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miércoles, 22 de junio de 2011

PORQUÉ FERNANDO LUGO ECHÓ A MINISTROS

PRONUNCIAMIENTO DEL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES (PT)


Efraín y Filizzola echados por Lugo ¿Por qué?

La destitución por parte de Fernando Lugo de los ministros Efraín Alegre y Rafael Filizzola ha generado sorpresa y diferentes reacciones políticas. Para el PT los cambios de los ministros referidos, aún cuando los individuos imprimen su nota particular a los cargos que ocupan, no significan ni significarán ningún cambio en la política del gobierno Lugo/PLRA.
El gobierno de Lugo-PLRA seguirá siendo un gobierno de un Estado que garantiza ganancias record a los “dueños de este país” y al imperialismo, así como seguirá en la tónica de aguda represión y criminalización contra el movimiento del pueblo trabajador no domesticado.
Un amplio sector de la vanguardia del movimiento social se muestra contento con la salida de estos dos fanáticos ejecutores de las más abiertas medidas represivas y neoliberales del gobierno Lugo-PLRA. Y es comprensible ya que el liberal Alegre, era uno de los principales paladines de todo el plan privatista del Ejecutivo, en tanto que Filizzola actuaba como punta de lanza de la represión sistemática y la criminalización más metódica contra las luchadoras y los luchadores sociales de nuestro pueblo.
La derecha tradicional salió al unísono y con sobradas razones a defender a los ministros defenestrados. No pocos compañeros y compañeras opinan que con estos cambios, el presidente Lugo estaría dando la espalda a esa derecha, dando una señal positiva hacia la izquierda. Los compañeros del Partido Comunista Paraguayo, por ejemplo, en su comunicado saludan “los cambios efectuados por el Presidente Fernando Lugo” y alientan la posibilidad de que sea una “medida saneadora” o representen “señales positivas” para un cambio profundo en “las políticas entreguistas y represivas que encarnaban estos dos personajotes de la política antinacional”.
¿Es posible que se dé en la realidad lo que augura el PCP? ¿Estos cambios de ministros implican un cambio de política de parte del gobierno de Lugo? Nosotros creemos que no, que ni por un instante podemos pensar siquiera que con un cambio de personas vaya a cambiar la política neoliberal y represiva que impulsa el gobierno de Lugo desde su asunción al poder. Por eso, desde el PT instamos a todas las organizaciones sociales y a los demás partidos que se reclaman de izquierda a no alentar ninguna confianza en un supuesto cambio de rumbo estratégico del gobierno de Lugo-PLRA.
¿Cambios? ¡No, son políticas de gobierno!
Basta ver a quiénes designó Fernando Lugo como reemplazantes de Efraín y Filizzola. En el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) nombró a Cecilio Pérez Bordón, quien asumiera como ministro de Defensa tras la caída de Bareiro Spaini, con ánimos de recomponer las relaciones con la virreina Ayalde.
En lugar de Filizzola, fue investido como ministro Federico Acuña, un ex comandante de la Policía Nacional destituido por hechos de corrupción en 2008, por el propio Lugo y a instancias del ahora ex ministro. Ante la renuncia por enfermedad de éste, nombró a Humberto Blasco, ex ministro de Justicia y Trabajo.
Ante la desconfianza que generó en la derecha tradicional la salida de dos fieles servidores de los intereses capitalistas, los flamantes secretarios de Estado anunciaron que seguirán la misma línea y proyectos iniciados por sus antecesores, pues eran políticas de gobierno.
Por ejemplo, el ahora ministro de Obras Públicas, Cecilio Pérez Bordón afirmó tajantemente que continuarán los proyectos de concesión de aeropuertos y la franja costera. “Claro que sí. Todo proyecto que ha realizado el señor Alegre, lo ha estado realizando muy bien. Eran proyectos de gobierno y serán continuados (…) el proceso no se rompe con esto, continúa el proceso, es una profundización del proceso”.
Entonces, ¿por qué las destituciones?
Los cambios de ministros tienen un simple origen oportunista, mal que les pese a las izquierdas luguistas que quieren darle “más vuelo” y significación: Alegre y Filizzola no apoyaban a Lugo en sus pretensiones de reelección porque tienen sus propios proyectos y además con posibilidades de vuelo propio.
En resumen, sostenemos que estas movidas palaciegas no demuestran ningún giro a la izquierda de Lugo. Es decir, no fueron cambiados por las políticas neoliberales y represivas que impulsaban –las cuales eran de absoluto conocimiento y responsabilidad de Lugo-, sino por su rechazo a la reelección del ex obispo.
No debemos bajar la guardia ni esperar una tregua. A lo sumo se dará un corto tiempo de reacomodo de las fuerzas del gobierno antes de emprender nuevamente contra las luchas sociales y el patrimonio nacional. Tal tiempo debemos aprovecharlo para fortalecer nuestras organizaciones en un sentido de independencia y solidaridad de clase.

Comité Ejecutivo Nacional
Asunción, 21 de junio de 2011