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martes, 1 de febrero de 2011

FERNANDO LUGO Y SU RIDÍCULA EMBAJADA EN EGIPTO



El cura Fernando Lugo es uno de los pocos presidentes del mundo a quien se le ocurrió oxigenar al régimen del déspota Hosni Mubarak en pleno siglo XXI, abriendo una embajada en Egipto para que su amigo Ausberto Rodríguez obtenga un zoquete.

¿Porqué una en Egipto, y no en Guinea Ecuatorial o en Sumatra?

La razón: Ausberto Rodríguez, ex director del periódico (El Pueblo) que pagaba Euclides Acevedo siendo ministro de Gonzalez Macchi, y conocido empleado de encumbrados personeros de la dictadura en medios de comunicación, se convirtió así por amiguismo en "asesor presidencial" y embajador en Egipto.

Los méritos fueron proponer a una de las mujeres del cura un amigo como padre sustituto, y ofrecer 50 millones de guaraníes al abogado de Hortensia Morán para lograr que retire una de las demandas de filiación.

Y pensar que estos hombres eran los que nos llevarían al "cambio" en la política paraguaya. ¿Alcahuetes presidenciales colgados del presupuesto de gastos en la decadente corte del cura con hijos?