemigas para el Francismo del siglo XXI, todas las fuerzas
antiimperialistas, de alguna u otra manera, son amigas. A los revolucionarios
paraguayos no nos importan las opiniones de los opresores internacionales, nos
importan las opiniones de los pueblos. Veamos en las siguientes páginas la
actitud de nuestros mayores ante los imperialistas; aprendamos de quienes nos
antecedieron en la revolución; contamos con la ayuda de las clases populares de
los países pueblos que citaremos en las siguientes páginas y cuyas clases
dominantes son imperialistas.
1)
DEFENDIENDO LA SOBERANIA CONTRA
LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA
Un permiso para realizar inversiones fue
concedido por el Presidente Carlos Antonio López, en 1853, a un ciudadano
norteamericano de nombre Edward
Augustus Hopkins. Este individuo creó la
compañía “United States and Paraguay
Navegacion Company”. En esta firma tenía participación el propio secretario de
Estado Norteamericano de entonces James Ruchanan. La compañía instaló en
Asunción una fábrica de cigarros, otra de ladrillos y varias industrias menores
y comercios. Las irregularidades cometidas por los norteamericanos, no muy
inclinados a reconocer las prerrogativas del Estado paraguayo, hicieron que
Carlos Antonio López odenara la expropiación de todas las inversiones Yankees,
y aún más, de todas las inversiones extranjeras. Prohibió a los extranjeros
poseer bienes en el Paraguay.
¡Que gran diferencia con los gobernantes
actuales, lacayos del imperio yankee que
invitan con gusto, a que las trasnacionales vengan, se instalen con todos los
privilegios y devoren nuestras riquezas
y la sangre de los trabajadores paraguayos!
Bien, retomemos la historia, hopkins reclamó
represalias contra el Paraguay en estos términos: “el gobierno de Estados
Unidos –dijo apenas permitiría que una tribu de indios norteamericanos o de
salvajes Malayos, invoque los principios del derecho internacional en su
defensa. Este presidente López es peor que ellos. Hablar con ellos es pérdida
de tiempo, lo que les hace falta es una muestra de nuestros cañones”(34)
¡Y vinieron los
cañones!; el USS Wuater with (bruja de las aguas), barco de guerra de los
Estados Unidos, se deslizó amenazante por las aguas del Paraná en las costas Correntinas. Pero Carlos Antonio
López no era hombre que se deje intimidar por las garras imperiales, no, eso
nunca. Él prepara sus fuerzas para hacer respetar la soberanía nacional.
“RESERVADA:
Al comandante en
jefe de la escuadra nacional.
Hay noticias de que
el Water with se prepara a entrar en los ríos de la república sin necesidad de
licencia porque dice que no la necesita. Repito que si llega el caso se hará
toda la resistencia posible, como tengo prevenido anteriormente.Hará requerir al comandante del “Water with” con el decreto
del 3 de octubre diciéndole que en su virtud no se le puede permitir el arribo…
Pida usted con esta
orden al comandante de la villa del Pilar las detonaciones de tiro a metralla y
bala del depósito de pertrechos de dicha
villa, para esos cañones de a 6 que se hallan con pocas dotaciones, según
refiere usted en su oficio del 28…son muy atrevidos esos piratas, y ya es
demasiado. No se puede dudar que los Correntinos les ayudarán en cuanto le sea
posible siendo contra la república; y lo mismo se puede esperar del gobierno de
la confederación. La invasión preanunciada de los americanos les presentará la
ocasión de ponerse con ellos contra la república.
Tampoco espero que se hagan neutrales, en
cuyo caso les negarán el arribo. Será pues tiempo de que se aclaren las cosas,
y haga el Paraguay lo que pueda.
Se tendrá presente desde ahora que en las
costas de la república no hallarán los piratas especie alguna de mantenimiento,
ni podrán cortar leñas impunemente, y que serán
hostilizados de ida y de noche:
Que no se les dejará dormir, descansar,
ni poner el pie en ninguna playa, se llenarán las costas de tiradores y piezas
de artillería volante, todo lo que tengo prevenido al comandante Robles. El
vapor paraguayo tal vez sufra embarazoy tropiezos por las hostilidades que no
dejarán de procurar los piratas. Con ese solo vapor dotado de la artillería
gruesa que trae al mando de un capitán de alta recomendación, haría
impenetrable la boca del río Paraguay. Muestra esta carta al comandante Robles,
por si no hay tiempo de repetir por separado, con la prevención de que en la
primera ocasión me incluirá una copia íntegra para tenerla presente.
Asunción,
Octubre 31 de 1854”
López (35)
La oligarquía
desalojada del poder político y económico
de la república desde los tiempos de Francia se solidariza con las
fuerzas invasoras desde Buenos Aires. Manuel Pedro de la Peña (Oligarca
antipatriota, antecesor no tan lejado de los Escribas Mitristas del grupo la
Nación, del Paraguay, los Vargas Peña) saluda a los marines con palabras llenas
de servilismo: “Bienvenido seaís a estas playas sudamericanas ilustres
americanos del norte ¡bienvenido seaís, digo, porque sé que vosotros os dirigís
al Paraguay!”(36)
El 1 de febrero de
1855, el Water with, con la soberbia acostumbrada de los piratas del norte, se
presentó con actitud provocadora frente a la batería defensiva de Itapirú. Fue
advertido con varios disparos de salva
para que se detuviera .No hizo caso; “Era tiempo de que las cosas se
aclaren”. Se ordenó el bombardeo con
proytectiles y la insolente “bruja de las aguas” fue cañoneada. Seriamente
dañada, con un marine muerto y varios heridos huyó de prisa hacia las “playas
sudamericanas” de Buenos Aires donde de la Peña y sus amigos traidores a la
patria podían lamerles las heridas.
Los ricos norteamericanos, sus marines,
sus agentes políticos, sus organismos de “ayuda”, etc.; no solamente nos
explotan, nos oprimen y nos tienen de menos; también nos odian, y este odio no
es sólo de ahora, es de hace mucho tiempo. Veamos lo que un pirata amigo de
William Walter decía en tiempos en que las bizarras tropas de F. Solano López
defendían la nación. Esto dijo el diplomático norteamericano Charles A.
Washburn, “Por su torpesa y ceguera, junto a otros pecados, el pueblo paraguayo
merece el completo exterminio que lo aguarda. El mundo tendrá justo motivo para
congratularse cuando no hubiera ni una sola persona que hable el endiablado
guaraní” (37)
Los norteamericanos odian hasta nuestro idioma guaraní.
Las garras brutales del imperialismo
norteamericano no son amigas de los paraguayos. Liberar a la patria de manera
total y definitiva del dominio yankee es un deber de todo verdadero paraguayo.
Los vampiros del norte succionan nuestros recursos y se burlan de los
paraguayos pobres. El Francismo del siglo XXI tiene claro que una vez instalado
el gobierno revolucionario. Este deberá resarcir al pueblo paraguayo de todos
los males que le ha causado el imperio maligno expropiando todos los bienes de
todos los norteamericanos asentados en territorio paraguayo. El ejemplo
histórico de los gobiernos revolucionarios del Paraguay independiente nos
muestra el camino. El gobierno Francista revolucionario de los obreros y
campesinos paraguayos deberá acabar con el desacato a las leyes del país por
parte de los piratas, acabar con la extorsión a que someten a toda la
república.
El Francismo del siglo XXI acabará con
la alianza de los actuales gobiernos con los Estados Unidos de Norteamérica,
eso se acabará, no debe haber alianza con los Estados Unidos. Una alianza con
los piratas del norte es una alianza con satanás, con el mayor enemigo de la
humanidad.
Resulta tan inaceptable que gente que
afirman ser progresistas y que están en el actual gobierno actúen bajo el mando
de la embajadora norteamericana Liliana Ayalde; ¡eso no tiene nada de
progresista! Lo progresista es apoyar a los revolucionarios y oponerse al
imperio. El Francismo del siglo XXI rechaza a los bastardos que traicionan la
tradición histórica de lucha
antiimperialista del pueblo paraguayo,
rechaza a los adoradores del águila imperial.
Estamos convencidos de que el Paraguay
será mucho mejor sin que los entrometidos e insolentes norteamericanos metan
sus narices en nuestra patria.
3.)
DEFENDIENDO NUESTRA SOBERANÍA CONTRA EL IMPERIALISMO BRASILEÑO.
Ya desde los tiempos de la colonia los nobles
Luso – brasileños han llevado adelante el más descarado expansionismo
utilizando para tal fin las ambiciones de los bandeirantes que saqueaban
cuantas poblaciones encontraban a su paso y esclavizaban a los indígenas.
Esta misma política (con la variante de
que los bandeirantes han sido remplazados por sojeros, como Tranquilio Favero)
perfeccionada y adaptada a los tiempos modernos es la que siguen los
gobernantes Brasileños. Ya no vienen las Malocas Paulistas pero si los astutos,
intrigantes y refinados especialistas en engaños de Itamaraty.
El Dr Francia conocía muy bien los
métodos brasileños de engaño; se conocen como son, decía: … “ellos piensan en
cubrir con protestas y apariencias de amistad y armonía sus actos hostiles.
Bien se conocen la astucia; los fines y las ideas con que proceden”… (38)
Él mismo Francia; en un oficio del 15 de julio
de 1824 al comandante de Fuerte Olimpo, dice: … “a todo se atreven (los
brasileños) porque hacen poco aprecio a los paraguayos, y así piensan engañar.
Por eso es preciso no recibir más sus cartas ni admitir sus delegados a ese
fuerte, visto que no hay enmienda de la falacia con que proceden para fingir
falsedades”. (39)
Bien se conoce los rimbobantes acuerdos que firman los agentes políticos del
imperialismo brasileño para luego no cumplirlos; Francia los conocía; Carlos
Antonio López también…
“Soldados:
Cuando el jefe supremo de la República contaba con una paz segura,
fundada en las relaciones amigables con todos los Estados vecinos, nos asalta e
invade repentinamente un enemigo insidioso. El Brasil, cuyo emperador terminaba
de asegurarnos una paz inalterable en su mensaje a las cámaras, atropella
nuestros ríos y nuestra tierra y pretende imponernos su autoridad y sus
órdenes.
Una escuadra brasileña entro en rio
Paraguay, sin que ni su gobierno ni su jefe hayan pasado al gobierno de la
República un simple aviso: un acto que no tiene ejemplo sino entre los pueblos
salvajes, nos llama al combate.
Soldados: sea cual fuere la suerte que la
providencia nos depare, nuestra resistencia será una protesta eterna contra la
injusticia del Brasil y de gloria inmarcesible, aunque seamos derrotados.
Soldados: ¡Viva la
República! Independencia o muerte: Sea vuestra divisa. Sustentad esa divisa,
soldados, y el Paraguay se volverá memorable y admirable.
CARLOS ANTONIO LÓPEZ
Asunción, 21 de febrero de 1855”. (40)
Carlos Antonio
López estaba dispuesto a defender la independencia patria a muerte. Aquella vez
no se llegó a la guerra, las tropas brasileñas fueron forzadas a retirarse de
los ríos de la República. El presidente López muere el 10 de setiembre de 1862,
deja su querida república como la más progresista de America del sur; desarrolló una industria
nacional sin recurrir a préstamos externos ni internos.
Paraguay era el único país sin deuda en
Sudamérica; los recursos naturales estaban bajo el dominio esatal; la balanza
comercial era favorable. La acumulación del capital en manos del Estado
convirtió a este en la más formidable palanca impulsadora del desarrollo
nacional. Era el único país sin analfabetos; un país con los adelantos técnicos más avanzados de
la época: telégrafo, ferrocarril, flota mercante propia, fundición de hierro,
astillero…el Estado tenia los almacenes abarotados de alimentos para el pueblo,
el paraguayo era el americano mejor alimentado de la época; las estancias de la
patria rebozaban ganados de todo tipo.
Las obras de Carlos Antonio López son
muchas y buenas, pero entre estas sobresale una, su hijo, Francisco Solano
López; el más grande líder de los pueblos de America, adalid de la resistencia
popular al imperialismo.
El Paraguay creado por Francia y
perfeccionado por los López es sentenciado al exterminio por mostrar a los
pueblos oprimidos el camino que deben seguir. Quienes hoy dia, siguiendo a los
legionarios de ayer, tratan de responsabilizar a Solano López de la guerra y
afirman que la resistencia al invasor no debió realizarse, no entienden nada y
merecen la pérdida de la nacionalidad paraguaya.
El Francismo del siglo XXI afirma que
esos no son paraguayos. No saben que los ejemplos de resistencia, como las del
pueblo paraguayo vuleve memorable y admirable al Paraguay. Los ejemplos de
lucha como los de López no mueren, viven por siempre, y encienden en el corazón
de las generaciones posteriores el aprecio, la gratitud, las ganas de reconquistar
los valores que han defendido. Un pueblo que se autodetermina es invencible, el
Paraguay de López no está vencido, solo está reponiendo fuerzas para recuperar
su autodeterminación.
Los conde D’eu, los Duques de Caxias han muerto y no han exterminado el
Paraguay de López, porque con él, este pueblo es inmortal.
“Todos los combates, todos los asaltos,
todos los combates realizados desde Coimbra a Tuyutí, muestran, y prueban de
una manera incontestable que los paraguayos se caracterizan por una bravura,
por un arrojo, por una intrepidez y por una valentía que raya la ferocidad sin
ejemplo en la historia del mundo”.
“López tiene el don sobrenatural de
magnetizar a los soldados, infundiéndoles un espíritu que no se puede explicar
suficientemente con las palabras: el caso es que se vuelven extraordinarios,
lejos de temer el peligro, enfrentando con un arrojo sorprendente, lejos de
economizar su vida, parece que buscan con frenético interés y ocasión de
sacrificarla heroicamente y venderla por otra vida o por muchas vidas de sus
enemigos”
“Cuánto tiempo, cuäntos hombres, cuantas
vidas y cuantos elementos y recursos necesitaremos para terminar la guerra, es
decir, para convertir en humo y polvo a toda la población paraguaya, para matar
al feto en el vientre de sus madres”...(41)
… Y mataron hasta los fetos en el vientre de
sus madres. El salvajismo de las fuerzas brasileñas de la triple alianza es
solo comparable al de las tropas nazis de la segunda guerra mundial contra los
Judios, los Guitanos, los comunistas.
“Las fuerzas de ocupación no se
contentaron con robar, fueron más allá, destruyeron, por puro gusto de
destruir, cuanta obra de progreso encontraron a su paso. Así, el gran
establecimiento de Ybycui fue científicamente arrasado por el ingeniero
Geronimo de Moraes Jardin, quién incendió los edificios, despedazó las
maquinarias, demolió alcantarillas, ruedas hidráulicas y demás elementos de la
gran fundición de hierro. ¡En esta forma libertaban al Paraguay! Lo libertaban,
como lo decía Alberdi de todo lo que constituia su riqueza, de todos los
atributos de su civilización, para que volciera a los días felices de la edad
de piedra.”(42)
La guerra de la triple alianza contra el
Paraguay registra los mayores crímenes de guerra que se hayan cometido en
América. Los crímenes más vergonzosos fueron cometidos por los aliados contra
el pueblo paraguayo. El conde D´eu se destaca como criminal genocida. Al final
de la batalla de Acosta Ñu (batallas donde los niños paraguayos, con barbas
postizas, defendieron a la patria, dieron sus vidas por nosotros, las
generaciones posteriores) las madres paraguayas de esos niños salían de los
matorrales a recoger los cadáveres de sus amados hijos y socorrer a los
heridos; el conde D´eu, el jefe de las tropas de ocupacon neocolonialistas,
mando incendiar el campo, quemando a los niños y a sus madres.
El salvajismo de las tropas aliadas
llenaría tomos enteros, aquí citamos algunos más.
El hospital de Piribebuy fue cerrado
manteniendo en su interior a los enfermos y se lo incendió quemando vivo a
todos los ancianos y niños enfermos.
Luego de la batalla de Piribebuy, los
heroícos combatientes paraguayos que por, quedar heridos, cayeron prisioneros
de las tropas aliadas fueron todos degollados. Lo mismo había ocurrido luego de
la batalla de Avay, sin hablar de Uruguayana.
En Avay, las residentas fueron muertas al
querer sepultar a sus padres, hermanos,
hijos, maridos. La carnicería era total.
Si las clases dominantes del Brasil no
fueran las mismas del pasado o si ya hubieran hecho una autocrítica histórica
no seria necesaria recordar el pasado. Per estos presupuestos no se dan en este caso y aún hoy nos quieren seguir vendiendo espejitos
mientras se aprovechan de la represa de Itaipú o de las mejores tierras del
país.
El Francismo del siglo XXI restituirá a
la nación los recursos que hoy son utilizados en exclusivo beneficio de los
ricachones brasileños.
Concluyendo decimos: ninguna escuela de
Alemania, ninguna calle, ningún edificio lleva el nombre de Adolf Hitler, Adolf
Eichman o Henrich Himmler; no se les rinde tributo ni se los consideran Héroes.
¿Qué pensarían los Judios, franceses,
los Rusos si los alemanes tributaran homenajes a esos genocidas? Dormirían con
los ojos abiertos con ese tipo de vecinos. Sín embargo, para los imperialistas
brasileños el conde D´eu, el duque de Caxias y demás genocidas del pueblo
paraguayo son unos héroes, se les tributan honores, las calles llevan sus
nombres. El pueblo paraguayo debe desconfiar de unos vecinos que habrán perdido
algunos pelos, pero no de las mañas, aún cuando esos vecinos se declaren amigos
del Paraguay (como en el pasado) y sean gobernados por el partido de los
trabajadores; un partido con rótulo de trabajador pero con alma de patrón, de
capitalista, de imperialista. El Francismo del siglo XXI no tiene nada en
contra del pueblo brasileño pero si contra las clases hoy dominantes del
Brasil.
2)
DEFENDIENDO LA SOBERANÍA CONTRA LOS COLONIALISTAS ESPAÑOLES
En 1537, con la fundación de Asunción, se
inicia la conquista del Paraguay por un contingente español al mando del
capitán Juan de Salazar de Espinosa.
Los conquistadores encontraron comunidades
muy primitivas, los aborígenes aún
vivían en la etapa del comunismo primitivo. Nadie era dueño de tierras, ni
poseía riquezas particulares, trabajaban con herramientas rudimentarias, no
había división de clases sociales, no había un poder separado de la comunidad.
La producción era compartida de acuerdo a la cantidad obtenida.
Los recién llegados españoles trajeron
una organización social en la que ya existía un sistema de gobierno y un tipo
de estado basado en la división de la sociedad en clases. Este estado responde
en sus características más esenciales al feudalismo.
Los conquistadores someten a los indígenas
a duros trabajos. La explotación es intensa y el disgusto creciente. La brecha
entre españoles e indígenas se iba ahondando. Los levantamientos indígenas no
tardaron en aparecer: Los Guarambareños se negaron a colaborar con los
españoles, hubo lucha, el desenlace fue el ahorcamiento del cacique Aracaré
como escarmiento para todos los indígenas. También los Carios se rebelaron en 1540.
El disgusto de los Carios tenía que ver con el despojo que sufrían, los conquistadores les robaban
sus tierras, sus vidas, sus mujeres…
Las rebeliones indígenas son las
primeras muestras de lucha de clases. Se enfrentan los explotadores extranjeros y los explotados
nativos. Triunfan los conquistadores por la superioridad de sus armas y de sus
tácticas de guerra. Luego de sus primeras victorias, los conquistadores
institucionalizan aún más su dominación, fortalecen el estado feudal.
Este estado es la maquinaria de
dominación de la clase más poderosa, la de los explotadores, con la ayuda de
esta, explota a los más débiles en provecho propio.
En Paraguay el Estado no surge como
producto natural del desarrollo económico de la sociedad. Fue traído desde
fuera, desde España. De ahí que tuvo todas las características del modelo
original y sus modificaciones posteriores irán
derivando de los intereses de los explotadores hasta la llegada de la
independencia.
Alrededor de 300 años de dominación
colonial nos impusieron desde España. La Monarquía Española que aún hoy día
tiraniza al pueblo Vasco y otros pueblos, no ha perdido la costumbre de
explotar y oprimir a pueblos más débiles.
Los “valientes caballeros” de su
magestad no se conformaban con explotar y oprimir a otras naciones; hasta
querían que estas lo defiendan. Veamos lo que el último gobernador de la
provincia del Paraguay, Bernardo de Velazco proclamaba a los criollos
paraguayos cuando el ejército
expedicionario de Manuel Belgrano cruzó las fronteras de la provincia. El
fangarrón Velazco lanza una proclama y luego huye, abandona a las tropas
criollas a su suerte en la batalla de Paraguarí; ¡asi son los bravos caballeros
de su majestad real!
¡”A las armas! Valerosos habitantes de esta
ejemplar provincia, la divina providencia nos protegen visiblemente; ella nos
ha proporcionado cañones y fusiles, pero vuestras lanzas son todavía más
temibles: soy viejo en la guerra, y conozco cuánto vale esta clase de armas
manejadas oportunamente por manos como las vuestras. Moriré con gusto en medio
de vosotros, y tendré la gloria de acabar mis cansados días al frente de una
provincia heroíca, y unos súbitos amables, en cuya defensa me parece un corto
sacrificio el de mi vida”…(43)Puras
fanfarronerías .
La política revolucionaria del Dr.
Francia contra los españoles y espanolistas
lo tratamos en varios puntos de este folleto; el mismo camino debe continuar el Francismo del siglo
XXI en relación la plutocracia española.
3)
DEFENIENDO LA SOBERANÍA NACIONAL CONTRA LAS PRETENCIONES IMPERIALISTAS
ARGENTINAS
La plutocracia Argentina se ha destacado casi
siempre por su indisimulada política imperialista hacia el Paraguay. La
arrogante y hostil clase dominante Argentina, sus agentes políticos y
propagandísticos siempre han considerado de menos al pueblo paraguayo.
Veamos
algunas actitudes de nuestros mayores que defendieron la soberanía
patria ante las pretensiones imperialistas de la plutocracia Argentina.
El egoísmo de los grandes comerciantes y
ganaderos porteños ha sido analizado por Carlos Antonio López en estos
términos:
“El gobierno de Buenos Aires (de
setiembre de 1812), posteriormente y sin comunicar cosa alguna al Paraguay, y
cuando este menos debía esperar, estableció el pesado impuesto de 3 pesos por
arroba sobre la introducción de tabaco paraguayo en los puertos de la
confederación, sujetando el mismo fruto de las provincias unidas a menor tasa.
Esta violenta y manifiesta infracción
del tratado fue conocida en la república justamente al tiempo en que ella se
resentía de los excesos practicados por el teniente gobernador de Santa Fe, y
el comandante de San Pedro contra los comisionados, buques y propiedades”(44)
La nota del 20 de julio de 1811
nacida de la pluma del Dr. Francia ya había dejado en claro que: …”El pueblo
del Paraguay desde ahora se muestra
celoso de su naciente libertad, después que ha tenido el valor de recobrarla. Y
que, por lo tanto, no cambiará de amo ni mudará unas cadenas por otras”.(45)
La república independiente del
Paraguay era un ejemplo luminoso para los pueblos de la provincias Argentinas, y esto tenía sin dormir a la
oligarquía porteña, Martín de Pueyrredón elabora su proyecto de subyugación del
Paraguay en 1817: “Prescindiendo de todas las ventajas que resultaría de reunir
esta numerosa provincia y de salir de la zozobra en que nos tiene la equívoca
conducta de su déspota (leáse Dr. Francia) en punto a patriotismo. Le sigue la
principal en el escarmiento de los demás pueblos dando al través con la piedra
del escándalo, o el plantel de las disidencias como ha sido y es éste. Mientras
no se ponga en el orden debido al Paraguay, no cesará el clamoreo de los mal intencionados, de los
ignorantes y principalmente de Entre
Ríos, de que los paraguayos son los que entienden”(46)
Pueyrredón prohíbe la importación de
tabaco paraguayo, ordena el bloqueo de todo comercio y comunicación, así como
la confiscación de propiedades del gobierno revolucionario del Dr. Francia.
Inicia, con la ayuda de la defenestrada oligarquía paraguaya refugiada en
Buenos Aires, la conspiración descubierta en 1820 que es aplastada por el poder
popular paraguayo.
Evidentemente, los paraguayos eramos
entonces lo que entendíamos.
La “civilizada” oligarquía porteña recibió
con los brazos abiertos a la derrocada oligarquía paraguaya. Saboteó
sistemáticamente a los gobiernos de Francia y los López y no contenta con eso
trajo al Paraguay una guerra de exterminio asociándose a fuerzas reaccionarias
de Brasil, y Uruguay que significó la reposición de la oligarquía en el poder,
la muerte de la república independiente del Paraguay y la introducción del
liberalismo “civilizador”.
Veamos a otros “ilustres” argentinos que
trajeron la muerte y la destrucción al Paraguay: Domingo Faustino Sarmiento y
Bartolomé Mitre.
A Sarmiento le enfurecía los gobiernos del
Paraguay independiente y el mismo pueblo, decía que: “Era preciso purgar la
tierra de toda esa excrecencia humana (el pueblo guaraní)”(47).Le parecía detestable el gobierno de Carlos
Antonio López; “tenemos fe que ha de llegar el momento en que los países
vecinos irán a intervenir a la desgraciada población del Paraguay para mejorar
las condiciones del gobierno tan anómalo como el de don Carlos” (48)
La intervención promovida por Sarmiento
trajo lo que él mismo dijo después: “la guerra del Paraguay concluye por la
simple razón de que matamos a todos los paraguayos mayores de diez años”. (49), se ufana satisfecho el “civilizado”
Sarmiento.
Mitre afirmaba: “La república Argentina
está en el imprescindible deber de forjar alianza con el Brasil a fin de
derribar esa abominable dictadura de López y abrir el comercio del mundo esa
espléndida y magnífica región que posee, tal vez, los más variados y preciosos
productos del trópico y ríos navegables para ser explotados”.(50). A Mitre y a los mitristas, les parece abominable
la defensa de los intereses nacionales. A través de su diario, la nación, da
rienda suelta a sus ansias de saqueo. Ansias que serán satisfechas de manera
brutal; aniquilando un pueblo entero, desmembrando una nación.
Si el pensamiento de Mitre o Sarmiento
no animasen aún hoy gran parte de la política Argentina sería superfluo
recordar el pasado; el Francismo del siglo XXI es amigo del pueblo argentino,
de los descendientes de Castelli, Moreno, Guemes, López Jordán, Alberdi…
Mientras estos no gobiernen la Argentina
tendremos que andar precavidos.
Más aún cuando el cóndor democrático de
Fernando Lugo y Cristina Kirchner hoy sobrevuela sobre territorio paraguayo
para tratar de cazar a los revolucionarios epepistas. Los militares de Videla,
hoy bajo el mando k. han sido enviados a Paraguay con el propósito de aplastar
luchadores populares. Los seudosocialistas argentinos que hoy participan en el
gobierno Kirchnerista, por lo visto, tienen la misma esencia de Mitre y
Sarmiento.
Los piqueteros K, los obreros K del tipo
Hugo Mochano y los intelectualillos seudosocialistas K no son más que
encubridores de un gobierno antipopular como es el caso de la
“antiimperialista” electoral Cristina Kirchner (cada vez que se acercan
elecciones arma un escándalo con sus
amigos del norte para confundir a las masas y atraer votos populares).
A nosotros no nos engañan los
seudosocialistas que hoy participan o apoyan al Gobierno Argentino. El
Francismo del siglo XXI está vigilante como lo ha estado en el pasado el
Francismo del siglo XIX. Combatiremos contra vuestro cóndor que cada día que
pasa, se parece más a un buitre.
5).
DEFENDIENDO NUESTRA SOBERANIA CONTRA EL IMPERIALISMO INGLÉS.
Una descarada
agresión inglesa a la República del Paraguay ocurrió luego de que Francisco
Solano López culminara su actuación como mediador en la unificación Argentina
con la firma del pacto de San José de Flores, el 11 de noviembre de 1859.
La atrevida, desesperada y agresiva
acción fue ejecutada cuando Solano López volvía a Asunción en el buque de
guerra Tacuarí (el más moderno y veloz
de los barcos de la Cuenca del Plata). Cuando salía de Buenos Aires fue atacado
de forma alevosa, premeditada y criminal por dos cañoneras británicas, el
Buzzard y el Grappls, al mando del almirante Lushigton. Este caso tiene el
siguiente antecedente.
Bajo patrocinio de Inglaterra, la
“sociedad libertadora” (agrupación oligárquica que un poco más tarde
conformaría la legión paraguaya), había organizado una conspiración contra el
gobierno paraguayo que las autoridades descubrieron el 16 de febrero de 1859.
Esta conspiración pretendía asesinar al Presidente Carlos Antonio López. Los
involucrados fueron arrestados y dos de ellos, los hermanos Decoud, fusilados.
Entre los complotados se encontraba un
siniestro personaje Santiago Canstatt. Canstatt llegó al Paraguay con pasaporte
uruguayo diciendo ser ciudadano uruguayo. Cuando fue capturado junto a sus
socios conspiradores afirmó que era inglés y pidió la protección del Cónsul de
Inglaterra. Efectivamente, el conspirador contrarrevolucionario era un siervo
de su majestad real, la reina Victoria I, reina de Inglaterra e Irlanda y un
poco más tarde, emperatriz de la India. Henderson, el cónsul Inglés, actuó en
favor de Canstatt exigiendo su libertad y una indemnización al gobierno de
Carlos Antonio López (la caradurez de los “caballeros” ingleses no tienen
límites) por tenerlo preso. A Henderson
le devolvieron el pasaporte por falta de respeto al gobierno paraguayo, fue expulsado
del Paraguay. Carlos Antonio López decidió que solo trataría el asunto
directamente con el gobierno Inglés.
Christie, el representante diplomático de
su majestad en Buenos Aires organizó como respuesta a la proposición paraguaya
una muestra de la “civilización” inglesa. En un puro acto de piratería ordenó
raptar al hijo del presidente, a Solano López, mantenerlo secuestrado y
canjearlo por el conspirador contrarrevolucionario inglés que pretendía matar
al Presidente López.
Este episodio demuestra el desprecio que
tuvo y tiene el imperialismo inglés hacia el pueblo paraguayo, la desfachatez y
villanía con que obra. Pero, en contra partida demuestra también la firme
determinación del gobierno nacionalista en defender la soberanía patria ante
los piratas ingleses y ante todos aquellos que intenten o lleguen a agredirla.
La
agresión inglesa al Paraguay independiente no termina con el caso citado, son
innumerables, y la peor de todas es la que organiza conjuntamente con Brasil,
Argentina y Uruguay: La guerra del Paraguay, el mayor genocidio americano luego
del de los pueblos indígenas.
El titiretero que estuvo detrás de la
horripilante empresa de exterminio de todo un pueblo fue el imperialismo
inglés, gestó y financió la guerra contra el Paraguay y fue el principal
beneficiario de ella.
El tratado de la Triple Alianza fue
ajustado el 18 de junio de 1864 en Puntas de Rosario, bajo la inspiración de
Edward Thornton, representante diplomático de Inglaterra en el Plata. Este
tratado fue firmado por los ejecutores del genocidio en fecha 01 de mayo de
1865.
El diplomático Thornton es el mismo que
decía: … “la existencia del Paraguay era nociva y su extinción como
nacionalidad o la caída de la familia reinante debía ser provechosa para su
propio pueblo, como también para todo el mundo.” (51)
Los imperialistas ingleses no nos
extinguirán como nacionalidad seguiremos existiendo aunque eso les irrite. El
Francismo del siglo XXI cree que para
compensar en algo el daño que nos han causado los ingleses en el pasado
deberemos confiscar los bienes de los siervos de su majestad residentes en
Paraguay.
6).
LA IGNOMINIOSA LEGIÓN PARAGUAYA
La tristemente
célebre Legión Paraguaya es el tronco de origen de los gobernantes paraguayos
posteriores a la destrucción del Paraguay Independiente. La Legión, fue a su
vez, una extención de intelectuales y políticos liberales de Buenos Aires que
veían en la existencia del Paraguay Independiente un mal ejemplo para la
Argentina y un obstáculo para los negocios de la burguesía comercial
rioplatense vinculada al tráfico mercantil inglés.
Un contínuo ataque contra el pueblo
paraguayo fue desarrollado en Buenos Aires, unos años antes de la guerra de la
triple alianza por Sarmiento, Mitre y cía. El chileno Francisco Bilvao acompañaba
el coro antiparaguayo y fue uno de los ideólogos más influyentes en el círculo
de oligarcas paraguayos defenestrados que vivían en Buenos Aires.
La proclama de los paraguayos liberales
fue redactada por Bilvao.
El 02 de agosto de 1858, auspiciado por
los liberales rioplatenses se funda la llamada “sociedad libertadora del
Paraguay”, antecesora de la Legión Paraguaya.
La preparación artillera
propagandística para la posterior invación al Paraguay incluía medidas tales
como:
-
Declarar que la guerra es contra
López y no contra el pueblo paraguayo.
-
Estigmatizar todos los actos del
régimen nacionalista.
-
Proponer a la mayor cantidad de
países posibles una guerra contra el Paraguay.
-
Buscar aislar al Paraguay.
Recordemos aquí los nombres de los
grandes traidores a la patria, genocidas, vestías horrorosas que trajeron la
muerte y la destrucción al Paraguay:
Carlos Loizaga,
Manuel Pedro de la Peña, Luciano Recalde, Serapio Machaín, Fernando Iturburu,
José Toribio Iturburu, Ramón Gonzalez, Segundo Machaín, Angel Decoud, Pío León,
Carmela Loizaga, Jacoba Ozcaris, Miguel Guanez, Pío Peña, José León, Eusebio
Machaín, Evaristo Machaín, Alejo Guanes.
Las pretensiones “libertadora” de la
sociedad eran estimuladas y difundidas por la prensa porteña en términos como
estos: “El Paraguay necesita regenerarse, y esa regeneración cree mos que no
podrá obtenerse de otro modo que a cañonazos. Los paraguayos necesitan
reahabilitarse de dignidad ante el mundo civilizado; pero esta rehabilitación
forzosa es que la compren con sangre” (52)
En diciembre de 1864 se funda la
asociación paraguaya con los mismos traidores que fundaron la “sociedad
libertadora” más la adhesión de nombres como José Díaz de Bedoya, Pedro Nolazco
Decoud, Daniel Loizaga, Benigno Ferreira, Salva dor
Jovellanos,Andrés Somellero.
En abril de 1865 se conforma la legión
paraguaya y se pone al servicio de las tropas invasoras.
Los verdaderos móviles de los
legionarios no eran la libertad, ni la dignidad ni ningún otro ideal. Los
móviles de la cruzada antiparaguaya de los traidores están expuestos en el
libro de Luciano Recalde titulado “Monopolio en Paraguay”, aparecido en Buenos
Aires en 1857. Donde se aboga sin tapujos por la liquidación del patrimonio
estatal y de las restricciones comerciales, es decir, liquidar la independencia
económica y, por consiguiente la
soberanía política.
Los miembros de la legión paraguaya
vinieron bajo mando de los jefes aliados
a matar paraguayos y apropiarse de las riquezas. Trataban de tranquilizar sus
conciencias (aunque se dice que los
traidores no la tienen) con el insostenible sofisma de que la guerra era contra
López
Y no contra el Paraguay. López y el Paraguay
era una sola y misma cosa.
Los legionarios celebraron la muerte del
Paraguay Independiente glorificando a los asesinos, en su órgano de prensa, la
regeneración, proclamaban:
¡”Gloria al
general Cámara!
¡Gloria a su altesa,
el conde D´eu!
¡Vivan las
armas aliadas!”(53)
Tanto los líderes
liberales actuales como los líderes colorados son descendientes de los
legionarios; en sus genes llevan la herencia legionaria; son traidores de
nacimiento; llevan en su vena la misma sangre de los sirvientes de Sarmiento,
Mitre, Pedro II, el duque de Caxias, el conde D´eu. Son siervos del
imperialismo.
7). LOS LACAYOS IMPERIALISTAS
COLORADOS
Los líderes
colorados gustan vanagloriarse de una cualidad que no poseen: el nacionalismo;
y a veces, se aventuran un pcoco más y llega a afirmar que son socialistas;
todo para engañar a la masa popular, pues ellos se rién de las ideas.
El nacionalismo
retórico de los oligarcas colorados es un chiste de mal gusto, ser nacionalista
es ser antiimprialista, y el partido colorado, desde antes de su nacimiento
como tal ha sido un instrumento de fuerzas imperialistas.
La verdad de las cosas es que el partido
colorado nació como agrupación política al servicio de los brasileños. Las
contradicciones entre los argentinos y brasileños posteriores al genocidio de
1865 – 1870, llevó también a contradicciones entre las facciones legionarias
deseosas de ponerse al servicio de las tropas de ocupación.
Se formaron las dos facciones políticas
antipatrióticas: liberal al servicio de Argentina, colorado al servicio del
Brasil.
Con la conformación de la ANR (una
mezcla de legionarios encabezados por Iturburu y ex lopistas traidores como
Bernardino Caballero y Cándido Bareiro)
El Conde D’eu, Pedro II, y toda la lacra cortesana de Río de Janeiro
logró tener a su disposición una fuerza política cipaya.
¡De tan nacionalistas que son los colorados
vendieron toda la propiedad territorial que pertenecía al Estado!
“Un día el infeliz campesino hispano –
guaraní despertó con la noticia de que sus tierras no estaban amparadas por un
título válido ante la ciencia de Gobierno llevada por los bayonetas brasileñas.
El Gobierno del Paraguay había vendido, en una palabra, las tierras del
paraguayo. Esto era tanto como si le hubieran dado amos al pueblo. Consorcios
de Nueva York, de Londres y de Amsterdam eran dueños del cultivador, dueño del
ciudadano.” (54)
No se conformaron con esto, recordemos
que los colorados no hace mucho tiempo sostuvieron la tenebrosa dictadura
oligárquica de Alfredo Stroesner y que estaba al servicio de norteamericanos.
Todos los actuales “Nacionalistas”
colorados son perrillos falderos de los Yankees. A los Castiglioni, Cartes,
Duarte Frutos, Samaniego y cía. Los Francistas del siglo XXI les decimos:
¡Iporâ nde nacionalismo! ¡Iporâ
nde patriotismo!
El “socialismo” colorado se
sustentaría, según algunos demagógos, en que lo que se proponen es convertir al
“Estado en servidor del hombre libre”. Esto es una mayúscula tontería desde el
punto de vista téorico. Los verdaderos
socialistas sabemos que el Estado no es una herramienta de libertad sino una
herramienta de sometimiento, de opresición de una clase sobre otra; si se
entiende por hombre libre al capitalista, pues, la frase tiene sentido porque
todos los gobiernos colorados y el Estado que gobernaban fueron servidores de
los ricos, de los capitalistas.
El pueblo no necesitará del Estado, luego
de la revolución Francista, en interés de la libertad sino para reprimir a sus
adversarios, así pensamos los verdaderos socialistas.
“Siendo el Estado una institución meramente
transitoria, que se utiliza en la lucha, en la revolución, para someter por la
violencia a sus advesarios es un asurdo hablar de un estado libre del pueblo:
mientras los trabajadores necesiten todavía del Estado, no lo neceitarán en
interés de la libertad, sino para someter a sus adversarios, y tan pronto como
pueda hablarse de libertad, el Estado como tal dejará de existir”. (55)
El pretendido socialismo colorado es una
falacia. Una mentira más para que puedan seguir irviendo a sus amos del Norte.
8). LOS LACAYOS LIBERALES DEL
IMPERIO.
La frase que resume
lo que los dirigentes liberales piensan del pueblo paraguayo fue expresada por
su ideólogo y fundador Cecilio Baéz: “El Paraguay es un pueblo cretinizado por
el despotismo”.
Para Cecilio Baéz y sus hijos actuales
todos los paraguayos somos cretinos, excepto ellos; aunque, ellos se sabe que
no se sienten paraguayos.
…”Diez libertades de palabras no valen una
libertad de acción y sólo es libre, en realidad, el que vive de lo que es suyo.
Todo soldado paraguayo sabe leer y es raro el que no sabe escribir y contar.
Esa condición no es la del esclavo en ningún país moderno y si la lectura
preparase al servilismo, los países libres no la propagarían en el pueblo como
elemento de libertad”. (56)
Alberdi escribío
esto en contra de los falaces argumentos de los furibundos liberales que
vinieron a destruir el Paraguay en la guerra del 70. El culto Cecilio Baéz
estaba cretinizado por su liberalismo etéreo y fanático.
Es propio de los liberales llenarse la
boca con la palabra libertad para encubrir siniestros atentados en contra de la
libertad de hecho, la mejor manera de matar la libertad es cacarear acerca de
ella.
La libertad es una gran palabra, pero
aplicada solamente a unos cuantos ricachones se degenera, bajo la bandera
de la libertad de comercio se han hecho
las guerras mas rapaces (como la que trajeron al Paraguay), y bajo la bandera
de la libertad de trabajo se explota a los trabajadores.
Quienes realmente han traido la
ignorancia, el analfabetismo, es el oscurantismo y hasta el cretinismo al
Paraguay fueron los “héroes” del liberalismo político y ecónomico, no fue el
“despotismo” de Francia o los López; Paraguay no tenía analfabetos en la época
independiente. Los gobiernos liberales idelogicos aún hoy no han terminado ese
mal, aún hoy, el mediocre Ministro Riart seguramente buscará explicar el analfabetismo por el “despotismo” de Francia.
Ningún historiador serio pone en duda de que el “despotismo” de Francia estaba
al servicio de los intereses nacionales y que se justificaba históricamente y
además, trajo educación, no cretinismo.
Los liberales paraguayos no son más que
un pálido reflejo de sus adorados ídolos argentinos, son agentes kurepis en
tierra guaraní. Son los verdaderos cretinos que para que sus descabelladas
ideas triunfen no encontraron otro medio más apto que el de destruir toda la
nación, “redimir un montón de ruinas, cubrir con su particular bandera de la
libertad montañas de cadáveres, cuerpos desnudos de niños huérfanos, hombres
ancianos y tristes mujeres viudas. Los liberales paraguayos son unos bárbaros
que se jactan de ser civilizados.
No contentos con haber sido partícipes de
la destrucción del Paraguay Independiente, hoy, desde el Gobierno de la
República, aliados a unos socialistas traidores y abroquelados tras la burda
figura de un obispo católico farsante, oportunista y vende patria, los
neoliberales del siglo XXI, los Blas Llano, Federico Franco, Efraín Alegre,
Alfredo Jaegli, Tito Saguier y cía.
Se proponen rematar
hasta los ríos de la República; someter aún más al Paraguay al despotismo de
los capitalistas, al despotismo del frío cálculo de las ganancias de los
capitalistas.
El Francismo del siglo XXI os dice:
Vuestras libertades de palabra no son más que hojas de parra que encubren una
tiranía despiadada, brutal y asesina: la del dinero. ¿De que libertad puede
hablarse cuándo 4 millones de paraguayos son esclavos de las garras de la
miseria, el hambre, la ignorancia, las enfermedades?
Vuestras recetas neoliberales no traerán
solución ni alivio a esos males, antes bien, lo empeorarán, pues lo que
vosotros proponéis es enrriqueser aún más a los ricos y empobrecer aún más a
los pobres.
9) LOS LACAYOS IMPERIALES DE LA
IZQUIERDA REFORMISTA
La izquierda reformista paraguaya actúa como
extranjera en su propia patria. Es una izquierda que subestima lo nacional y
sobreestima lo extranjero, no ha logrado encarnar sus ideas con ropaje
paraguayo y últimamente, devenida en gobernante por medio de una alianza con el
liberalismo oligárquico y el clericalismo católico reaccionario se ha
convertido en la mejor arma de la oligarquía y el imperio contra los
trabajadores, contra el pueblo.
Las concepciones de esta izquierda se han
formado bajo el yugo de la dictadura oligárquica, para ella, la democracia
burgesa es algo aún no consumado en Paraguay, tiene una visión fantasiosa de la
democracia burgesa, la quiere perfeccionar.
Los reformistas paraguayos viven de cara
al pasado, al temor de una regresión dictatorial; no viven de cara al porvenir,
piensan que si la izquierda adopta posiciones revolucionarias y busca superar
la democracia burgesa-imperial, la critica y lucha contra ella, esta estaría
favoreciendo, según ellos, a la probable regresión de una dictadura
oligárquica. Sus mentes solo se mueven dentro de una antinomia democracia
oligárquica- imperial o dictadura
oligárquica imperial. Toman como misión la defensa de la democracia imperial y
la ocupación de ciertos espacios al lado de las otras fuerzas democráticas.
La dictadura ha dejado de existir en la
realidad pero su espectro sigue dominando la conciencia y la conducta de los
miembros de la izquierda reformista. El pasado domina sobre el porvenir.
La moderación es el grito de guerra de
esta izquierda, el rechazo a posiciones radicales, la tendencia a la
conciliación dicen que van a avanzar dentro de lo posible, es decir, las
fuerzas conservadoras y reaccionarias delimitan el terreno hasta donde podrán
avanzar los reformistas. No hay lucha, no hay pelea, solo amor y paz.
Veamos
algunas palabras de Engels criticando una conducta parececida:
…”Hasta que punto
es esto necesario, lo demuestra el oprtunismo, que esta difundiéndose
precisamente ahora en una gran parte de la prensa socialista. Por miedo a que
se renueve la ley contra los socialistas, o por el recuerdo de diversas
manifestaciones hechas prematuramente bajo el imperio de aquella ley, se quiere
que el partido reconozca ahora que el orden legal vigente en Alemania es suficiente
para realizar todas las reivindicaciones de aquel por la vía pacífica”…(57)
Los seudosocialistas paraguayos viven
temerosos del espectro de la dictadura oligárquica, obran, y esto es un hecho
fudamental, por miedo a que se retorne a ella, y es esto, siguiendo el
razonamiento de Engels, y aplicándolo hoy es, sin dudas, oportunismo.
Los sueños de los reformistas paraguayos
acerca de que el orden legal vigente era suficiente para realizar sus
reivindicaciones por la vía pacífica han sido destrosados por la realidad, a
tres años de gobierno “socialista” no han podido llevar adelante ni siquiera
sus proyectos de reformas más elementales y se hunden cada día más en la charca
oligárquica.
Ciertos grupos de izquierda uqe aspiraban
a ser revolucionarios se han tomado como tarea el acompañamiento a los
reformistas en su política oportunista y aventurera, han renunciado de hecho a
la revolución.Consideramos que esos aspirantes a revolucionarios han fracasado
estrepitosamente al seguir ciegamente al reformismo inconsecuente hasta el
punto de no diferenciarse de ellos. Se han convertido en tiernos gatitos
sedosos del imperio.
10) INDEPENDENCIA O MUERTE
“La guerra, sin
duda, no puede dudar mucho, y si la patria se salva todo estará salvo, pero si
por desgracia cae yo caeré con ella.”…(58)
Francisco Solano López
En una carta a su hijo Emiliano
Ascurra, 28 de junio, 1869.
El compromiso de
Solano López con la patria fue total, sus palabras no fueron vanas; no son como
las de los miserables que en los últimos tiempos ocupan la casa de gobierno, el
Palacio de López. Estos juran que “darán la vida si necesario fuere para
defender a la patria”; no darán nada ni mucho menos la vida; no defienden a la
patria; antes bien, son especialistas en esquilmar la patria ellos mismos y en
permitir que otros la esquilmen desde fuera, invitan a toda clase de piratas,
oportunistas, vividores y zánganos llamados inversionistas extranjeros a que
vengan a someter a la patria.
La patria está invadida por fuerzas
económicas, políticas, culturales extrañas y hostiles, defenderla es oponerse a
estas fuerzas no nacionales y de connacionales traidores que la pisotean y la
humillan. Defenderla no es el sentimentalismo hueco, vacío impotente de las
fuerzas contrarrevolucionarias; es la firmeza, la consecuencia, el espíritu
combativo de los revolucionarios que le prestamos nuestros brazos para que ella
siga luchando; nuestras voces para que siga gritando, nuestras vidas para que
siga viviendo.
Los “grandes patriotas” que afirman que
entregarán la vida si necesario fuere con una caradurez y desfachatez sin
tapujos, son los mismos que entregan la soberanía de la república a los
yankees, los mismos que permiten que sus soldados lleven insignias de la US
ARMY en sus uniformes y actúen como tropa cipaya de ocupación.
La
capitulación sin lucha, el ponerse al sevicio de los poderosos no llevará nunca a los seudopatriotas a una
situación en que se les pueda requerir que entreguen sus vidas por la patria.
Veamos la respuesta del Mariscal López a
una indolente demanda de capitulación incondicional:
Cuartel General de
Piquysyry, 24 de diciembre 1868.
El Mariscal presidente de la república del
Paraguay habría podido tener a menos una
respuesta escrita a sus excelencias los señores generales en jefe de los
ejércitos aliados en lucha contra el país que presido, tan insólitos e
inconvenientes son el tono y el lenguaje con que han creído oportuno intimarme
a que deponga las armas dentro de doce horas, para terminar una lucha que se ha
prolongado demasiado, amenazando con hacer caer sobre mi cabeza la sangre ya
derramada y la que en caso contrario se habrá todavía de derramar, haciéndome
responsable ante la patria, las naciones que sus excelencias representan, y el
mundo civilizado.
Pero me he impuesto hacerlo, precisamente
por rendir homenaje a esta sangre vertida por los míos y por los que combaten,
así como a los sentimientos de humanidad, de religión, de civilización que sus
excelencias invocan en su intimidación.
Precisamente fueron esos
sentimientoslos los que, hace ya dos
años, me hicieron pasar por encima de todas las descortesías oficiales con que
era tratado el elegido de mi patria. Ya en Yataiity Corá, busqué en una conferencia
la reconciliación de los cuatro estados soberanos de América del sur que habían
empezado a destruirse. Pero mi iniciativa, pero mi apresurado empeño no
encontraron otra respuesta, de parte de los gobiernos aliados, que el desprecio
y el silencio, y siguieron nuevas batallas sangrientas.
Ahora he visto más claro cuales son los
fines perseguidos por los aliados contra la existencia del Paraguay. Sus
excelencias han creido oportuno informarme que conocen los recursos de que
actualmente dispongo, creyendo que yo sé la fuerza numérica del ejército aliado
y sus recursos cada día en aumento. Yo no lo sé, pero por la experiencia de
cuatro años de lucha sé que nunca la fuerza numérica y los recursos se han
impuesto a la abnegación y el valor del soldado paraguayo, que se bate con la
resolución del ciudadano honrrado y del hombre cristiano, y que se abre una
amplia tumba en su patria, antes que verla humillada.
Sus excelencias han tenido a bien
recordarme que la sangre vertida en Ytororó y en Avay debió haceme evitar la
que fue vertida el 21; pero olvidan, sin duda, que estas mismas batallas
podrían haber demostrado antes cuán verdad es todo lo que afirmo acerca de la
abnegación de mis compatriotas y que cada gota de sangre que cae sobre la
tierra es una nueva obligación para los que sobreviven. Sus excelencias no
tienen derecho a acusarme ante la República del Paraguay, mi patria, porque yo
lo ha defendido, la defiendo y la defenderé.
Ello me ha impuesto este deber y yo me
glorio de cumplirlo hasta el último extremo, rindiendo cuentas sólo a dios. Si
la sangre debe correr todavía, dios sabrá quién es el responsable. Por mi parte
estoy siempre dispuesto a tratar el fin de la guerra, pero no a escuchar una
intimidación a deponer las armas.
A sí que, a mi vez, invitando a sus excelencias
a tratar la paz únicamente sobre estas bases, creo cumplir un deber imperioso
hacia la religión, la humanidad y la civilización, y hacia el grito unánime que
yo he oído de mis generales, de mis oficiales y de mis soldados, a los cuales
he comunicado la intimidación de sus excelencias, además de con respecto a mi
honor y mi nombre.
Francisco Solano López.(59)
La decisión del Mariscal
López de defender a la patria hasta el
último extremo se concreta en Cerro Corá, da la vida por la patria. “El muero
con mi patria de Francisco Solano López expresa una verdad que para él, para
los buenos paraguayos de entoces (lo defensores de la patria) y, para nosotros,
los patriotas del siglo XXI es patente: con Solano López muere la patria
independiente y nace la semicolonia paraguaya.
Recuperar la independencia patria, romper las cadenas de la dominación
imperialista es una de las principales tareas que los Lopistas del siglo XXI
nos proponemos realizar.
“Si vosotros me habéis seguido hasta este
momento final, es que sabíais que yo, vuestro jefe, sucumbiría con el último de
vosotros, en el último campo de batalla.
Este momento está
por llegar.
¡Sabed que el
vencedor es el que muere por una causa bella, y no aquel que queda con vida en
el escenario de la lucha!
Seremos vilipeludiados por una
generación surgida del desastre, que llevará la derrota en el alma y en la
sangre como un veneno el odio del vencedor. Pero otras generaciones, que
vendrán después, nos harán justicia, aclamando la grandeza de nuestra
inmolación. Yo seré más escarnecido que vosotros, seré puesto fuera de la ley
de dios y de los hombres, seré hundido bajo el peso de montañas de ignominia.
Pero me llegará también mi día, y volveré a surgir de los abismos, de la
calumnia, parar ir creciendo, todos los días, a los ojos de nuestros
compatriotas, para ser lo que fatalmente tendré que ser en nuestra historia “(60)
Somos las otras
generaciones que venimos después, que haremos justicia restituyendo a la
república su soberanía, que aclamamos la gradeza de quienes se han inmolado
por defender a la patria independiente.
¡Vuelve a surgir
Solano López! Cabalga de nuevo con nosotros; se, lo que hoy decimos nosotros,
tus compatriotas, lo que felizmente tienes que ser en nuestra historia. Tú eres
de los muertos que nunca mueren; quisieron matarte, y no te matarón, quisieron
borrarte de la hstoria, y no te borraron, porque tú eres inmortal; resucitas en
cada compañero que lucha contra la dominación imperialista en tu patria.
Tu audacia y tu voluntad indomable de resistir perdurán
por siempre.
¡Independencia o muerte! ¡Patria o muerte!
¡Vencer o morir!
CAPITULO VI
CONTENIDO
POLÍTICO, SOCIAL Y ECONÓMICO DE LA REVOLUCIÓN FRANCISTA DEL SIGLO XXI
1)
DEMOCRACIA POPULAR REVOLUCIONARIA
“Democracia para
una minoría insignificante, democracia para los ricos: He ahí el democratismo
de la sociedad capitalista “(61)
En el estado paraguayo moderno, el
sistema democrático está en sus aspectos fundamentales monopolizado por la
oligarquía y sus lacayos, este sistema
se ha convertido cada dia más, simplemente en un instrumento de dominación
contra la gente humilde. El sistema democrático paraguayo no es más que un
autoritarismo legalizado y con rostro civil. Y no puede ser otra cosa, pues
reposa sobre el terreno de la sociedad capitalista con una absolutamente
antidemocrática distribución de la riqueza, de los conocimientos y de los beneficios sociales; unos pocos se
llevan todo, la mayoría se lleva la nada.
“En la sociedad capitalista, bajo las
condiciones de desarrollo más favorables de esta sociedad, tenemos en la
república democrática un democratismo mas o menos completo. Pero este
democratismo se halla siempre comprimido dentro de los estrechos marcos de la
explotación capitalista y es siempre, en
esencia, por esta razón, un democratismo para la minoría, sólo para las clases
poseedoras, sólo para los ricos. La libertad de la sociedad capitalista sigue
siendo, y es siempre, poco más o menos, lo que era la libertad en las antiguas
polis (ciudades estados)de Grecia: Libertad para los esclavistas. En virtud de
las condiciones de la explotación capitalista, los esclavos asalariados
modernos viven tan agobiados por la penuria y la miseria que “no están para
democracias”, “no están para política” y en el curso corriente y pacífico de
los acontecimientos, la mayoría de la población queda al margen de toda
participación en la vida político social.”(62)
Todos conocemos hasta el hartazgo las
demagógicas promesas de los operadores de la democracia de los ricos.Promesas
que son frases electorales para cazar los votos
de la gente sencilla y una vez en el poder, burlarse de ella. Debemos
entender que esto será así hasta que se derroque la dominación política de los
ricos, desmantelar la democracia burgesa es la condición previa para llevar
adelante cualquier transformación seria y favorable a los pobres y para acabar
con los peores enemigos del pueblo: los demagogos que prometen, prometen y
prometen para luego no cumplir nada.
El Francismo del siglo XXI no está
comprometida con la democracia de los ricos, por el contrario quiere destruirla
para, en su lugar, construir la democracia del pueblo, revolucionaria, seria y
combativa.
Los Francistas entendemos que la tarea
histórica a lo que debemos abocarnos no es la pofundización de la democracia
burgesa- imperial sino su destrucción y sustitución, por vía revolucionaria,
por la democracia popular.
La democracia de los ricos es una
payasada; una pernisiosa farsa donde a base de dinero y propaganda se promueven
los más ridículos candidatos y las mentiras más monumentales; es un verdadero
carnaval de hipocresía y cinismo.
El seudosocialismo paraguayo se propone
como misión histórica el “perfeccionamiento” de la democracia de los ricos;
esto convierte a sus miembros en unos simples agentes del capital, en unos
embaucadores que denigran el socialismo y estafan a las masas populares.
Entre los perfeccionadores y
profundizadores de la democracia de los ricos ocupan especial lugar los Lugo
boys (Sixto Pereira, Hugo Ritcher, Camilo Soares y cía.). Todos ellos son
conocidos secuaces del podrido liberalismo, y del oscurantismo clerical,
adoradores del dinero y del estilo de vida burgués, cada noche, antes de
dormir, se prosternan hasta quebrarse la frente en sus cultos a la democracia de
lo ricos.
Estos “perfeccionadores”no han llegado a
comprender o no quieren comprender que tanto la dictadura de los ricos, como su
democracia deben ser demolidas por los verdaderos socialistas; que ambas son
los mismos con apariencias diferentes, ambas son una herramienta de opresión de
los ricos sobre los pobres y que lo que se deben proponer los socialistas de
verdad no es perfeccionar la democracia de los ricos sino destruirla,
destrosarla.
“La omnipotencia de la riqueza es más
segura en las repúblicas democráticas, porque no depende de la mala envoltura
política del capitalismo. La república democrática es la mejor envoltura del
que puede revestirse el capitalismo, y por lo tanto el capital, al dominar (a
través de los Lugo, los López Perito, Soares, Filizola y cía)esta envoltura,
que es la mejor de todas, cimenta su poder de un modo tan seguro, tan firme,que
ningún cambio de personas, ni de instituciones, ni de partidos dentro del juego
democrático burgués, hace vasilar este poder”(63)
El sistema democrático paraguayo, y
todo sistema democrático burgués, es
profundamente hostil a las grandes masas populares. Ninguna transformación profunda y favorable a los pobres puede
ser llevada adelante sin romper el modelo político que resguarda los
privilegios de los ricos: su democracia.
Los recalcitrantes ideólogos burgueses
y pequeñoburgueses junto a sus malvados propagandísticos no tienen la menor
noción de los cambios históricos; sus conocimientos son tan pobres que
prácticamente igualan a cero, Han identificado la democracia con su forma
burguesa de existencia y con esta versión vulgarizada de una pretendida
democracia sin objetivos han inundado las discusiones de los seudosocialistas,
semiliteratos, semifilósofos que propagan aún más el espíritu demoniaco de la
democracia de los ricos. Despojaron a la
palabra democracia de todo carácter de clase, la convierten en una diosa que
vive entre las nubes y que, por lo tanto debe ser adorada. La democracia
formalizada solo existe en la cabeza de los fanáticos defensores del orden
burgués, la que existe realmente, con sus horrorosas realidades es la única
forma en que puede existir, la democracia de los ricos está en decadencia, no
es perfectible.
El viraje histórico del modo burgués de
existencia de la democracia hacia la forma popular no se producirá por el
perfeccionamiento de aquel.
…”El desarrollo progresivo no discurre de un
modo sencillo, directo y tranquilo“hacia una democracia cada vez mayor”, como
quieren hacernos creer los profesores liberales y los oportunistas
pequeñoburgueses”…(64)
El desarrollo
progresivo, el desarrollo hacia el socialismo, pasa a través de la dominación
revolucionaria del pueblo.
La dominación revolucionaria del pueblo,
es decir, la organización de los oprimidos en clase dominante para aplastar a
los opresores es la democracia revolucionaria del y para el pueblo.
La dominación revolucionaria del pueblo
traerá consigo una enorme ampliación del democratismo, este se convertirá en un
democratismo para los pobres, en un democratismo para los obreros, campesinos,
estudiantes, indígenas, sin techos y no en un democratiso para los ricos.
Traerá también consigo una serie de restricciones puestas a la libertad de los
opresores, de los explotadores, de los capitalistas, de los terratenientes, de
lo ricachones; el poder revolucionario deberá reprimir a los enemigos de la
revolución, se deberá vencer la resistencia de los opresores; para estos no
habrá libertad ni democracia.
En la
sociedad capitalista tenemos una democracia amputada, mezquina, falsa, una
democracia solamente para los ricos, para la minoría. La dominación
revolucionaria del pueblo traerá una democracia para el pueblo, para la
mayoría, a la par con la necesaria represión a la minoría de explotadores
haraganes por la mayoría de los explotados
Todo estado es una maquinaria especial para
la represión, los oprimidos, luego de su revolución necesitarán una maquina
especial para reprimir a los opresores pero esta no será la maquinaria
burguesa.Los aparatos represivos del
acutal aparato tendrán que ser amputados inmediatamente por el Gobierno
Revolucionario. La maquinaría estatal del pueblo ya no será un órgano represivo
contra la mayoría.
La represión de una minoría de
explotadores por la mayoría de los “esclavos” de ayer será algo más fácil,
sencillo y natural, costará muchísima menos sangre que la represión de los
esclavos, de los siervos y de los
obreros asalariados, costará mucho menos a la nación. Los explotadores no
pueden reprimir al pueblo sin una maquinaria costosa, complicada y enorme
(Jueces, fiscales, policía, militares, por doquier). Maquinaria separada del
pueblo y utilizada contra ella, está claro que los explotadores no pueden dar
armas al pueblo, pues este las utilizaría contra ellos. Sin embargo, el
gobierno revolucionario podrá reprimir a los explotadores con una maquinaria
estatal sencilla barata y pequeña, casi
sin aparato especial, por la simple organización del pueblo armado. En lugar
del aparato especial entrará el pueblo
mismo en acción. Los revolucionarios no tenemos miedo en darle las armas al
pueblo. “El ejército de la patria será todo el pueblo en ropa y dignidad de ser
el pueblo en armas”.
2.) EL GOBIERNO DEL DR. FRANCIA, UN EJEMPLO Y ANTECEDENTE
HISTÓRICO DE PODER POPULAR.
Las clases populares paraguayas ya han
hecho una gran revolución y ya han instalado en el pasado un gobierno
revolucionario, han anticipado la revolución que los Francistas del siglo XXI
nos proponemos llevar adelante.
¡Y vaya que le ha
ido bien a las clases populares en tiempos de la revolución!
Francia atacó sin
piedad los derechos de los
españoles, persiguío a los ricos,
confiscó sus propiedades, volvió insoportable la vida de los oligarcas.
La Ley del 1º de
marzo de 1819 fue un durísimo golpe a la vieja oligarquía de Asunción, a los
españoles se les prohibío el matrimonio con mujeres criollas blancas y se les
acogotó con impuestos.Todos los bienes de los españoles (que serían el
equivalente de los norteamericanos de ahora) o extranjeros que fallecieran en
Paraguay, aún en el caso de que tuvieran herederos, pasarían a integrar los
fondos del Estado.
Francia privó a los latifundistas de los
cargos importantes que tenían en la función pública.
Creó
el ejército integrado por hombres escogidos entre las clases populares; puso
las armas en manos del pueblo. Y envío a los contrarevolucionarios oligarcas al
penal de Tevegó.
Prohibío la extracción de metales
preciosos de la República e impulsó medidas y aranceles proteccionistas a favor
e los productos nacionales.Monopolizó además, las explotaciones y las
importaciones.
Se dicatron leyes contra las grandes
propiedades y privilegio de la iglesia católica; se declaró el Estado laico; se expropió a las
ordenes religiosas, a todas las entiades eclesiásticas y se convirtío a los
campesinos arrendatarios de la iglesia en propietarios libres. El poder
revolucionario liquidó el Tribunal de la Inquisición y obligó a los
privilegiados sacerdotes a trabajar y vivir como cualquier miembro del pueblo.
El gobierno revolucionario aplastó los
complots porteñistas, reaccionarios y realistas con la fuerza del pueblo. En
las cárceles no estaban los pobres, sólo los ricos, la clase privilegiada. El
pueblo sólo podía mantener el poder político si reprimía fuertemente a los
antiguos explotadores. El gobierno revolucionario se encargó de golpear a todos
los enemigos internos de la verdadera independencia y de los profundos cambios
en el régimen socioeconómico.
Los profundos cambios socioeconómicos
fueron posibles gracias a que el Estado
se fue convirtiendo en el rector económico del país.
Fueron entregados lotes de tierra a los
peones agrícolas y ganaderos, puesto que
la mayor parte de la propiedad territorial pertenecía al Estado. Se crearon las
estancias de la patria bajo el control directo del Estado, allí se criaban
miles de caballos, bueyes y otros animales.
El gobierno
revolucioario respetó la costumbre indígena de cultivar colectivamente la
tierra.
Los grandes
asendados y los grandes comerciantes, luego de ser confiscadas sus propiedades,
fueron obligados a trabajar como simples campesinos a fin de que cumplan con la
obligación de trabajar para todos. Los párasitos oligarcas tenían que trabajar
para vivir, se terminaron las sanguijuelas.
En síntesis el gobierno revolucionario y
popular del Dr.Francia pudo llevar adelante transformaciones radicales porque
se asentó en la fuerza del pueblo (de los artesanos, los peones, los
campesinos) y no en la fuerza de la oligarquía criolla y de los españoles;
acabó con el poder político de estos y establecío el control estatal de la
economía, impidío el libre comercio que favorecía únicamente a los ricos y
defendió intransigentemente la soberanía nacional.
Los Francistas del siglo XXI adoptamos
los princiois revolucionarios del régimen Francista y los adaptamos al Paraguay
contemporáneo. El Francismo primigenio nos sirve de punto de partida para
construir una grandiosa revolución paraguaya del siglo XXI.
3)
ABOLISIÓN DEL SISTEMA PARLAMENTARIO LIBERAL- BURGUÉS. IMPLANTACIÓN DE UN
RÉGIMEN DE CONGRESOS POPULARES.
El parlamento
burgués es el centro de la charlatanería hueca e insustancial donde se crean
las más abusivas leyes antipopulares.
Votar una vez cada cinco años que miembros
de la clase dominante han de oprimir y aplastar al pueblo desde el `parlamento:
He aquí la esencia verdadra verdadera del
parlamentarismo burgués, no sólo en las dictaduras burguesas, sino también en
las repúblicas burguesas más democráticas.
El Francismo del siglo XXI propone
sustituir esa corporación de comadres y compadres chismosos por un organismo de
trabajo.
Un sistema de congresos populares
(nacional, departamental, distrital y de base) es lo que pensamos establecer.
Correspondería a los congresos populares de los diversos niveles elegir los
respectivos gobiernos. Pensamos que el sufragio debe ser a partir de los 16
años. El congreso popular será unicameral.
Los diputados congresistas estarán
sujetos a:
Revocabilidad del mandato.
Mandato imperativo.
Sueldo no mayor al mínimo legal.
Los congresos
populares no son algo extraño a nuestra patria.El nacimiento de ella no ha sido
obra de congresos de”notables”(es decir de ricos), sino de grandes congresos
populares. El Dr. Francia…”Imbuyó a las clases más bajas (de las que siete
octavos de los diputados al congreso estaba compuesto) con una sospecha
profunda y fuerte, de que el único objetivo de Buenos Aires al enviar un
embajador al Paraguay, era el de sujetarlo a sus propias visiones ambiciosas”…
El primer
congreso de carácter verdaderamente
popular que se realiza en América Latina es el de octubre de 1 813 en Asunción.
Para los actuales
traidores al pueblo- la “izquierda”luguista – es sencillamente inadmisible la
pretensión de demolisión del parlamentrismo Burgués. Están enamorados de él.
Nosotros no
pensamos abolir las instituciones
representativas ni la elegibilidad, sí pensamos hacer realidad el deseo de todo
el pueblo de que los servidores públicos
eléctos sean, precisamente, eso, servidores y no señores, amos del pueblo.
Pensamos abolir todos los gastos de representación, dietas, bonos, premios,
etc., todos los privilegios pecuniarios de los actuales parlamentarios y de
otros funcionarios privilegiados. Acabaremos con los odiosos y repulsivos
privilegios con los autoaumentos de sueldos y con las ridículas y descabelladas
paparruchas de los parlamentarios de los ricos.
Transformaremos las
instituciones representativas de lugares de charlatanería, soborno, tráfico de
influencia y haraganería en lugares de trabajo.
Actualmente, en las
cámaras del parlamento de los ricos se”discuten los temas nacionales” para dar
la impresión de que buscan soluciones para así embaucar a la “plebe”. Mientras
lanzan sus pirotecnias verbales los parlamentarios ubican a sus operadores
políticos en la función pública para, como en el caso de los contratados por el
tribunal superior de justicia electoral, nunca trabajar.
Mientras los
parlamentarios y los miembros del poder ejecutivo distraen al pueblo con
acusaciones mutuas por las promesas incumplidas, en sus oficinas se cocinan
todos los negocios favorables a los ricos. Los pobres pueden llorar hasta que
sus lágrimas sean sangre, más no lograrán conmover la piedra que tienen en el
pecho esos miserables, en el lugar que debería estar ocupado por el corazón.
Uno de los voceros
del partido luguista del Pmas, Camilo Soares, no se cansa de reconocer, en una
falsa actitud autocrítica (es falsa porque una verdadera autocrítica lleva
consigo el cambio de conducta y el resarcimiento de los daños causados, la
autocrítica de Camilo y los suyos es propia de los hipócritas, es hueca, sin
ningún propósito de rectificación) que no han podido hacer ningún cambio, que
en sus ministerios “socialistas”subsite todo el aparato burocrático del estado
oligárquico funcionando de la misma forma que en el pasado. Esta es la historia
real de la participación”socialista" en el “gobierno de cambio”: los
parlamentarios “socialistas” votando leyes
a ser utilizadas contra el pueblo y charlataneando para engañar a las
masas, y los ministros“socialistas”cobrando sueldos multimillonarios, haciendo
negociados como cualquier ministro de los gobiernos anteriores, regentando sus ministros con las
reglas de la oligarquía.
Los falsos socialistas como Camilo Soarea,
Carlos Filizola, Sixto Pereira y cía. Son unos verdaderos prostitutos
políticos, han perdido todo sentido del pudor
y no se averguensan de contar por todos los medios, sin una pizca de
rubor, como si fuese una pequeñez, que en sus “cuotas de poder” todo está igual
que antes.
Para engañar a los campesinos ingenuos,
frases del Che Guevara, fotos con Fidel
Castro, para complacer a los capitalistas, acciones concretas que los
beneficien, que los enriquezcan, cada día más: así se manejan los
seudosocialistas coalicionistas, así se manejan los prostitutos políticos.
El congreso popular sustituirá al
parlamentarismo venal y podrido de la sociedad capitalista por una institución
donde los fueros no existan, donde los cargos no sean sinónimos de impunidad,
robo de dinero público y negociado de leyes favorables a los ricos y poderosos.
Los diputados del congreso popular tendrán
que trabajar, ejecutar ellos mismos sus leyes, comprobar sus resultados,
responder ante sus electores de manera directa, subordinarse a ellos, hacerse
responsables.
Continuará la
representatividad pero con mecanismos de participación popular más permanentes
(completa elegibilidad desde abajo, revocabilidad del mandato) y de control
(informe permanente de gestión, mandato imperativo).
Haremos desaparecer la demagogia como un
órgano especial de la organización del poder estatal. Sin instituciones
representativas no puede concebirse la democracia, ni aún la democracia
popular, pero sí sin demagogia. Aclaremos aquí que para nosotros la democracia
representativa no se contrapone a la participativa sino a la democracia
directa.
Nuestra aspiración es derrocar la
dominación imperialista –oligárquica. Nuestra aspiración es seria y sincera y
no una frase electoral para ganarse los votos del pueblo. No somos demagogos,
ni estamos al servicio de la oligarquía. Pensamos hacer una revolución popular
y no convertirnos en administradores del aparato político de los ricos como los
seudosocialistas hoy gobernantes.
Nosotros no somos utopistas, proponemos
soluciones concretas y no ideas vagas, además, no soñamos en como podrá
prescindirse de todo gobierno de golpe; esos sueños son anarquistas. Nosotros
haremos la revolución con hombres como los de hoy; que aún necesitan un
gobierno; pero el gobierno del Francismo del siglo XXI no estará asentado en la
fuerza de la oligarquía sino en la de los obreros; de los campesinos, de todo
el pueblo armado, hará insoportable la vida de los oligarcas.
4)
EL PROGRAMA DEL FRANCISMO DEL SIGLO XXI EN RELACIÓN AL PODER JUDICIAL
Reemplazaremos los
jueces y fiscales de los ricos por los jueces y fiscales revolucionarios y
populares.
Me dan escalofríos el sólo pensar en los
terribles “argumentos” que los leguleyos defensores del podrido del poder
judicial burgués ensayarán contra nuestras ideas. Ya me imaguino sus rabiosos
bramidos a cerca de la institucionalidad, la ilegalidad y la arbitrariedad de
nuestras propuestas.
El Francismo del siglo XXI establecerá
una nueva constitución y una nueva legalidad; nosotros no estamos
hablando de un simple cambio de gobierno, de ese jueguito democrático burgués
de cambiar los payasos para no cambiar el circo; nosotros estamos hablando de
una revolución, y no sólo político- jurídico, sino una con profundos cambios
socioeconómicos.
… ¿Es que dichos
señores han visto alguna vez una revolución.? Indudablemente, no hay nada más
autoritario que una revolución. La revolución es un acto durante el cual una
parte de la población impone su voluntad a la otra mediante los fusiles, las
bayonetas, los cañones, esto es, mediante elementos extremadamente autoritarios.
El partido triunfante se ve obligado a mantener su dominación por medio del
temor que dichas armas infunden a los reaccionarios”… (65)
El ejercicio injusto, incompetente,
extralegal o tiránico del poder exime al
pueblo del deber de obediencia. La resistencia a las autoridades que ejerzan la
función pública con uno o varios de esos vicios
es un derecho y un deber; la insurrección contra ellas es una
obligación.
Ya los comuneros
paraguayos se habían insurreccionado para exigir buen gobierno.
Para nadie es un secreto, que la corte
suprema de justicia paraguaya es ilegitima y su legalidad es forzada. El poder
judicial del Paraguay es uno de los más coruptos del mundo; la incompetencia de
sus miembros es algo que nadie pone en duda y el ejercicio injusto de la
autoridad es cosa de cada día, los pobres, los ladrones de gallinas se pudren
en las cárceles y los ricos siempre arreglan su situación; pueden quemar
supermercados y matar 400 personas, igual saldrán libres con argucias traídas de
los pelos.
Los bien domesticados jueces y fiscales
oligárquicos se ensañan muy especialmente con los “esclavos” sublevados, con
los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo. Los juicios contra los miembros
reales o ficticios son grotescos. La violación
de las leyes es brutal es descarada.
El Francismo del siglo XXI propone
triturar el poder judicial y la fiscalía de los oligarcas, transformarlo desde
sus cimientos.
La democracia popular revolucionaria
creará los tribunales y fiscalías revolucionarios para juzgar y sancionar a los
esbirros, torturadores, delatores y criminales de guerra
contrarrevolucionarios. Estos tribunales tendrán un carácter provisional y de
urgencia hasta tanto se organicen el nuevo sistema judicial y fiscal. Los tibunales
populares revolucionarios serán de carácter colegiados en todos los casos y
estarán compuestos por jueces profesionales y jueces legos. Todos ellos se
someterán a la voluntad popular, sus cargos serán electivos, renovables
periódicamente, responsables y revocables y con sueldos no superiores al mínimo legal; ser autoridad es un servicio,
no un medio para ganar dinero.
5)
RELACIONES INTERNACIONALES
“Era un acto no
solo de humanidad sino aún honroso para la República conceder asilo a un jefe
desgraciado que se entregaba.”(66)
Estas palabras fueron dichas por el Dr.
José Gaspar Rodríguez de Francia al conceder asilo al “jefe de los orientales”,
José Gervasio Artigas.
En abril de 1811,
Artigas se incorpora a las fuerzas patrióticas que luchaban en la banda
oriental.
Artigas se distingió por su bravura en
todos los combates en que le tocó participar. Lucha hasta 1820, año en que, por
su Lugarteniente, pide asilo al gobierno de otro patriota que luchaba por los
mismos ideales que él, al gobierno revolucionario del jefe de los paraguayos, a
José Gaspar Rodríguez de Francia.
Era honrrozo para la República recibir
asilado a hombres como Artigas, ese era la clase de hombres que recibía el
gobierno revolucionario de Francia. Fue deshonrroso para la República recibir,
como ocurrió en los contrarrevolucionarios gobiernos colorados, a Somoza o a
Josef Mengele… Es dehonrroso para la República recibir como refugiado, como ocurre
en el gobierno de Fernando Lugo, a un boliviano ladrón y
contrarrevolucionario como Mario Cossío.
El gobierno del “padre” de Evo Morales es un refujio de ladrones del tipo de
Mario Cossío y Juan Pedro Scharer, tal
vez esto le demuestre al presidente boliviano a que tipo de farsante llama
padre.
El Francismo del siglo XXI revocará la
condición de refugiados o asilado de individuo como Mario Cossio, los entregará
a las autoridades de sus respectivos países para que sean jusgados y
condenados.
Querer justificar, como pretende el actual
gobierno, la concesión de refugio al conocido ladrón boliviano diciendo que el
Paraguay tiene una larga tradición de concesión de asilo y comparar a Artigas
con Mario Cossío es ofender la memoria de aquel, de su pueblo, del Pueblo
paraguayo y de todos los hombres que luchan por una Latinoamérica mejor. Mario
Cossío es un ladrón, bandido y contrarrevolucionario que debe ser hechado a
patadas de la república del Paraguay.
El Francismo del siglo XXI es amigo de los
hombres y mujeres que luchan por un
mundo nuevo, revolucionario, socialista.
6)
LA ECONOMÍA EN LA DEMOCRACIA POPULAR REVOLUCIONARIA.
La república
Francista popular y revolucionaria tendrá una nueva estructuración política y también una nueva
economía.
Es
imposible llevar adelante trasnformaciones económicas y sociales favorables a
los pobres sin una transformación radical de la estructura político –jurídica
de la nación.
Las clases populares deberán destruir el
poder político de los ricos, construir su propio poder revolucionario,
convertirse en clases dominantes con las armas en sus manos y aplastar la
resistencia contrarrevolucionaria; deberán acabar con los buróratas y con los guardianes
armados del viejo orden. Solo así podrán empezar a entregar a toda la nación
las grandes empresas industriales y comericiales, los grandes bancos, los
latifundios, las riquezas que hoy solo alimentan los bolsillos de unos pocos
privilegiados; solo así podrán hacer ellos mismos, transformaciones económicas
y sociales que les sean favorables.
El Francismo del siglo XXI es solo la
avansadilla de las clases populares. Consideramos que las primeras medidas a
tomar por el gobierno revolucionario de las masas populares en cuanto al tema
que aquí tocamos serán:
Recuperación de los bienes malhabidos. El
gobierno revolucionario deberá disponer la confiscación de todos los bienes
malhabidos de los ex gobernantes (de la
dictadura stronista y de los posteriores), de sus herederos y sus testaferros.
Además, todos quienes hayan cometido
malversación de fondos, enriquecimiento ilícito o cualquier apropiación de
dinero público al amparo del poder serán juzgados por tribunales
revolucionarios especiales con facultades
plenas de investigación.
Quienes sean declarados culpables
responderán con sus bienes. Los bienes
recuperados serán utilizados para atender las necesidades perentorias de
atención a la niñez, salud, educación, tierra, vivienda.
Así como serán confiscados los bienes de
los larones de dinero público, también serán confiscados, sin pago de ninguna
indemnización, los bienes de quienes:
-Saboteen la economía nacional o
especule de alguna manera.
-Realicen actividades
conspirativas en el extranjero.
-Abandonen el territorio nacional
para evadir la acción de los tribunales revolucionarios.
-Hayan sido sancionados por
delitos contrarrevolucionarios.
Entre las medidas
que el gobierno revolucionario deberá establecer está el de una ley, con efecto
retroactivo, que castigue con la pena de cadena perpetua a los ladrones de
dinero público del pasado inmediato y del futuro.
No dotaremos de mayores recursos al estado
de los trabajadores sin asegurarnos de que quienes se atrevan a robar al pueblo
reciban implacable castigo.
El Francismo del siglo XXI rehabilitará el
penal de tevegó para enviar allí a los ladrones de dinero público en el pasado
anterior a la revolución y a quienes se corompán posterior a ella. Pasarán allí
es esto de sus vidas.
Dotando al estado revolucionario de las
clases populares armadas con suficientes recursos confiscados a los ladrones de
dinero público y a los conspiradores contrarrevolucionarios, podremos encarar
programas de industrialización, construcción de obras de infraestructuras sin
que tenerque que privatizalas, mejoras
en el transporte de pasajeros y mercancías.
Haciendo que las ganancias ya no vayan a
parar a los bolsillos particulares de
los magnates podremos edificar un pueblo
sano, fuerte, bien alimentado y culto para que pueda trabajar.
Ya no será necesario estar mendigando a
que los ricachones extranjeros vengan a explotar a nuetros compatriotas o que
estos tengan que dejar a sus hijos, sus padres, hermanos y todo lo que aman,
para ir a trabajar en condiciones de semiesclavitud en el extranjero.
Los demagogos de la politiquería criolla
hablan de salud, educación, trabajo para el pueblo y no se proponen tocar los
intereses de los grandes amos del Paraguay. Los problemas sociales no podrán resolverse
sin tocar los intereses económicos de las 20 familias oligárquicas; quienes no
se porpongan eso y dicen que mejorarán las condiciones de vida del pueblo son
unos charlatanes, unos crueles estafadores.
7)
LA CUESTIÓN AGRARIA
La cuestión agraria
se ha convertido en uno de los grandes poblemas de la nación.
Solo una revolución popular podrá dar
solución a este gran problema, los gobiernos que partan del rrespeto irresticto
a la propiedad privada terratiente no tienen ni la más remota posibilidad de
solución. Lo que se necesita es una violación despótica de las leyes que
garantizan la propiedad privada terrateniente; se deben eliminar las leyes de
inviolabilidad de la propiedad latifundista y el mismo latifundio.
“Sin plantearme la tarea de examinar aquí
todos los argumentos de los defensores de la propiedad privada sobre la tierra-
juris consultos, filósofos y economistas -, me limitaré nada más que a hacer
constar, en primer lugar, que han hecho no pocos esfuerzos para disimular el
hecho inicial de la conquista amparo del “derecho natural”. Si la conquista ha
creado el derecho natural para una minoría, a la mayoría no se le queda nada
más que reunir suficientes fuerzas para tener el derecho natural de
reconquistar lo que se le ha quitado.
En el curso de la historia, los
conquistadores han estimado conveniente dar a su derecho inicial, que se
desprendía de la fuerza bruta, cierta estabilidad social mediante leyes impuestas por ellos mismos.
Luego viene el filósofo y muestra qu estas
leyes implican y expresan el conentimiento universal de la humanidad. Si, en
efecto, la propiedad privada sobre la tierra se basa en semeja nte
consentimiento universal, debe, indudalemente, desaparecer en el momento en que
la mayoría de la sociedad no quiera más reconocerlo.”(67)
El gobierno revolucionario proscribirá el
latifundio; las leyes revolucionarias delimitarán la máxima cantidad de
hectáreas de tierra que podrá poseer una persona física o jurídica, las
excedentes serán nacionalizadas y parte de estas serán distribuidas entre los campesinos que no tienen tierra o tienen
poca; otras serán utilizadas para las estancias y chacras de la patria.
Todas las deudas hipotecarias sobre la
tierra de los pequeños productores agrícolas serán condonadas. Los campesinos
que estén ocupando terrenos en condiciones precarias o como arrendatarios
pasarán a ser propietarios de esas mismas tierras de manera gratuita hasta las
10 hectáreas.Estas serán inembargables e intransferibles, a no ser como
herencias.
Es inadmisible que en nuestra patria
haya campesinos sin tierras, el Paraguay
tiene suficiente territorio como para darles, la república debe ser generosa
con quienes siempre han estado listos para defenderla; es un elemental deber de
retribución darles tierra a los chocoques paraguayos, un premio al esfuerzo de
quienes desde la época de la independencia, pasando por la guerra de la triple
alianza, la guerra del chaco, las batallas por la libertad durante la oprobiosa
dictadura de Alfredo Strosner y en la
actual lucha revolucionaria del Ejército del Pueblo Paraguayo han contribuido y continúan contribuyendo con
sus mejores hijos para luchar por la soberanía, la libertad, por romper las
cadenas de la explotación y de la opresión.
Garantizar el apoyo técnico, crediticio,
dar semillas, instrumentos de trabajo,
precio justo a los productos, transporte para la producción de los campesinos
son tareas que el gobierno revolucionario hará sin que estos pidan.
Plantear la solución a la cuestión
agraria dentro de los marcos de la sociedad capitalista y manteniendo el poder
en manos de la oligarquía (tal como lo hacen los Odilón Espínola, Luis Aguayo,
Marcial Gómez, Belarmino Balbuena, José Rodriguez y cía) es una verdadera
tontería. Aún en el caso que pudiera
hacerse, cosa que los Francistas del siglo XXI vemos como imposible, los
pequeños productores que reciban tierras no podrán resistir la competencia de
los grandes capitalistas agrícolas y en unos años venderán sus tierras y
seguirán migrando a los cinturones de miseria de las ciudades. Sólo una
revolución política asentada en los vigorosos músculos armados de los obreros y
los campesinos podrá acabar con la miseria de los campesinos, con lus abusos,
las burlas y los crímenes de los terratenientes. Solo el Francismo
revolucionario del siglo XXI podrá hacer justicia a todos los campesinos
muertos en la lucha por la tierra; sólo esta podrá quitar tierra a los
latifundistas y darla a los sin tierras, asegurando además que no se vean en la
necesidad de venderla y de tener que vivir como parias en su propio país.
La tierra, al igual que el agua o el aire
es un bien natural indispensable para la vida; a nadie se le debe negar el
derecho a poseerla para plantar en ella su rancho y dar sustento a su familia.
Los Paî Tavyterâ dicen: “la tierra da
gratuitamente todo lo que el hombre necesita para su vida; no nos vende el
aire, el agua y las plantas. De su seno extraemos los tubérculos, en su seno se
sostienen las raíces que producirán los frutos, las semillas y las sabias que ayudan a dar y conservar la vida. Sobre
su superficie nacen y crecen los animales que son alimentos vitales. Por eso la
tierra es tan madre como la humana”. (68) Por
eso comprar o vender la tierra es como comprar o vender a la propia madre.
Aunque de los latifundistas todo se puede esperar, hasta que compren y vendan a
su propia madre.
8). LA CUESTION DE LA VIVIENDA
”¿Cómo, pues,
resolver la cuestión de la vivienda? En la sociedad actual, exactamente igual
que otra cuestión social cualquiera: por la nivelación ecónomica gradual de la
oferta y la demanda, solución que reproduce constantemente la cuestión y que,
por tanto, no es tal solución. La forma en que una revolución social resolvería
esta cuestión no depende solamente de las circunstancias de tiempo y lugar,
sino que, además, se relaciona con cuestiones de gran alcance, entre las cuales
figura, como una de las más esenciales, la supresión del contraste entre la
ciudad y el campo.
Como nosotros no nos ocupamos en
construir ningún sistema utópico para la organización de la sociedad del
futuro, sería más que ocioso detenerse en esto. Lo cierto, sin embargo, es que
ya hoy existen en las grandes ciudades edificios suficientes para remediar
enseguida, si se le diese un empleo racional, toda verdadera “escacez de la
vivienda”. Esto sólo puede lograrse,
naturalmente, expropiano a los actuales poseedores y alojando en sus casas a los trabajadores que carecen de vivienda o
a los que viven hacinados en la suya. Y tan pronto como el proletariado
conquiste el poder político, esta medida impuesta por los intereses del bien
público, será de tan fácil ejecución como lo son hoy las expropiaciones y las
requisas de viviendas que lleva a cabo el Estado actual”. (69)
El problema de la vivienda es algo
gravísimo en Paraguay; es inhumana la forma en que viven millones de
paraguayos.
Toda familia tiene derecho a una vivienda
digna, el gobierno de los revolucionarios Francistas hará efectivo ese derecho
imprescriptible e inalienable.
Tenemos suficiente cemento, piedras,
ladrillos, maderas, y casi todos los paraguayos somos hábiles para construir.
No faltará ni material ni mano de obra para construirle a cada familia
paraguaya una vivienda decorosa.
A más de la contrucción intensiva de
nuevas viviendas para los pobres tendrá que promulgarse sin pérdida de tiempo,
una ley revolucionaria que dé un empleo racional a las viviendas ya
construidas. En esta ley se reglamentará la forma de efectuar el traspaso de la propiedad de los inmuebles
urbanos alquilados, de sus propietarios a los ocupantes de los mismos mediante
el pago de la vivienda a plazos; se establecerá que la propiedad de los
llamados inquilinatos sea trasferida al estado sin que sus propietarios reciba
indemnización alguna; se dispondrá la cancelación de todas las hipotecas sobre
inmuebles urbanos de gente trabajadora; se anulará los contratos de
arrendamientos de viviendas.
Existen casas de vereneo, de campo, y
mansiones de personas muy adineradas cuyos perros y gatos viven mejor que
millones de paraguayos; estas viviendas exceden en mucho las necesidades que
tiene una familia. Pensamos expropiarlos para hacer un mejor uso de ellas.
Acondicionándolas adecuadamente podrán alojar a varias familias trabajadoras o
podrán ser utilizadas como asilos, guarderías o escuelas.
Es posible, que al igual que el Dr.
Francia, tengamos que demoler algunas casas que pertenecen a odiadas familias
oligárquicas y en las que, por esta razón, posiblemente nadie se ateverá a
vivir a causa de los ominosos recuerdos que suscitarán; pero, en todos los
casos, en lugar de lo destruido construiremos viviendas para los humildes.
9) EL FRANCISMO DEL SIGLO XXI Y LOS PUEBLOS
INDIGENAS
Ninguno de los
pueblos indígenas que habitan en territorio paraguayo reivindican para sí la conformación de una
comunidad autónoma o de una República independiente, debemos asumir que son
paraguayos, se sienten parte de la comunidad nacional pero discriminada.
Muchos indigenistas de ONGS proponenen en
nombre de un respeto a la cultura de los pueblos indígenas, mantenerlos en el
atraso y la marginación. Para nosotros, respetar sus culturas no se contrapone
con llevarles el progreso material, si así no procedemos, se corre el riesgo de
que el contenido de sus culturas desaparezcan junto con ellos bajo el peso de
la miseria.
La restitución de tierra a los pueblos
índígenas es el primer paso para salvar la cultura de los indígenas y a los
mismos indígenas. El problema indígena es, en principio, un problema agrario;
los mismos métodos de solución al problema campesino podrán ser utilizados para
solucionar las necesidades de los indígenas.
En algunas comunidades, en consonancia con
la cultura de ellos, podría establecerse un régimen comunitario de propiedad y
uso de la tierra. En los casos en que aquello no sea posible, la formación de
cooperativas es una opción válida.
De acuerdo a una encuesta a hogares
indígenas del 2008, existirían en Paraguay unos 110.000 indígenas distribuidos
en cinco familias lingüísticas (Zamuco,Matako, Maskoy,Guaicurú y Guaraní).
No son numerosos, para un gobierno
revolucionario no constituirá mayor dificultad la solución al problema
indígnena.
Confiscar las tierras de unos cuantos ricachones y dárselas a los
indígenas ya será un 50% de la solución; vivienda, salud, educación,
instrumentos de trabajo y demás necesidades podrán serles proveídas, preferentemente,
de los bienes rescatados de las manos de los
grandes ladrones de dinero público.
El gobierno de Fernando Lugo decía que
los indígenas serían los privilegiados; ¡Vaya privilegio!; los niños indígenas
sufren el frío, el hambre, el desprecio y la miseria en las plazas de Asunción;
sus cuerpecitos desnudos sirven de depósito de parásitos de todo tipo.
Hoy día, la basura politiquera corrompe
a los indígenas hasta límites increíbles; los hace prisioneros del alcoholismo,
la prostitución, la venta de cédulas en las elecciones, la explotación
despiadada la burla y el desprecio.
Los terroritas de los medio de
comunicación burgeses atizan los más
ruínes prejuicios contra los indígenas.
Los estancieros los hacen trabajar en condiciones
de semiesclavitud y les dan como paga un plato de comida diaria y caña (agua
ardiente) induciéndolos al vicio del alcoholismo.
El Francismo del siglo XXI acabará con
todos esos males. Veamos algunos aspectos de la política revolucionaria del
gobierno del Dr. Francia hacia los pueblos indígenas que no muestran algunas
líneas a seguir: “Desde 1823 el gobierno se propuso mejorar las condiciones de
vida de los índios guaraníes, muchos de los cuales aún permanecían en las
antiguas misiones, dentro de sus tradicionales comunidades agrícolas. El Dr.
Francia rechazó los criterios liberales sobre la forma de propiedad de las
comunidades y respetó la costumbre indígena de cultivar colectivamente la
tierra, sistema que condujo a la distribución equitativa de los productos entre
todos los miembros de la comuna, sin propiedad privada sobre los medios de
producción. Además, el gobierno saneó la administración de los llamados pueblos
de indios e impulsó la producción agrícola y la autonomía de las propias comunidades.
Por otra parte intentó en forma experimental, una modalidad de haciendas
estatales, en las cuales los indígenas trabajaban como peones, dirigidos por
una especie de administrador designado por el propio Doctor Francia. Estos
funcionarios tenían también la obligación de movilizar militarmente a los
indígenas en caso de necesidad, sobre todo ante una agresión armada del
exterior.”(70)
10) ECOLOGÍA
El Francismo del siglo XXI apoya y promueve
las políticas encaminadas a proteger el medio ambiente.
El capitalismo ha generado desequilibrios
ecológicos que amenazan la propia sobrevivencia de la humanidad.
Los numerosos debates entre los mejores
científicos de todo el mundo han dado pruebas de que hoy día, la tierra se está
calentando, y que este, es producto de actividades humanas. Los gases
industriales, sobre todo el dióxido de carbono, provocan un aumento de la
temperatura promedio y acentúan el efecto invernadero.
El cambio climático lleva a un aumento de
las catástrofes naturales: inundaciones, sequías, multiplicación de ciclones,
avanze de zonas áridas, hundimiento de regiones costeras, derretimiento de los
polos, variación en la temperatura del agua de los océanos, deslizamiento de
terrenos.
El Francismo del siglo XXI tiene claro
que los problemas ambientales no terminan en las fronteras nacionales y que se
requiere promover acciones que sean mundiales
y regionales.
Estamos ante una amenaza a todo el planeta.
Directamente vinculados al capitalismo.
El desarrollo industrial capitalista lanza cantidades considerables de
contaminantes a la atmósfera. Los gases generados por el uso de combustibles
fósiles (como el Co2) bloquean los rayos infrarrojos del sol y provocan el
calentamiento progresivo de las capas bajas de la atmósfera. La presencia de
gases de efecto invernadero en la atmósfera (Co2, metano, óxido nitroso…)
proyecta el peligro de un genocidio a nivel planetario. El modelo capitalista
de producción crea riqueza para un grupo minoritario
destruyendo las condiciones ambientales de toda la humanidad. La codicia de
unos cuantos ricachones locos está destruyendo el planeta de todos.
El contenido atmósferico de Co2 aumentó
25% en un siglo y rebasa, hoy día, con amplitud, niveles que nunca se habían
alcanzado en varios cientos de miles de años.
El cambio climático es la madre de todos
los problemas ecológicos y su manejo revela el desinterés humanitario de las
grandes potencias y sus multinacionales. Con la firma del protocolo de Kyoto
(1997), los países industrializados se comprometieron a luchar contra el
calentamiento global del planeta reduciendo sus emisiones de gases de efecto
invernadero con vistas a alcanzar; en 2012, tasas 5,2% inferiores a la de 1990.
En el 2000 la conferencia de la Haya trató de fijar reglas para aplicar el
protocolo de Kyoto; los Estados Unidos y la Nación Europea junto a los demás
países en desarrollo provocaron el fracaso de la conferencia. En 2001, Estados
Unidos decidió no ratificar el protocolo y siguir haciendo lo que le venga en
gana, sin importarle la consecuencia para el mismo pueblo Norteamericano y para
todo el mundo.
La deforestación, la erosión, la
contaminación del aire, de los suelos, de los ríos son problemas ecológicos que
afectan directamente a nuestro país.
La contaminación de los suelos y las aguas
se debe, fundamentalmente, al uso de sustancias nocivas en la agricultura. Los
abonos fosfatados, los insecticidas, herbicidas y fungicidas constituyen
verdaderas armas químicas de los ricos terratenientes contra los pobres.
Los desechos agrícolas ligados a la
ganadería empresarial de la ARP y el uso masivo de pesticidas y abonos en la
gran producción capitalista de los sojeros contaminan los cursos de agua y las
capas freáticas; son peces son muertos, los humanos también, el agua se hace
imbebible para los humanos y animales.
Por otro lado, las aguas contaminadas por
los desechos domésticos de las ciudades y por los desechos industriales que no
son sometidos a tratamientos de purificación (por no invertir en instalaciones
adecuadas, pués el dinero es más interesante para los capitalistas y los
burócratas estatales que la vida de los pobres). Los ricos puden purificar sus
aguas, su aire; tienen todo para atender adecuadamente su salud; los pobres ,
los pobres no tienen nada, la tumba los espera por efecto de las acciones
asesinas de unos miserables ricachones a quienes no les importa un comino los
demás.
El gobierno revolucionario deberá
confiscar los medios de producción de aquellos que no respeten las leyes
ambientales revolucionarias. La nacionalización de estos, hará posible que los
pobres, a través de su estado, puedan hacerlos funcionar sin que los afecten,
sin que los envenenen.
11) EL FRANCISMO DEL SIGLO
XXI Y LOS TRABAJADORES URBANOS.
El desempleo y el subempleo afectan, según
estadísticas oficiales, a alrededor de 1.000.000. de paraguayos.
Para dar trabajo a los desocupados y
utilizar más producitivamente a los subocupados se necesita algo muy
distinto a la palabreriá barata de los
políticos burgeses que, sobre todo, en épocas electorales prometen crear, por arte de birlibirloque, millones de
puestos de trabajo; prometen riqueza en abundancia, en una verdadera competencia de mentirosos.
La utilización plena de la fuerza de
trabajo y el desarrollo económico contínuo solo podrán alcanzarse con una
revolución que ponga en manos de los obreros y campesinos el poder de la república y la organización de
la economía. Las medidas liberales no hacen más que hechar más leña al fuego de
la desocupación, subocupación y miseria de los trabajadores.
El gobierno revolucionario tomará en sus
manos los resortes fundamentales de la economía nacional. Esta es la forma en
que se podrá dar trabajo a todos.
El gobierno revolucionario asentado en la
fuerza armada del pueblo limpiará las instituciones de funcionarios corruptos y
venales y procederá inmediatamente a industrializar el país movilizando todos
los recursos que hoy sólo son resguardados para cubrir las espaldas de los
banqueros. Creará equipos de científicos que trabajen, no subordinados a los
capitalistas sino a los trabajadores, para llevar adelante la magna tarea de
planificación económica.
Veamos algunas acciones del gobierno
revolucionario del Dr. Francia que nos muestra, también en este tema, el camino
a seguir. Usamos de fuente a dos conocidos enemigos del gobierno Francista,
Juan Rengger y Marcelino Lomgcham; para
que por ahí no digan que tergiversamos los hechos: “Los bienes nacionales del
Paraguay forman poco más o menos la mitad de su territorio. Se componen de
pastos y bosques que en tiempos de la dominación española no han sido vendidos
ni cedidos a particulares, de las misiones de los Jesuítas, de las posesiones
de otras corporaciones religiosas, y únicamente de un gran número de casas de
campo y cortijos confiscados por el dictador.
Gracias a la inmensidad de los terrenos
estatales, la dictadura pudo conceder un gran número de parcelas a los
campesinos sin tierra o a aquellos que usufructuaban lotes de los antigüos
terratenientes. Ha arrendado una parte de las tierras a precios muy moderados y
sin término fijo, con la sola condición de que sean bien beneficiadas, tanto
por el cultivo o por la cría de ganados.”(71)
¡Así se solucionan los problemas sociales!
¡Así se da trabajo a la gente!
Los recursos en manos del estado
permitirán crear industrias y apoyar a las pequeñas y medianas manufacturas.
Industrializar la producción agropecuaria dará más valor a los productos
nacionales y más trabajo a los paraguayos.
12) SALUD Y EDUCACION
Las recetas capitalistas encaran el tema de la
salud de manera independiente de factores que influyen a que un pueblo tenga
buena o mala salud; tales factores, como la alimentación, la higiene, el
ambiente, la educación son tan importantes como el tratamiento de las
enfermedades o su prevención.
¿Cómo se podrá tener un pueblo sano si no
se lo alimenta adecuadamente? Y esto nos lleva a esta otra pregunta ¿Cómo
podría alimentarse adecuadamente siendo que una minoría insignificante de
potentados se apropia de todas las fuentes de alimentos y de los productos?
La revolución paraguaya del siglo XIX creó
un pueblo sano, fuerte y vigoroso.
En la guerra de la triple alianza la
altura media del soldado paraguayo era de 1 metro 72 cms.; el soldado brasileño
tenía como promedio 1,62 cms. Esto no
era una casualidad, era un producto de la revolución; la superioridad física
del paraguayo de la república independiente en comparación a los habitantes de
los países vecinos era notoria; el Paraguay popular tenía hombres bien
desarrollados física y mentalmente. Hasta el comienzo de la guerra del Paraguay
no se conocían locos o suicidas en la república. La buena salud mental y física
facilitaba el aprendizaje; cada paraguayo aprendía y ejercía cuatro o cinco
oficios, el paraguayo era constructor, músico, carpintero, zapatero, médico,
etc.
El dominio de la oligarquía nos ha
convertido en un pueblo de raquíticos, ha traído el dolor y el luto de los
suicidios y una cantidad impresionante de locos.
Las mujeres de la época del Paraguay
independiente eran unas gacelas, esbeltas, educadas y finamente adornadas con
preciosas joyas que además no dudaron en donar generosamente para colaborar con
la defensa de la patria.
Cuando la mayoría se haga cargo de su
destino será posible cuidar la salud de todos; no dejar que haya personas que
lucren con algo tan importante y fundamental para los seres humanos.
Un gran hombre, médico de profesión
revolucionario por acción, Ernesto Guevara decidió que era más importante
buscar curar pueblos enteros por medio de la revolución que curar algunos
individuos. Sólo una revolución popular podrá curar a todo el pueblo paraguayo.
Pasemos al tema de la educación; así
como somos partidarios de transferir los medios de producción material al
dominio social, somos también partidarios de trasferir los medios de prodcción
intelectual al dominio social; para que podamos nutrir la conciencia de las
grandes masas con conocimientos que les sean útiles necesitamos quitar del
dominio privado los grandes medios de comunicación y los centros de enseñanza;
el pueblo armado deberá dominar esos centros de “alimentación”de conciencias.
El gobierno revolucionario procederá a
una reestructuración total de la enseñanza poniéndola a tono con las
necesidades de la revolución política y económica.
Queremos crear un pueblo libre del
dominio oligárquico e imperial, debemos preparar debidamente a las generaciones
destinadas a cumplir el sueño de Francia, López padre e hijo.
Los maestros paraguayos no seguir
viviendo miserablemente, sin maestros no hay educación; estos son los
comandantes que tienen la misión de crear un pueblo feliz, pues un pueblo
educado será indefectiblemente un pueblo fuerte y feliz.
El Francismo del siglo XXI impondrá la
educación gratuíta en todos los niveles, hasta la universitaria.Me preguntarán
¿De dónde se sacarán los recursos? Hemos explicado varias medidas
revolucionarias a implementar: aniquilamiento de los privilegios de los
burócratas, recuperación de bienes malhabidos, confiscación de recursos de
interés público. Cuando los grandes recursos de la nación estén movilizados en
vistas a los intereses del pueblo todo será posible.
No hay razón para que exista miseria en
nuetra patria, solo el interés egoísta de unos pocos potentados es la causa.
Es inconcebible que en nuetra patria
haya analfabetismo y haya seres humanos que se acuestan a dormir con hambre.
Seguir permitiendo eso y tomar como
natural es una “enfermedad”del cual debemos curarnos. Los Francistas del
Paraguay contemporáneo tienen el antídoto
CAPITULO VII
LA MORAL REVOLUCIONARIA; LA
REVOLUCION MORAL.
1)
LA MORAL Y SUS REGLAS NO SON ESTÁTICAS.
El filósofo de la antigüedad griega Heráclito
afirmaba que nadie puede bañarse en el mismo río dos veces, usaba esta imagen
para representar la idea del perpetuo cambio, nada es permanente excepto el
cambio mismo.
Las aparentemente inmutables normas
morales también están afectadas por la
ley universal del cambio, se han ido modificando en el curso del desarrollo
histórico.
En la antigüedad, la esclavitud era
considerada cmo buena y hasta natural. Incluso los estoicos o los primeros
cristianos no la pusieron en entredicho, y un hombre como Aristóteles,
considerado uno de los más sabios del mundo griego antiguo, fundamentaba
filisóficamente su existencia negando la condición humana del esclavo,
establecía que el amo podía castigar a su esclavo. Jenofonte, `por su parte,
consideraba que los esclavos eran animales domésticos a los cuales había que
castigar o premiar según su comportamiento.
Hoy día, y desde hace muchos años, la gran
mayoría de la humanidad, por no decir toda, rechaza la esclavitud, la considera
mala, abominable.
Vemos aquí, que lo que en el pasado fue
algo bueno, la esclavitud, se convirtió con el devenir histórico en algo malo.
En la antigua civilización Mesopotámica
se ve con claridad una de las más grandes revoluciones que afectó a la
humanidad: el paso del nomadismo a la vida sedentaria, la clave de esta
revolución fue el cambio económico; la caza y la recolección dejarón de ser
fuente principal de la subsistencia y el
dominio de las técnicas de domesticación de animales y de cultivos vegetales
permitieron el desarrollo de la economía agraria y ganadera.
El cambio productivo produjo cambios en
el orden jurídico, político, religioso, moral…En el orden familiar por ejemplo
se puso el cambio del matriarcado por el régimen patriarcal.
El patriarcado desarrolló un modelo
familiar centrado en el hombre, primero poligámico, y luego, monogámico. Este
cambio se aprecia muy bien en la civilización Mesopotámica, pero es algo que se
transmite a la cultura universal.
Durante el monadismo el hombre había
vivido en un estado de promiscuidad sexual, lo que excluía cualquier certeza de
paternidad.El parestesco se podía establecer solamente a partir de la línea
femenina. Es así como el patriarcado marcó la primera etapa de los pueblos de
la antigua Mesopotamia. En esta etapa, las mujeres, en tanto madres, ocupaban
una posición de total respeto y honor, lo que se tradujo en un ejercicio real
del poder (ginecocracia) que también se expresó en el plano religioso con predominio
de diosas y sacerdotisas. La prohibición del ejercicio de funciones
sacerdotales a las mujeres es un producto tardío de las sociedades
patriarcales. El mantenimiento de esta prohibición hasta hoy día, en la iglesia
católica es, sin lugar a dudas, un anacronismo histórico mayúsculo.
Con el tránsito del patriarcado, la
mujer pasó a pertenecer al hombre, a subordinarse a él; implicó también, el
abandono de leyes religiosas y morales antigüas que consagraban la elevada posición de la mujer. Se consagró, en
el campo moral, que la subordinación de la mujer al hombre era buena y, en
algunas cultiras ultrapatriarcales se llegó a considerar que los burros eran
más importantes que las mujeres.
La cultura patriarcal, en especial en
las sociedades occidentales, con el transcurso del tiempo fue abandonado la
forma poligámica de familia en beneficio de la familia monogámica.
El concepto de lo bueno y lo malo fue
acompañando este proceso. La familia patriarcal poligámica, hoy, no se
considera algo que sea buena en la cultura occidental; no siempre fue así. Hoy
lo bueno, en materia de forma familiar, se identifica con la familia
monogámica.
No es nuestro propósito estudiar en
todos sus detalles este proceso, sino demostrar
que las normas morales, el concepto de lo bueno y lo malo, cambian con
la evolución social.
Los guaraníes del periodo pre colonial
no conocían la propiedad privada sobre la tierra. Los colonialistas españoles
se apropiaron por la fuerza de sus tierras, impusieron su propiedad privada
sobre ellas; esta brutal conquista fue posteriormente legalizada y se impuso
como moralmente buena.
La encomienda, la mita, El Yanaconazgo
implantados por los conquistadores españoles como métodos de explotación en sus
colonias eran, para la conciencia corriente de aquella época moralmente buena,
aceptable y hasta natural. Hoy día, para la conciencia de la gran mayoría,
excepto para la de varios latifundistas paraguayos, son métodos inaceptables de
explotación, moralmente inaceptables.
Las pretendidas normas morales
inmutables de los capitalistas, que consagran como buenas la esclavitud
asalariada, la apropiación de los ricos de todos los medios de producción y
todas sus descaradas idioteces ya no son consideradas como buenas por la
conciencia de la gran mayoría del pueblo. La moral de los oprimidos y
explotados las considera mala y esta moral es más evolucionada que la de los
capitalistas.
“Las declamaciones sobre la libertad de
comercio, lo mismo que las demás bravatas liberales de nuestra burguesía, sólo
tienen sentido aplicadas al comercio encadenado y al burgués sojuzgado de la
edad media”…(72)
A los opresores les encanta poner el
adjetivo libre a todo lo que les convenga, así tenemos: comercio libre, prensa
libre, libre empresa, libre cambio, elecciones libres…Declaran que todo lo
“libre”, es decir lo burgués, es bueno y con esto justifican todas sus
atrocidades.
La comprensión de la libertad que
fomentan los ricos es aplicable únicamente a ellos; la libertad burguesa es
igual a opresión para los trabajadores, para los pobres. Los Burgueses
reclamaban libertad a los monarcas, a la nobleza y al clero feudal, estos los
oprimían y los obligaron a llevar adelante sus revoluciones burguesas para convertirse
en clase dominante.
Una vez que la burguesía se convirtío en
clase dominante sus bravatas liberales se convirtieron en otros tantos medios
de opresión contra los trabajadores. En boca de la burguesía, la palabra
libertad, desde que se convirtió en
clase dominante, es hueca, es solo un pellejo sin contenido utilizado para el
engaño. Las declamaciones burguesas sobre la libertad encubren la más víl
opresión y explotación. Los obreros y campesinos serán libres el día que pongan
fin a la dominación y libertad de los ricos.
2.) LA MORAL DE LOS DEFENSORES DEL VIEJO ORDEN SOCIAL.
Las hordas contrarrevolucionarias luguistas
necesitan ser estimuladas permanentemente con dinero, alcohol y drogas.
Las tropas mercenarias defensoras de la
oligarquía reciben sumas multimillonarias esquilmadas al pueblo en concepto de
“exposición al peligro”. El abuso de estupefaciente y alcohol las lleva a
confundir cumpleaños de quince con campamentos del Ejército del Pueblo
Paraguayo y a arremeter contra mujeres, ancianos y niños en sus salvajes
correrías norteñas acompañadas de pillaje, muerte y destrucción.
“Vuestra majestad tenga por bien
encomendarme muy especialmente el destino del oro para concurrir al lugar y allanar la campaña del Paraguay,
que viene haciéndose demasiadamente larga y cargada de sacrificios y
aparentemente imposible por la acción de las armas; pero el oro, majestad, es
materia inerte contra el fanatismo patrio de los paraguayos desde que están
bajo la mirada fascinante y el espíritu magnetizador de López”. (73)
Hoy no son el conde D´eu o el duque de
Caxias y sus genocidas fuerzas invasoras quienes ofrecen dinero buscando
corromper y sobornar a algún miserable que quiera enriquecerse entregando a los
patriotas del siglo XXI, a los revolucionarios del Ejército del Pueblo
Paraguayo; no, hoy son los Lugo, Filizola, Franco, y toda
su cohorte de mariquitas castrenses, policiales, judiciales y
fiscales quienes desde sus bien
acolchadas poltronas donde reposan sus posaderas marcadas cual ganado con la o
de oligarca buscan allanar el camino para la destrucción de los Lopistas
modernos con chorros de dólares robados a los pobres.
Dice el gobierno seudosocialista que
quiere dignificar al pueblo paraguayo. Sus patrañas son abominables.
El Stronismo es repudiado, entre otras
cosas, por haber creado una red de pyragües (soplones) para ubicar y asesinar a
quienes luchaban en favor del pueblo. El
nuevo tembelo de Paraguay (Fernando Lugo) y su chanchito Montanaro “socialista”
(Rafael Filizola) han creado una red de soplones y casarecompensas tan
siniestros como los del tiranosaurio “ofrecen más de 200.000 dólares por la
cabeza de los jefes revolucionarios del E.P.P en forma canallezca,
desvergonzada y pútrida.
El nuevo tembelo y su tropel de brivones fomentan la deslealtad,
la perfidia, el dehonor en la conciencia de todos los paraguayos a travéz de
todos los medios de comunicación.
¡Esta es la forma en que enseñan dignidad
los seudosocialistas!
Fomentando la delación, reeditando los
lúgubres días de los pyragües stroesnistas.
El fanatismo patrio de los epepistas, la
mirada fascinante y el espíritu
magnetizador de López harán, como hizo ayer con el oro brasileño, que los
dólares Yankees sean materia inerte.
INCERTAR AQUÍ EL OFRECIMENTO DE RECOMPENSA QUE HACE EL
GOBIERNO Y UNA EDITORIAL DE ULTIMA HORA EL 4 O 5 DE MARZO DONDE HABLA DE LAS
VONDADES DEL OFRECIMIENTO DE RECOMPENSA.
3).
LOS ROBUSTOS HIJOS DEL PUEBLO.
El Ejército del Pueblo Paraguayo es un niño
robusto que recibe su alimento de su compromiso con el pueblo, se aferra a éste
como el niño a las tetas de su madre, se nutre de él. Los combatientes
epepistas son estimulados por su fanatismo patrio y su amor al pueblo, no
necesitan dinero para exponerse diariamente al peligro, nacieron y crecieron en
él. Caminan al lado del pueblo con una abnegación total y un heroísmo
sobrehumano aprendidos del glorioso ejemplo de la lucha de nuestros antepasados
contra invasores externos y opresores locales.
Al combatir al imperialismo y a los
traidores a su servicio, el EPP templa sus fuerzas y atrae hacia si a los
mejores hijos del Paraguay, a los más sinceros patriotas a los más firmes
revolucionarios.
Vamos caminando…
La meta última de la revolución es acabar
con la alienación de los seres humanos; “luchamos contra la miseria, pero al
mismo tiempo luchamos contra la alienación” (74)
Mientra se sigan
reconociendo como natural la existencia de las desigualdades sociales, de la
explotación y la opresión de unos hombres sobre otros, los seres humanos
seguiremos manteniéndonos en la pre historia intelectual y moral de la
humanidad. La sociedad de lobos individualistas, “el homo hominis lupus”, no es la meta de la
evolución social.
La meta de la evolución social es la que
perseguimos quienes ocupamos el más alto eslabón de la especie humana: el de
revolucionario.
“Y en el momento que fuera necesario
estaría dispuesto a entregar mi vida, por la liberación de cualquiera de los
países de latinoamerica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, ni explotar a nadie.” (75)
Los combatientes epepistas que luchan por
implatar una nueva forma de organización social anticipan en sus vidas, en sus
conductas, en sus actitudes las cualidades del porvenir, representan el futuro
del paraguay. Nuestros combatientes no piden nada a nadie, no explotan a nadie;
con sencillez y heroísmo llevan sobre sus hombros el compromiso de limpiar al
Paraguay de toda la basura de quienes con la violencia y la coacción subordinan
a millones a sus caprichos.
Tan importante como luchar contra los
opresores y explotadores es combatir en uno mismo y en los demás luchadores el
conformismo, la resignación, la tendencia al osio. El hombre del futuro es un
rebelde creador, el conformismo lo mata.
Dicen que la revolución al igual que el
titán cronos, se come a sus hijos; esto es verdad, en tanto en cuanto, sus
hijos no le sigan el ritmo o no se adelanten a ella. La inmensidad de la tarea
no les permite distracción a los revolucionarios; se es revolucionario durante
las 24 horas del día durante los 365 días del año. La grandiosidad de las
dificultades o adversidades sólo templa el espíritu de los epepistas que con
tenacidad la superará.
La ideoligía liberal burguesa no forma
más que una partida de gente suave, sin espíritu de sacrificio y con enorme
flogera. Los revolucionarios epepistas llenan su espiritu con ciencia y
sabiduría socialistas, que los llevan a tener una inmensa capacidad de
sacrificio. Trabajadores natos, diligentes y cuidadosos odian la debilidad y la
flaquesa.
La evolución social camina hacia el
socialismo, las condiciones objetivas para transitar hacia él existen; la
expansión de la ideología revolucionaria del Francismo del siglo XXI y la
consolidación de la organización revolucionaria de vanguardia, el E.P.P, serán
las condiciones subjetivas que harán posible el triunfo revolucionario. Los
epepistas usaremos toda nuestra inteligencia, nuestra energía y nuestra lealtad
al pueblo en esta lucha.
La gran revolución paraguaya del siglo
XXI se vislumbra en el horizonte.
CONCLUSIÓN
La hipocresía es la
moneda más corriente de la demagógica política paraguaya; las caras verdaderas
se ocultan detrás de máscaras propagandísticas con el deliberado propósito de
engañar a las masas populares.
De nuestra parte,
no ocultamos nuestras intenciones, no tenemos porqué. Somos revolucionarios y
acostumbramos hablar con entera claridad, sin miedo a lo que digan los
prejuiciosos defensores del viejo orden social oligárquico. No buscamos andar
bien con todos; en la sociedad de clase se debe optar, o se está con los
pobres, o se está contra ellos; nosotros ya hemos hecho nuestra opción hace
bastante tiempo y no pensamos cambiarla, con José Martí decimos:
“Con los pobres de la tierra,
Quiero yo mi suerte echar,
El
arroyo de la sierra,
Me complace más que el mar.”(76)
Mientras los
especialistas en demogogia, con sus múltiples máscaras gozan de las playas de
los mares; nosotros, los revolucionarios epepistas con una sola cara y sin
máscaras proclamamos valientemente nuestras ideas, decimos abiertamente
nuestras intenciones. No engañamos ni buscamos engañar a nadie.Los frescos
arroyos de las campiñas nos complacen
más que el mar.
No nos averganzamos
ni nos arrepentimos de nuestra condición de revolucionarios y de patriotas.
He tenido que
elaborar este folleto en las duras condiciones de prisión, para muchas de las
citas he podido recurrir únicamente a la memoria. Creo haber interpretado las
ideas que animan a mis herorícos compañeros pues los conozco y sé que los
mismos ideales que me guían a mi, los guían a ellos. Que en nuestras cabezas y
nuestros corazones se enraízan sentimientos
que ni las horrorosas cárceles de la oligarquía, ni las balas asesinas
de “tembelo” Lugo y Chanchito Filizola, ni las campañas más bestiales de
difamaciones, calumnnias y mentiras podrán evitar.
Asumí la tarea de
escribir este folleto con el propósito de explicar las ideas fundamentales y los
propósitos que animan a los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo.
No soy escritor,
sólo un plebeyo que lucha contra las injusticias y que cumple, con esto, un
pedido de sus camaradas de lucha. El lector sabrá disculpar los inmensos
defectos de folleto.
Nuestra tarea del
momento es agrupar a los revolucionarios paraguayos para enfocar los esfuerzos
hacia una sola dirección y atraer bajo las alas revolucionarias al movimiento
popular para ir asediando con fuerza la fortaleza
enemiga.
¡Hacia alla vamos!
Un venturoso porvenir nos espera.
¡Qué en los cielos
de la república se vean de nuevo los luminosos rayos recolucionarios!
NOTAS
(1)
V.I. LENIN ¿Qué Hacer?
(2)
VÉASE, JULIO CÉSAR CHÁVEZ, El
supremo Dictador.Biografía de José Gaspar Rodríguez de Francia.
(3)
FEDERICO
ENGELS, Anti Dühring.
(4)
C.MARX Y F. ENGELS, Manifiesto del
partido comunista.
(5)
IBÍDEN.
(6)
CARL VON CLAUSEWITZ, de la guerra.
(7)
V.I LENIN, el estado y la
revolución.
(8)
C.MARX, cartas a Qugelman.
(9)
EFRAIN CARDOZO, breve historia del
Paraguay.
(10)
V.I.LENIN, dos tácticas de la socialdemocracia
en la república democrática.
(11)
FRANCISCO SOLANO LÓPEZ, carta al
mando aliado que le exigía una rendición incondicional.
(12)
V.I.LENIN, ¿Qué hacer?
(13)
------------
(14)
V.I.LENIN ¿Qué hacer?.
(15)
ERNESTO GUEVARA ------------------
(16)
RESPUESTA DEL COMANDANTE PEDRO PABLO CABALLERO
A UNA INTIMIDACIÓN DE RENDICIÓN DEL MANDO ALIADA EN LA BATALLA DE PIRIBEBUY,
(17)
V.I.LENIN, ¿Qué hacer?
(18)
IBÍDEM.
(19)
-------------------------
(20)
C.MARX, F.ENGELS, Manifiesto Comunista.
(21)
C.MARX, tesis sobre Fevervach.
(22)
C.MARX, F.ENGELS, Manifiesto Comunista.
(23)
IBÍDEM.
(24)
C.MARX, Prólogo a la contribución a la crítica
de la economía política.
(25)
F.ENGELS, Carta a a W.Borgius, 1894.
(26)
F.ENGELS, Carta a Franz Mehring, 1893.
(27)
V.I.LENIN ¿Qué hacer?
(28)
F.ENGELS, Crítica al proyecto del programa de
Erfurt.
(29)
MANIFIESTO COMUNISTA C.MARX, F.ENGELS.
(30)
C.MARX, F.ENGELS, Manifiesto Comunista.
(31)
C.MARX, El dieciocho Brumario de Luis
Bonaparte.
(32)
J.G.R. de Francia, discurso en el congreso de
vecinos de julio de 1810.
(33)
CARLOS PAFAEL RODRÍGUEZ, JOSÉ MARTÍ,
Contemporáneo y compañero.
(34)
VÉASE PABLO MAX INSFRAN, la expedición
norteamericana contra el Paraguay, 1858-1859.
(35)
CARLOS ANTONIO LÓPEZ, Carta al Comandante en
jefe de la Escuadra Nacional.
(36)
MANLIEL PEDRO DE LA PEÑA, Véase
J.C.Chiavenato.
(37)
CHARLES A WASHBURN, la hisoria del Paraguay.
(38)
G. R.DE FRANCIA, Oficio enviado al subdelegado
de Santiago, 1824.
(39)
G.R.DE FRANCIA, Oficio al comandante de Fuerte
Olimpo, 1824.
(40)
CARLOS ANTONIO LÓPEZ, Proclama a los soldados,
1855.
(41)
Despacho privado del Duque de Caxias al
emperador del Brasil Pedro II, 1867.
(42)
JUAN E OLEARY, el libro de los héroes. Páginas
históricas de la guerra del Paraguay.
(43)
VÉASE HERIB CABALLERO CAMPOS, proceso de la
independencia paraguaya 178- 1813.
(44)
CARLOS A. LÓPEZ, La emancipación Paraguaya.
(45)
GASPAR RODRÍGUEZ DE FRANCIA, nota del 20 de
julio de 1811.
(46)
JUAN MARTÍN DE PUEYRREDÓN, Proyecto para pacificar
San Fé, dominar Entreríos y Corrientes y
subyugar al Paraguay. Véase en Nidia R.Areces, el Paraguay durante los
gobiernos de Francia y de los López.
(47)
Citado por Julio José Chiavenato
en, Genocidio Americano, la guerra del paraguay.
(48)
IBÍDEM.
(49)
IBÍDEM.
(50)
IBÍDEM.
(51)
IBÍDEM.
(52)
VÉASE HUGO MENDOZA, la guerra de la Triple
Alianza.
(53)
HARRIS GAYLORD WARREN, Paraguay y
la Triple Alianza.
(54)
CARLOS PEREYRA, FRANCISCO SOLANO LÓPEZ y la guerra del Paraguay.
(55)
F. ENGELS, carta a Bebel.
(56)
Véase CHIAVENATO, OB.CITADA.
(57)
F. ENGELS, Crítica del proyecto de
programa de Erfurt.
(58)
FRANCISCO SOLANO LÓPEZ, Carta a su
hijo Emiliano.
(59)
RESPUESTA DEL MARISCAL LÓPEZ AL MANDO ALIADO,
1868.
(60)
VÉASE S. G.VILABOY, PARAGUAY, de la independencia a
la dominación imperialista, 1811-1870.
(61)
V.I.LENIN, el Estado y la revolución.
(62)
IBÍDEM
(63)
IBÍDEM.
(64)
IBÍDEM.
(65)
F. ENGELS, de la autoridad.
(66)
VÉASE EFRAIM CARDOZO, breve historia del
Paraguay.
(67)
C.MARX, la nacionalización de la tierra.
(68)
JOSÉ ZANARDINI, los pueblos indígenas del
Paraguay.
(69)
F.ENGELS, la cuestión de la vivienda.
(70)
S.G. VILABOY, OB.Citada.
(71)
J.RENGGER
Y M. LOMGCHAMP, ensayo histórico sobre la revolución del Dr. Francia.
(72)
C.MARX Y F. ENGELS, Manifiesto Comunista.
(73)
DESPACHO `PRIVADO DEL DUQUE DE CAXIAS A PEDRO
II.
(74)
ERNESTO GUEVARA-------------------
(75)
ERNESTO GUEVARA--------(76) José Martí, versos
sencillos.