El Pan para destruir a Cuba
Heinz Dieterich
A Raimundo Franco, ejemplar científico y comunista cubano
El plan para destruir a la Revolución Cubana es una combinación del modelo de subversión que se usó para terminar con el “socialismo realmente existente” en Polonia y en la Alemania socialista (RDA). Ese plan, que está en plena ejecución, cuenta con cuatro elementos: la crisis interna de Cuba, la campaña mundial de presión y chantaje, la liberalización mercantil subversiva de Obama y, la Iglesia Católica.
1. El intento del ataque “final” contra Cuba se basa en la hipótesis imperialista de que hay cuatro crisis particulares en Cuba, cuya sinergia llevará pronto a la disolución del sistema creado por Fidel y Raúl. Reforzar las tendencias caóticas de este proceso y determinar la configuración del régimen de poder post-revolucionario, son las funciones de la actual ofensiva global.
Las cuatro crisis parciales son: a) la grave crisis económica, causada, por un lado, por factores externos y, por otro, por serios errores endógenos, como en la agricultura y la política de precios; b) la severa crisis de sucesión de la dirección histórica que no ha logrado renovarse; c) la bifurcación del Partido en dos centros de poder de decisión y visiones de desarrollo (Fidel y Raúl) y, d) la extrema lentitud de reformas y la invisibilidad ---discursiva y estratégica--- de un Nuevo Proyecto Histórico.
El gobierno ha reaccionado ante las cuatro crisis con una mayor cerrazón política hacia la crítica interna de izquierda y una mayor apertura hacia el Vaticano. En general, ha perdido la iniciativa estratégica reaccionando esencialmente a las presiones externas (seguir leyendo en http://www.socialismoxxi.org/index1.htm )