


ULISES MORÍNIGO
La cosa aunque parezca aparentemente complicada, es muy sencilla. En política no hay casualidades, sí causalidades. La misma se planea desde los grandes grupos de control para cien años.
La mejor manera de controlar una crisis es tener el control de los opuestos enfrentados. Los grupos de poder no son los gobiernos “imperiales” del mundo, sino los gobiernos detrás de los gobiernos.
Estos son los que meten dinero a los mismos, ya sean de “derecha” o “izquierda” para que puedan desarrollar sus fictícias políticas y jugar a la guerra fría o caliente. Estos grupos son las grandes Transnacionales, que no están desconectadas entre sí, sino que forman grandes conglomerados, monopolios, trust, etc. y manejan lo referente a economía(energía, petroleo),comunicaciones(medios de prensa, publicidad, propaganda), educación (universidades y modelos educativos de exportación, especialmente para los países del tercer mundo), entretenimiento, etc.
Estas grandes Transnacionales, son las que presionan a los debilitados estados las políticas globalizantes que necesitan para poder ejercer un poder omnímodo en el mundo. Esto lo realizan a través de distintos mecanismos que se fueron sutilizando con el tiempo hasta hacerse casi invisibles e imperceptibles sus verdaderos fines, que van en evolución desde la temible CIA hasta las adorables y benefactoras ONGs “que tanto bien nos hacen”.
Por todo lo dicho, cabe agregar que la familia Rockefeller representada por David es una de las cabezas importantes de la élite que maneja la energía del mundo y todo lo que eso conlleva, cosa que ya lo mencionamos. El plato de puchero que se sirvió hoy en la mesa, tiene su costo en base al petróleo y el costo de la energía utilizada en todo el proceso, hasta el momento de sacarlo de la olla. Triste no.
Por lo tanto no debe sorprendernos que Lugo que es una pieza más en el engranaje, vaya de la mano de Pappalardo “amigo” de David (según el mismo), a alinearse y ver como va a jugar su papel en la agenda de globalización que se viene ajustando desde hace mucho tiempo.
Total fue a conocer al patrón.
Y Pappalardo fue a presentar a “su amigo”, quién fue el elegido de los paraguayos para que represente los intereses transnacionales ante nosotros, y no como popularmente se cree que los paraguayos elegimos a nuestros representantes ante el mundo.