Los carperos prebendarios manejados por el luguismo, e instalados bajo cables de alta tensión arriesgan la salud de los niños al instalarse bajo cables de alta tensión, conocidos por su peligrosidad y por dañar la salud.
Por este motivo, en el Congreso paraguayo se levantaron varias voces cuestionando la utilización de niños en estas ocupaciones pagadas por el oficialismo.
En ese contexto, la legisladora Olga Ferreira (PPQ-Capital), presentó y obtuvo la aprobación de tres proyectos de Resolución que piden informes a los ministerios del Interior, de Salud y de Educación, respecto a la situación de los carperos de las zonas de Ñacunday.
El primero de ellos, requiere a la Cartera de Educación y Cultura (MEC), datos sobre la cantidad de escuelas de las zonas y si las mismas fueron construidas por colonos o por el MEC; cuántas están en funcionamiento, cantidad de alumnos y hasta qué grados funcionan, si las instituciones construidas por colonos cuentan con rubros del MEC (cuáles son), cantidad de maestros Ad Honórem, cantidad de kits escolares entregados, número de carpas de escuelas móviles, listado de maestros destinados a esas escuelas, y presupuesto que será utilizado en esas escuelas móviles, entre otras cosas.
Al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, por otra parte, se le consulta en relación a cantidad de puestos de salud, días en que operan, listados de médicos y enfermeras con que cuentan, y si cuentan con insumos, si reconocen riesgos sobre la ocupación de espacios bajo líneas de alta tensión y presupuesto destinado a esas zonas.
Finalmente, al Ministerio del Interior, se le solicita informes sobre la cantidad de comisarías que operan en el lugar y desde cuándo; asimismo, cifras exactas de efectivos designados a esas zonas y a cuánto ascendieron luego del inicio de los conflictos, número de vehículos con que cuentan, presupuesto destinado a comestibles, armas, municiones y textiles; y cuáles son las órdenes de acuerdo a las distintas situaciones para los policías.
