Lugo no toma en serio la crisis de la seguridad
José Rojas
Periodista
joserojas_py@hotmail.com
Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios.
Abraham Lincoln
Político estadounidense
Quedó evidenciado que el presidente Fernando Lugo repasó su plan de Gobierno, aquel que utilizó en su campaña y que después lo oficializó al asumir. Solo algunas muestras de la vida de la calle, del día a día demuestran que aquellas acciones de gobiernos no fueron tales. La inseguridad y el crimen son pruebas que en sectores importantes como la educación y la creación de condiciones de trabajo. Lo mas grave, todo esto demuestra que Lugo no toma en serio su trabajo.
Resulta ahora que el tan mentado informe de Fernando Lugo al Congreso, no fue tal, sino una hoja de ruta (diputada Desirée Masi,), o sea lo que hizo fue presentar su plan de Gobierno diez meses después de asumir la administración del Estado. De ser cierto, refleja poca seriedad de un jefe de Estado, pero a juzgar por los resultados, todo tiende a confirmar la sospecha. No contento con la tanda de ítems no realizados, o hecho a medias, también todo aquello fue una reverenda pérdida de tiempo. Demuestra además que el Presidente de todos los paraguayos y paraguayas no toma en serio la función que le ocupa.
En algún momento de su lectura Lugo dedicó párrafos a la Policía Nacional y sus planes para hacerlo mas eficiente, o sea a futuro. Lo que olvidó explicar fue que hace ahora, o es que no está enterado que como nunca antes los niveles de criminalidad están muy elevados y que ante la ineficiencia policial -si es que no están sus efectivos en complicidad con los malvivientes- obliga al ciudadano a armarse. En pocos meses por ejemplo en Ciudad del Este subió el índice de venta de armas. En esta parte del mundo es más que fácil hacerse de una, desde una calibre 22 hasta una más potente, incluso aquellas cuya tenencia está prohibida. Ante la ausencia de la policía todo vale e impera la ley del Oeste americano.
Estudios publicados sobre el incremento de hechos de violencia en las calles y domiciliarios a nivel nacional destacan que los asaltos y robos en viviendas subió de 393 registrados en el primer semestre del 2007 a 511 en el mismo periodo del 2.009. Los asaltos y robos en la vía pública en el primer semestre del 2007 subió a 493 y en el mismo periodo de 2009 trepó a 527. En el año 2008 se experimentó similar situación de incremento.
Estos números indican que la seguridad es una materia casi olvidada. La policía, o buena parte de ella, acá en Alto Paraná se encarga principalmente de proteger a los delincuentes si es que no participa directamente del ilícito.
Todos los días la prensa publica hechos de sangre casi todos relacionados a asaltos y robos en la vía pública o en domicilios.
Muertos y heridos son la constante. Desde celulares hasta importantes sumas de dinero transportada sin protección, porque la Policía está en otra cosa. En varios de estos ilícitos los efectivos responsables de la seguridad ciudadana están involucrados de alguna manera, ya sea como cómplice en atraco o como protector en la huida. Debo puntualizar que no toda la policía está en la misma situación corrupta, pero son tan pocos los que no participan que casi no se sabe de ellos.
Un apartado merece la pálida gestión del jefe de Policía paranaense Idalino Bianconi, quien solo se defiende detrás de su amistad con Lugo. Excelente manera de retribuir su amistad, pues desde que asumió la criminalidad no conoció de retracción, por el contrario sigue en alza.
La venta masiva de armas arriesga desatar una seguidilla de eventos en los que la ciudadanía deba hacer justicia por manos propias y eso supondrá otras determinaciones como la posibilidad de militarizar las calles como medida de urgencia. También las familias mas pudientes instalaron equipos electrónicos y sus automóviles tienen sistemas sofisticados de protección, pero ¿y la gente de la calle?, aquel ciudadano que no tiene el dinero suficiente para contratar guardias privadas o instalar costosos equipos de seguridad y se maneja en moto?, bueno esta gente termina pagando los platos rotos de la ineficiencia policial.
Indiscutiblemente que la delincuencia no acabará, pero está en manos del Gobierno crear condiciones para minimizarlo. Esas condiciones pasan por la educación y trabajo y Fernando Lugo olvidó ese cálculo en su hoja de ruta. Situación que indica que los cuatro años restantes de administración de la cosa pública poco y nada se realizará, a menos que después de la reacción incrédula de la ciudadanía a su informe realice un viraje de 180º y dedique tiempo y sobre todo presupuesto a estos rubros.
Desde la caída de la dictadura son los mismos ítems los que se mencionan y hasta hoy ninguno de los gobiernos que se sucedieron dio pie con bola en estos temas, pese a que todos ellos destacaron en sus planes electorales la solución al problema de la falta de trabajo y elevación de la educación. Nada hasta hoy, y arriesgo en decir que Lugo tampoco lo hará a juzgar por la realidad que nos pintó en su informe al Congreso.
No seré yo quien le diga a Lugo lo que debe hacer; imagino que tiene asesores eficientes, pero no estará de más sugerir que los ministros del sector económico y el de Educación dirijan su artillería en el sentido mencionado, pero de verdad, no con promesas y retórica, que al final se convierten en mentiras y la gente eso ya no se traga pues la realidad en la calle es bien diferente y las mentiras terminarán aumentando los niveles de la criminalidad. En tanto no estará demás que el ministro del Interior haga cambios, que busque nuevos mecanismos, que castigue efectivamente a los policías corruptos. La gente común se está armando peligrosamente en Ciudad del Este, e imagino que algo parecido ocurre en otras latitudes de la Nación. La gente necesita trabajo y educación señor Presidente.
