Vistas de página en total
martes, 28 de septiembre de 2010
FERNANDO LUGO SIGUE PROCESO DE DERECHIZACIÓN VICIADO DE OPORTUNISMO, DICEN DESDE EL PT
FERNANDO LUGO SIGUE PROCESO DE DERECHIZACIÓN VICIADO DE OPORTUNISMO, DICEN DESDE EL PT
Más que un proceso de cambios, el cura Fernando Lugo parece liderar un proceso de derechización viciado de oportunismo, opina este análisis publicado por el vocero del PT.
La implantación de la ejecución extrajudicial importada desde Colombia con respaldo norteamericano parecen darle la razón.
EL FRENTE GUASU: Una “unidad” viciada por el luguismo y el oportunismo político
Por Esteban González
Editado en “El Socialista” Nº 163
El Frente Guasu se constituyó en un rejuntado de organizaciones políticas de la izquierda luguista, de la socialdemocracia y de partidos de la centroderecha como el Encuentro Nacional o la Democracia Cristiana. El Frente Guasu es de carácter electoralista y está al servicio del gobierno de Lugo-PLRA.
Nace con el propósito de ser el soporte más fiel y servil de Fernando Lugo. Su política es la de apoyo incondicional al gobierno “del cambio" y esto lo lleva al abandono de la lucha por los intereses del pueblo trabajador.
Como en todo acuerdo entre organizaciones de izquierdas y otras de centro y centroderecha, el programa, la política y las candidaturas están al “gusto” de los más conservadores. Las izquierdas en ese marco, por su parte, se desfiguran y cid:image001.png@01CB5848.2EB4C6C0se hunden cada día más en cuanto a organizaciones de y para el pueblo trabajador y sus intereses estratégicos de clase.
La socialdemocracia en toda su gama (izquierda, centro y derecha), hace décadas rompió con el marxismo y la revolución socialista para convertirse en administrador y portaestandarte del capitalismo del imperialismo y del neoliberalismo. Numerosos gobiernos en Europa y Latinoamérica lo atestiguan. En toda su diversidad, la socialdemocracia tiene un eje común: el antagonismo completo con la revolución socialista y el ofrecer sus servicios como el “mejor rostro político” posible para el decadente régimen social y político capitalista e imperialista.
La vieja y fracasada estrategia
La estrategia del Frente Guasu es “reforzar” un supuesto proceso de cambios -propiciado y presidido por Lugo, según afirman-, intentando ganar terreno en distintas esferas del Estado, pero del Estado burgués. Es la fracasada idea de “ir avanzando” y “ganando espacios” en el control del Estado (burgués) y finalmente terminar desplazando a la burguesía.
Esta “ocupación del Estado burgués” hasta ahora se viene dando a través de algunos altos cargos públicos administrativos y del acceso prebendario a recursos.
Intentan ahora reforzar la “ocupación” ganando cargos político-electivos en las municipales. De por sí ganar cargos electivos no está mal sobre todo si es para ser tribunos del pueblo trabajador y de la revolución socialista; pero las izquierdas luguistas los ponen al servicio de su trágica estrategia del “poncho jurú” y del reformismo sin reformas reales. Así la referida ocupación de espacios termina fortaleciendo el poder burgués y desmoralizando al pueblo trabajador. Fatal y traidora estrategia de los reformistas
Canese y el curso oportunista de las “izquierdas”
Asunción, capital del país, es donde se resume la política del Frente Guasu. Ricardo Canese le reemplazó al alicaído y deslucido Carlos Filizzola que tiene más de momia política que de candidato potable. Canese, siendo personal y técnicamente incuestionable, es un consumado socialdemócrata, un convencido militante de tal programa. Un reformista ortodoxo.
El electoralismo oportunista es una de las claves para “leer” la actual decadencia programática y política de las izquierdas luguistas. Es sólo así que encuentra alguna explicación la forma en que dejaron de lado a Carlos Filizzola como candidato y colocaron en su reemplazo a Canese. Carlitos fue ungido como candidato luego de dilatadas sesiones y ritos democráticos en el marco del Frente Guasu, para luego ser “cuneteado” de un día para otro, sin pena ni gloria, en medio de un “arreglo político de conveniencia electoral” y, por supuesto, luego de la decisión de Lugo.
En efecto, ni asomo de “consultas” ni nuevas asambleas. ¿Para qué? ¿Acaso importan los programas o las formas de tomas de decisión? Todo da igual… a no ser que se trate de cargos y de ubicaciones en las listas; ahí sí las discusiones son “a muerte”.
Violentas confrontaciones
Eso explica las violentas confrontaciones entre las izquierdas del Frente Guasu luego de sus elecciones internas, que no son sino otra señal del rabioso oportunismo que infestó a todas las izquierdas luguistas.
Terminadas las internas en el Frente Guasu arreciaron ataques descalificadores entre activos militantes y dirigentes de las izquierdas que se involucraron en las internas. Las diferencias manifestadas eran de grueso calibre y los ataques expresaban profundos problemas programáticos y hasta morales, que resulta muy difícil entender cómo siguen “trabajando” juntas.
La única explicación racional es que el programa y la política son para ellos, meras palabras, vacías frases sin valor. Es decir, puro blablá. O como dice Camilo Soares una palabras detrás o delante de otras que pueden modificarse.
Es bueno recordar que Lenin afirmó que todos los oportunismos políticos se nutren del desprecio por la teoría y por el programa. El curso de las izquierdas capituladoras no viene sino a confirmarlo.
Unidad...pero con el PLRA
La noche en que Anki Boccia celebraba su victoria en las internas del PLRA, ante la pregunta del periodista Gemavi, sobre cómo encararía el tema de la unidad para confrontar con los colorados, afirmó orondo y seguro: ‘no te voy a decir con palabras pero te voy mostrar…’ y pasó a imitar a un violinista que sujeta el violín con la mano izquierda y toca con la derecha.
Es el clásico ejemplo al que se suele apelar para referirse a las izquierdas que son manejadas por la derecha. Por supuesto, hablamos de izquierdas funcionales y al servicio de la derecha.
Da vergüenza ajena la forma en que este liberal de viejo cuño se refiere a este sector de las izquierdas luguistas. Pero tanto oportunismo, finalmente, no puede esperar otro trato por parte de esta rancia derecha conservadora como es el PLRA.
Los socialdemócratas como Canese y Carlos Filizzola se “mueven en su ambiente” con la derecha tradicional como el PLRA. Sus pequeños matices reformistas no lo diferencian en nada en lo que es esencial y que es mantener y reforzar el sistema al servicio del capital.
¿Pero qué hacen los partidos de izquierda, como Convergencia Popular Socialista, el Partido Comunista, el Movimiento Patriótico Popular, entre otros, en un sólo corazón con el Partido Liberal?
Lo que se puede constatar a partir de los “tozudos hechos” es que sólo se discuten 2 asuntos: mecanismo de elección del candidato y porcentaje para la repartija de cargos en una eventual administración municipal.
¿Y qué pasó del programa de los trabajadores y la izquierda en contraposición a los programas de la burguesía, los conservadores y la derecha? Ni pálido recuerdo
Bancarrota ideológica y política
Intentar la derrota de los colorados y apoyar el fantasmagórico “proceso de cambios”. Tal es el programa actual de las izquierdas en total bancarrota ideológica y política. Ni con alocada fiebre e imaginación delirante se podría uno prefigurar la postración y capitulación en las que cayeron.
Y la crítica se mantiene inalterable aún con una muy improbable victoria electoral de Canese en las “internas” para elegir el candidato anticolorado. Y, hablando claro, esas “internas” entre la derecha tradicional y las izquierdas luguistas, tienen toda la pinta de una entrega elegante y camuflada.
Y, por si faltara más, Carrizosa no está y, parece que no va a estar, en tal enjuague, no porque tienen incompatibilidad de clase, o de programa distinto. ¡Nada de eso! La diferencia es el mecanismo de elección. El Partido Patria Querida exige una consulta a través de una muestra con base al padrón abierto y, recoger los votos en las casas y hasta, afirma, que ahorrarían plata con tal mecanismo. ¡Esa es la esencial y fundamental diferencia!
Las izquierdas luguistas siguen su curso de derechización, sin pausa ni pudor. La historia de la lucha de clases ajustará cuentas con ellas.