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jueves, 26 de mayo de 2011

Fernando Lugo. Imitando a Hugo Chávez, Rumbo al Hondurazo final

Dijo Samuel Johnson que casi todo lo absurdo de nuestra conducta es resultado de imitar a aquellos a los que no podemos parecernos. Manuel Zelaya y Fernando Lugo cayeron en ello al intentar parecerse a Hugo Chávez.


El 5 de febrero de 1997 una serie de organizaciones sociales salieron a las calles ecuatorianas para, en una multitudinaria marcha en todas las ciudades del país, expresar su repudio a la naciente administración del presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram.
Bucaram es recordado por haber adoptado el modelo económico neoliberal con un amplio programa de privatizaciones de empresas estatales. Poco tardó en hablarse de su gobierno como una cleptocracia empotrada en el estado. La excentricidad del entonces mandatario incluía conciertos privados con el grupo Los Iracundos, planes de contratar a Diego Maradona por un millón de dólares para jugar una noche en Barcelona de Guayaquil (equipo de fútbol del cual era hincha y presidente), y fiestas en la casa presidencial.
El congreso de la nación, en consideración del estado de decadencia de la gestión pública, sumado al malestar generalizado, destituyó a Bucaram con el argumento de la incapacidad mental, sin examen médico alguno que se juzgó innecesario, y con solo 44 votos que representaban una mayoría simple, sin tener las dos terceras partes que se requiere constitucionalmente para el efecto, algo aceptado debido a la gravedad de la crisis.
Sobre la caída del haitiano Jean Bertrand Aristide en febrero de 2004 , cuyos pasos pareciera seguir Fernando Lugo en Paraguay, también existe una gran controversia.
Sus partidarios y también algunos los sectores vinculados a la izquierda, califican los acontecimientos del 29 de febrero de 2004 como un secuestro perpetrado por grandes potencias imperialistas, en contubernio con la derecha haitiana y los ex militares.
De esta manera, Aristide habría sido obligado a abandonar su cargo y llevado a la fuerza fuera del país.
Lo cierto es que la situación en Haití se había tornado insostenible, con protestas callejeras permanentes y duras represiones, en las cuales actuaban bandas armadas por el mismo Aristide entre sus partidarios.
Más recientemente, a mediados del año 2009, el presidente hondureño Manuel Zelaya siguió un rumbo parecido, ante la impotencia de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos que exigieron su restitución. Su gran defecto fue intentar imitar a Hugo Chávez sin serlo, advirtieron sus detractores.
Más al sur de estos hechos, una situación parecida se viene gestando desde tiempo atrás con el gobierno arzobispal del Paraguay, desde hace tiempo convertido en una caricatura por los continuados bochornos y deshonras a la investidura presidencial.

Un Hondurazo por buscar impunidad

Analistas paraguayos han percibido en estos días que el cura Fernando Lugo sigue los pasos de Manuel Zelaya. La lectura no es descabellada, si consideramos que un nuevo acuerdo en la semipenumbra, para habilitar a dos senadores que irrumpieron irregularmente dentro del Pleno del Senado, nuevamente ha resquebrajado la endeble estructura institucional del Paraguay.
En el mismo contexto, se afirmó que el gobierno luguista está resuelto a destruir la institucionalidad del Paraguay, y que un fiscal debería intervernir la SICOM por realizar una campaña pagada por un referendum.
Los últimos acontecimientos demuestran los niveles de inconciencia a los que ha caído la clase política paraguaya, con el impresentable cura de los hijos no reconocidos a la cabeza, quien no duda en poner a su país rumbo al Hondurazo en su desesperada búsqueda de impunidad.
Según denuncia el diputado Buzarquis, “Un grupo de liberales llanistas negoció para que Nicanor Duarte Frutos pueda jurar como senador, pese al mandato de la convención liberal. La intención era dejar un precedente para beneficiar a Fernando Lugo en 2013 con una banca en el Senado”.
“Acá no es solamente que jure o no jure Nicanor. Si jura se rompe el orden constitucional. De esta manera, Lugo queda habilitado a ser senador en 2013”, dijo.
Expresó que esta situación también afectará en la sociedad, puesto que si los representantes del pueblo no cumplen con las leyes, el día de mañana no podrán exigir a los mismos acatar las normas.
Entretanto el cura y los suyos sueñan con maniobras de este estilo para seguir la fiesta, los escándalos arrecian en materia de paternidad irresponsable.
Los escándalos siguen en los medios
Al borde o no de un Hondurazao, los escándalos de Fernando Lugo siguen siendo la comidilla en los círculos mediáticos internacionales. Su nombre aparece con insistencia junto a los de Strauss Kahn, Berlusconi o Schwarzenegger.
Los casos de Benigna Leguizamón, Viviana Carrillo Cañete y Hortensia Morán son los más claros ejemplos de los juegos de faldas del mandatario, señalan varios medios internacionales.
Este miércoles, Leguizamón, de 28 años, aseguró que su hijo de 8, Lucas Fernando, es fruto de su unión extramatrimonial con el exobispo católico, de 59 años.
La joven era limpiadora del Obispado de San Pedro, el departamento más pobre del país, donde Lugo era el titular de la diocesis.
Hasta ahora Lugo, ordenado obispo en abril de 1994 y reducido al estado laical - que no puede administrar los sacramentos como los religioso - reconoció en 2009 un solo hijo durante su ministerio obispal, Guillermo Armindo, de 4 años, producto de su unión con Carrillo Cañete, de 26 años.
Morán, de 42 años de edad, asegura haber concebido con Lugo un niño, actualmente de 3 años de edad. A fines del año 2010 Morán obtuvo una orden judicial para ingresar a la residencia presidencial y obligar al cura presidente a realizarse un examen de ADN, pero hoy la justicia ha puesto en duda los resultados que favorecieron al cura.
En medio de este clima de bochorno y fracaso, para ocultar la verdadera situación de colapso, un grupo de cortesanos de Lugo no ha tenido mejor idea que proponer el continuismo.
No en balde advirtió Noel Clarasó que es un error creer que no está rodeado de tontos, aunque ello sea verdad. LAW