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domingo, 4 de mayo de 2008

AMÉRICA LATINA ¡Despierta! QUE YA ES LA HORA

(Ingrid Storgen)

Demóstenes a Esquines— Al oír tu discurso han dicho: ¡qué bien habla! Al oír el mío han corrido a empuñar las armas. Plutarco.





Aires nuevos soplan sobre el llamado “patio trasero” de los gringos, o “Nuestramérica”, para quienes consideramos que la hora de los atropellos y la indignidad está sufriendo una herida de muerte y como revolucionarios nos toca colaborar para su deceso definitivo en pos de nuestros pueblos.

Cual un grano en la parte más dolorosa, sufre el imperio una de sus preocupaciones más fuertes a partir de la llegada al poder de grandes hombres, seguidores de las palabras del inigualable Fidel cuando anunció, sin equivocarse, que “otro mundo mejor es posible”.



A partir de las llegadas gloriosas de hombres como Chávez, Evo Morales, Correa, comenzó la preocupación real de quienes históricamente emplearon sus políticas de dominación en la vastedad de nuestras tierras riquísimas en recursos naturales, reservas que el norte sabe muy bien han de ser imprescindibles a corto tiempo.

Las reservas que ellos no tienen, sumidos como están en su sociedad de consumo exacerbado que creció tanto, que bien puede dejarlos aniquilados.



Por supuesto los asesinos políticos necesitan huestes de asesinos a sueldo y contaron con muchos, históricamente, hasta que la tortilla lentamente comenzó a girarse en contra de sus intereses.



Como herramienta para la desintegración, primero aparecieron las dictaduras con el fin de aniquilar todo lo que tuviera olor a pueblo, luego los pseudo “demócratas” que no fueron más que títeres bailando al ritmo macabro de los titiriteros y de los cuales aún quedan varios dando vueltas por nuestras geografías.

Pero los pueblos que en algún momento parecieron aletargados luego de interminables crímenes, comenzaron a desperezarse para darle movimiento a nuevas formas de lucha y comenzaron a elegir sus destinos dentro de los márgenes de la justicia social y la dignidad.



Bolivia, otrora considerada cuna de las civilizaciones americanas”, fue devastada. Hombres como Tupac Katari quien lanzara su profética frase “a mi solo me materéis, pero mañana volveré y seré millones”, hoy recorre nuevamente tierra andina de la mano de Andrés Tupac Amaru, recuperados por Evo Morales quien está asestando heridas de muerte a los intereses mezquinos aliados al gran poder imperial.



Las burguesías funcionales a los gringos, ven las sombras de esos hombres haciendo peligrar sus proyectos aniquiladores, como siempre pasa en cada tierra nuestra donde fueron devoradas hasta las vísceras de la Pacha Mama.

En estos momentos tratan de desarticular el proyecto boliviano gracias al apoyo de la CIA mediante un referéndum ilegal incentivado también por las grandes empresas públicas y privadas y la gran burguesía terrateniente y financiera.



Pero no será fácil, ya que igual que la mariposa monarca, Bolivia está batiendo alas luego de su letargo invernal para inundar las calles como agente polinizador de la lucha que se libra por la justicia social.



Colombia, cabecera de playa del nuevo proyecto imperial en Suramérica, con su monstruo sufriendo también grandes reveses políticos que lo dejaron al desnudo internacionalmente, a partir de los demostrados vínculos de Uribe con los carteles de la droga y el Paramilitarismo feroz, argumentando un combate contra el terrorismo y el narcotráfico que ya supo el mundo no era tal como lo presentara, internacionalizó el conflicto colombiano y lo hizo a partir de un error irreparable, bombardeando suelo del hermano Ecuador, por lo que hoy debe rendir cuentas al mundo y tragarse el repudio de los países vecinos y hasta de Europa.



Empleó el sofisma patético mediante un argumento ad terrorem o apelación al miedo, a través del cual pretendió conmover al mundo con un discurso cínico, a pocas horas de producido el asesinato de varios líderes guerrilleros sorprendidos en su descanso y poseedores de inéditos computadores “parlantes”, pero que al igual que el fascista, hablaron lo que él mismo quería que dijeran.



Tampoco escatimó el repudiable Uribe, la falacia de la pista falsa, es decir, la distracción como elemento de debilidad de su proceder atropellador.



Al mejor estilo falacia del muñeco de paja, alteró la situación de invasor que ostentó en Ecuador, buscando perjudicar al gobierno de Rafael Correa y luego al de Hugo Chávez, diciendo que en los computadores “indestructibles” de Raúl Reyes, había notas amistosas entre éste y los gobiernos mencionados.



El conflicto colombiano, la ausencia de voluntad política de Uribe por encontrar soluciones políticas reales, salpicó a los países vecinos, todo con el fin de perjudicar los proyectos bolivarianos de ambos presidentes que se niegan terminante y declaradamente, a permitir la ingerencia del norte en sus problemas, abocados a la construcción de la Patria Grande que soñara Bolívar que la traición de oligarquía del momento dejara trunca.



Hoy esos proyectos renacen, toman fuerzas y es por ello que la preocupación del imperio no tiene límites y Bush, belicista y genocida, está dispuesto a lo que sea para desarticular cualquier indicio de insubordinación a la entrega de los pueblos.



Bolivia es un factor decisivo para los gringos, mucho más vulnerable que la República Bolivariana de Venezuela podría ser el eslabón que corte la cadena de dignidad que se va entrelazando y que está compuesta también por otros gobiernos que si bien no pueden o no quieren vincularse de lleno con la propuesta bolivariana, al menos parecen estar más lejos del proyecto neocolonial del gran pulpo estrangulador de los pueblos.



La comunidad internacional está jugando un papel fundamental en estos momentos de coyuntura histórica, es indispensable tomar posición frente a todos los fenómenos que se van desarrollando día a día para el positivo resultado final de una larga batalla por la justicia social de los pueblos.

Por ello es que hoy nos toca, como partes de una Latinoamérica herida hasta la médula, comenzar a despertar, porque la historia se niega a tanta sangre derramada y a quedar atada a intereses espurios que lo único que pretenden es desarticular toda esperanza.

El sueño de libertad que soñaran los padres de cada patria, cuya alma está nuevamente en lucha permanente como lo estuvieran antaño, no puede ser abortado por tanta miseria moral.



A echar a volar las alas de la libertad que pretenden cortarnos, el puente que une el pasado con el futuro de nuestras tierras, debe ser atravesado y para ello sólo nos hace falta apelar a la conciencia y a la memoria.



Y la memoria nos recuerda mucho heroísmo, mucha sangre y mucha convicción que indican que con los pueblos no se jode, ni por broma…



Ingrid Storgen:

Mayo de 2008, mientras América Latina vuelve a despertar de un largo invierno genocida…