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sábado, 27 de septiembre de 2008
A PROPÓSITO DE LA CUMBRE DEL NARCOTRAFICO PARAGUAY-COLOMBIA
Luis Agüero Wagner
El clérigo-presidente de Paraguay, Fernando Lugo, llegará a Bogotá este domingo 28 de setiembre de 2008 para una visita de dos días en la que se entrevistará con su homólogo de Colombia, Álvaro Uribe, con quien revisará el intercambio bilateral, que ya es bastante fluido en el rubro de las drogas.
La Presidencia de Colombia precisó en un comunicado que Lugo, que tomó posesión el pasado 15 de agosto, será recibido también por el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, durante la visita al pais que comparte con Paraguay una marcada fama de paraíso para los traficantes de drogas.
URIBE Y EL NARCOTRÁFICO
la revista "Newsweek", en un artículo firmado por el periodista Joseph Contreras, reveló en el año 2004 el contenido de un informe que fue elaborado en 1991 por la "Defense Inteligence Agency", desclasificado por el Pentágono a petición de una ONG, y en el que se vincula a Uribe con el narcotráfico.
En el documento se ponía al descubierto que "en 1991 Uribe tenía relaciones con el narcotráfico y con el Cartel de Medellín, que su padre fue asesinado por sus relaciones con los narcotraficantes, que era amigo personal de Pablo Escobar (jefe del cartel) y que, como senador, Uribe se opuso al tratado de extradición" de Escobar.
PARENTESCOS QUE CONDENAN
El historiador Julio César García Vasquez expresó en un polémico artículo que "Investigar el árbol genealógico de los personajes de la vida pública colombiana es una tarea casi imposible, la cual puede contener más de una sorpresa. Este es el caso de los lazos familiares de nuestro Presidente Álvaro Uribe Vélez".
Veamos lo que García Vasquez descubrió en sus indagaciones:
Es de amplio conocimiento que Pablo Escobar Gaviria y José Obdulio Gaviria Vélez, son respectivamente hijos de Herlinda y José Gaviria Berrio. Por lo tanto, su abuelo común era Roberto Gaviria, hijo de Braulio Gaviria Vélez, este a su vez hijo de Pedro Luis Gaviria Vélez, quien era hijo de Francisco Gaviria Gallón. Francisco Gaviria Gallón era hijo de Antonio y sobrino de Miguel Gaviria Mazo.Miguel Gaviria Mazo se casó con María Josefa Ochoa Londoño, siendo los padres de Rafael Gaviria Ochoa y abuelos de María Necostrata Gaviria Castro.
De María Necostrata nació Feliciana Echeverri Gaviria.
De Feliciana nació Eduardo Sierra Echeverri.
De Eduardo nació Cecilia Sierra Velásquez.
De Cecilia nació Alberto Uribe Sierra, casado con Laura Vélez Uribe.
De Alberto y Laura nació Álvaro Uribe Vélez.
LOS VÍNCULOS CON LOS OCHOA
Roberto Vélez Ochoa se casó con Norma, siendo su cuñado Fabio Ochoa Restrepo, el padre de Jorge Luis Ochoa Vásquez y el Clan Ochoa.
El abuelo de Álvaro Uribe Vélez fue Martín Emilio Vélez Ochoa (hermano de Roberto y cuñado de Norma) y el abuelo de Jorge Luis Ochoa Vásquez fue Tulio Ochoa. Estos abuelos, a su vez, eran hijos, respectivamente, de Laura y Abelardo Ochoa Restrepo, hijos a su vez de Vespaciano Ochoa González que viene a ser el tercer abuelo común, tanto de Álvaro Uribe Vélez como de Jorge Luis Ochoa Vásquez.
Si continuamos por este camino, encontramos que los abuelos comunes siguen siendo:Nicolás Ochoa Zapata era tío de María Josefa Ochoa Londoño, cuñada de Antonio Gaviria Mazo, quien, como ya dijimos, es un quinto abuelo común de Pablo Escobar Gaviria y José Obdulio Gaviria Vélez.
Ya dijimos que Norma Ochoa Restrepo se casó con su primo segundo Roberto Vélez Ochoa, siendo padres de Mario y Juan Diego Vélez Ochoa, de quienes el Nuevo Herald del 28-06-2005 dice pertenecen al grupo paramilitar de "LOS ERRE".
Jorge Luis Ochoa Vásquez se casó con María Elia Posada Echeverri, por lo cual Jorge Luis es cuñado de Juan Emilio Posada Echeverri, quien fue presidente de ACES y de Avianca, luego Ejecutivo Corporativo en Jefe del Grupo Synergy, y ahora el más firme candidato a quedarse con la concesión del Aeropuerto Eldorado, en sociedad con unos empresarios Chinos.
María Elia y Juan Emilio Posada Echeverri son hijos de Guillermo y sobrinos de Noemí Posada Saldarriaga, esta última, madre de la embajadora en España Noemí Sanín Posada, quien fue Candidata a la Presidencia de la República, siendo su fórmula vicepresidencial Fabio Villegas Ramírez, el actual presidente de Avianca, que reemplazó a Juan Emilio en ese cargo.
NEXOS POLÍTICOS EN LA CASA DE NARIÑO
El hombre fuerte de la Casa de Nariño, Fabio Echeverri Correa, es el sobrino político de Gladis De Greiff Ramos, cuñada de Darío Moreno Restrepo, el padre de Lina Moreno Mejía, la esposa de Álvaro Uribe Vélez y Primera Dama de la Nación. Fabio Echeverri Correa viene a ser primo tercero de Héctor Abad Gómez, quien fue suegro del Ministro de Comercio Jorge Humberto Botero Angulo, activo negociador el TLC PI"
EL OBISPO Y LAS DROGAS
En Paraguay, al igual que en Colombia, el poder político abre las puertas del paraíso terrenal, pero también deja entrar al narcotráfico y los estupefacientes.
Uno de los cercanos colaboradores del clérigo-presidente Fernando Lugo, Miguel López Perito, se ha hecho conocido en Paraguay en los últimos tiempos por los principescos banquetes que ofrece a sus amigos, entre los cuales se cuentan marginales del submundo de las drogas y el narcotráfico.
Ha cobrado estado público que la residencia donde se ha mudado recientemente con una de sus amantes, un lujo que sólo el poder permite comprar, se ha convertido en punto de encuentro de los más conspicuos consumidores de cocaína en el mundillo de la farándula asuncena.
EL PODER Y LAS DROGAS, SIMBIOSIS INELUDIBLE EN LA HISTORIA DEL PARAGUAY
Desde 1965 pasaba por Paraguay un vital tráfico de heroína que cobró notoriedad cuando en Washington se supo quién lo dirigía. Era el antiguo agente de la GESTAPO Lucien Darguelles, alias Auguste Ricord, capo de la Conexión Latina que inspiró el personaje compuesto por el actor Fernando Rey en la celebrada película "Contacto en Francia".
Uno de sus principales protectores era el general Andrés Rodríguez, emparentado con el dictador Stroessner y bautizado por la prensa internacional como "el general de los grifos de oro". Se cuenta en Paraguay la anécdota de que cuando en una oportunidad el rey Juan Carlos de España visitó su residencia, se sintió impresionado por la fastuosidad y no resistió preguntarle si todas las riquezas a la vista las había adquirido con su sueldo de general.
Su protegido Auguste Ricord tenía su residencia y un motel en las afueras de Asunción, camino a Itá Enramada. Al frente lucía una pequeña réplica de la torre Eiffel con el cartel Paris-Nizza en luces de neón, y se conectaba con un pequeño puerto donde atracaban lanchas y una balsa con servicio regular a la costa argentina, a escasos cinco minutos de travesía por una ruta asfaltada. Parte del cargamento llegaba por ese cruce, a veces disimulado en automóviles Citroen usados importados desde Francia a Paraguay, para embarcarse rumbo a Estados Unidos en cargueros aéreos que partían de pistas controladas por jerarcas del régimen militar paraguayo como Rodríguez.
El negocio prosperaba sin sobresaltos hasta que el 18 de octubre de 1970 un Cessna monomotor fue detenido con casi cincuenta kilos de heroína pura en el aeropuerto internacional de Miami. El cargamento estaba evaluado en unos diez millones de dólares y los tripulantes eran Roberto Gallucci, alias César Bianchi, y el copiloto Balestra, ambos operadores de la red que dirigía Ricord bajo protección de Rodríguez.
EL NARCOTRÁFICO Y SUS PACTOS CON EL OBISPO FERNANDO LUGO
Ningún poder se ejerce en Paraguay sin el aval del narcotráfico, y ello quedó demostrado el 10 de Octubre de 1994 cuando el General Rosa Rodríguez acabó asesinado en las mismas calles de Asunción, como derivación de una operación destinada a infiltrar el cartel de Cali, por parte de la DEA.
En base a estas elocuentes lecciones del pasado reciente, el clérigo-presidente Lugo se avino a negociar la conformación de las mesas directivas del Legislativo Paraguayo con un conspicuo traficante de drogas y capo mafioso, el general Lino Oviedo.
Aunque hace pocas semanas fue denunciado como golpista, la amenaza se diluyó muy pronto y los representantes del obispo volvieron a los amoríos con el general-traficante.
Ya en Septiembre de 1985, en plena guerra fría y bajo la dictadura pro-Washington del general Alfredo Stroessner, un expediente judicial sobre narcotráfico citaba al hoy aliado del obispo Fernando Lugo en el Parlamento, entonces coronel Lino Oviedo:
"...se constató las operaciones de dos avionetas brasileñas con matrículas cubiertas que cargaban electrónicos de contrabando y paquetes de cocaína. Entre los peones cargadores y guardias civiles armados se encontraban dirigiendo las operaciones el señor Fadh Yamil y el militar retirado Lino Oviedo" (informe de juez al presidente de la suprema corte de Justicia, 20 de septiembre de 1985).
Un informe de la CPI del Brasil también describe a Oviedo en términos parecidos: "Oviedo es uno de los pilares del tráfico de drogas en América del Sur, jefe del cartel de Paraguay, estrechamente vinculado a Beira Mar" (Aníbal Miranda, la Máxima organización mafiosa, pag. 177).
Un informe de inteligencia rastreado en origen a estación de la CIA en Asunción, datada en Asunción y fechado en junio de 1994 no se queda a la zaga de las anteriores descripciones:
"Oviedo utiliza el Hotel Cecilia como base de operaciones para sus varias actividades fuera de sus funciones como comandante del Ejército, incluyendo espionaje para el Gobierno Alemán. El dueño del Hotel, Gerardo Wagner, austríaco de origen, es un contacto de muchos años del espionaje alemán".
También vinculaba a Oviedo con la reexportación ilegal realizada por el conocido fascineroso Carlos Barreto Sarubbi, "envuelto en tráfico de drogas con el Cartel de Cali a través de Mohamed Jamil Rassoul, un libanés residente en Ciudad del Este. Rassoul fue detenido recientemente en Brasil con Vicente Rivera Ramos, hijo de uno de los jefes del cartel de Cali. Más de 7.300 kilos de cocaína fue encontrada en una estancia alquilada por Rassoul".
Oviedo fue considerado por mucho tiempo como una amenaza militarista y fascista, además de peligroso criminal y asesino de manifestantes contra el gobierno en episodios de marzo de 1999, por los intelectuales y la prensa paraguaya que hoy guardan un silencio cómplice ante estos pactos entre el clérigo presidente y el narcotraficante neo nazi, quizá influenciados por la embajada norteamericana.
El misterioso silencio ante el reciclaje del general golpista Lino Oviedo entre la intelectualidad paraguaya , en su mayoría alineados en el proyecto del obispo Fernando Lugo, no se condice con las expresiones que escuchábamos una década atrás al referirse a este subproducto de la política exterior norteamericana, que modeló la atrabiliaria mentalidad de los militares latinoamericanos.
La posición contra Oviedo se atenuó cuando el militar ingresó al Olimpo de los políticos sufragados por la embajada norteamericana a través de su Partido Unace.