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martes, 16 de agosto de 2011

FERNANDO LUGO BLANQUEÓ A LOS COLORADOS


Según las normas universales del gatopardismo, es necesario cambiar para que todo siga igual, y pocos ejemplos tan esquemáticos de la aplicación de esta regla como el gobierno del cura Fernando Lugo, hoy vilipendiado por sus mismos ex aliados políticos como Carlos Mateo Balmelli, Rafael Filizzola o el mismo EPP.
Según Balmelli, ex director de Itaipú quien editó un libro crítico a la gestión de Lugo, todas las esperanzas terminaron ahogadas en una gran decepción, dado que el tan mentado “gobierno del cambio” nunca fue tal.
Los marxistas y guerrilleros agrupados en la guerrilla del EPP, no dudaron en endilgar al cura el mote de “mulo de la oligarquía” y “sátiro de San Pedro”.
El ex ministro del Interior Rafael Filizzola, que dejó el gobierno hace tres meses, dijo por su lado que la figura de Lugo “se ha desgastado aceleradamente por hacer primar sus ambiciones personales de reelección por sobre su gestión de gobierno”. Aludió así al infructuoso intento de imponer la reelección presidencial a través de una enmienda constitucional promovida por sus seguidores, cuestión que fue rechazada en el Senado.
Lugo, no obstante, impulsa a contramano de la constitución un proyecto de enmienda para ser habilitado como candidato a senador activo de la nación en las elecciones de 2013.
Constitucionalistas y opositores sostienen que ambos pedidos son inconstitucionales y que solamente una asamblea constituyente tiene la facultad de revisar tales artículos de la Carta Magna.
Los colorados que participan con espacios de poder en el gobierno del cura Fernando Lugo, tampoco quieren hacerse responsable del adefesio político engendrado por el luguismo.
“No vemos el cambio tan ansiado, tan prometido, nunca llegó; es más, es una continuidad de lo que se vio también en varios aspectos en gobiernos anteriores, y no sé si hay algo digno que destacar” del gobierno de Fernando Lugo, dijo ayer el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Bogado, considera afín al cura presidente.
El Cura presidente de la República, Fernando Lugo, está haciendo todo el esfuerzo por blanquear las barbaridades que han cometido los colorados en los sucesivos 60 años que estuvieron en el poder, indicó ayer el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Carlos María Soler. “En estos tres años el gabinete de Lugo, excepto algunas individualidades, no ha hecho otra cosa que seguir el paso de los colorados”, dijo el legislador.
Fernando Lugo, una gran decepción y nulo liderazgo es la calificación de los políticos y medios
En tres años de Gobierno, Lugo no presentó nada novedoso. Demostró sí que su grupo es igual al de los colorados, en cuanto a las estrategias para mantenerse en el poder, dijo Roberto Campos, titular de Patria Querida (PQ). Dijo además que el Presidente se adjudicó el crecimiento económico, un mérito del sector privado.
Las protestas no están ausentes del escenario: La Federación Nacional Campesina anuncia nuevas movilizaciones y cierres de ruta en Caaguazú para esta semana, en protesta por la inoperancia del gobierno luguista. Dirigentes del sector dijeron que sacarán a unos 3.000 agricultores a las calles para reclamar más presupuesto para la reactivación del cultivo de algodón.

Una farsa montada por la derecha y la embajada

Que hoy nadie quiera hacerse cargo del engendro no quiere decir que no existan responsables. Y si bien el gobierno luguista puede considerarse un fracaso de las ONG solventadas por la embajada norteamericana en función de gobierno, no puede subestimarse la capacidad y efectividad de éstas para embaucar a la opinión pública e instalarse en el poder.
Estas ONG al servicio de la CIA y que sirven de mampara a grupos políticos, como Tekojoja o Pmas, tienen a su favor una fachada casi perfecta, escondidas detrás de nombres y misiones nobles que dicen buscar ayudar las comunidades y mejorar el país, pero en realidad buscan implementar una agenda contraria a los intereses soberanos del pueblo paraguayo.
Un buen ejemplo lo constituyen los grupos aglutinados en el “Frente Guazú”, donde sobresalen los grupos financiados por el National Endowment for Democracy, AFL-CIO, USAID y otras fuentes de financiación de lacayos del Imperio.
En Paraguay, con Fernando Lugo, estos grupos han tenido éxito en alcanzar el poder, pero han resultado un gran fracaso tanto para gobernar como para encubrir su verdadera identidad política: hoy todo el mundo sabe que en Paraguay con Lugo gobierna la derecha, y se suceden las recriminaciones a sus soportes de la izquierda latinoamericana, como Frei Betto, Leonardo Boff, Emir Sader y el Foro de Sao Paulo por haber respaldado a un gobierno que solo terminó importando al Paraguay el neoliberalismo y el Plan Colombia.

Tres años de decepción e incumplimiento

El presidente Fernando Lugo sigue repitiendo en sus actos de gobierno que “el cambio no se detiene”.
Sin embargo, lo que la ciudadanía percibe actualmente es que el “cambio nunca se inició”.
Sin haber cumplido sus promesas electorales y una amplia decepción ciudadana hacia su gestión, llega Fernando Lugo a su tercer año de mandato. La alianza que lo llevó al Palacio en el 2008 está quebrada y con un sombrío panorama para el 2013. Los escándalos de paternidad, los constantes e innecesarios viajes y su enfermedad fueron algunos puntos que marcaron este periodo.
El cura presidente enfrentará el próximo año un complejo tramo final de su mandato, con una oposición en crecimiento y las dificultades del oficialismo para encontrar un candidato a sucederlo, en medio de críticas que arrecian sin piedad.
Según las últimas encuestas, más del 70 por ciento de la ciudadanía considera mediocre o malo al gobierno del cura Fernando Lugo.
Los conjuros del obispo iluminador ya no surten efecto, como lo señala el EPP, tanto es así que ni siquiera Leonardo Boff quiere hacerse cargo del gobierno que ayudó a instalar. Y la ciudadanía empieza a añorar los gobiernos incompetentes y corruptos, pero menos hipócritas, de los colorados que Lugo blanqueó. LAW